Otoplastia: qué es, recuperación y riesgos

Actualizado en julio 2023

La otoplastia es la cirugía para reducir el tamaño de la oreja, una condición popularmente conocida como "orejas de soplillo" o "orejas prominentes", es un tipo de cirugía estética que ayuda a mejorar la forma y posición de las orejas, haciéndolas más proporcionadas al rostro.

Aunque esta cirugía se utiliza principalmente para corregir problemas estéticos, también puede realizarse para tratar defectos congénitos en el conducto auditivo u otras estructuras del oído con el fin de mejorar la audición.

En el caso de las orejas prominentes, la cirugía puede realizarse después de los 5 años de edad, ya que es cuando el cartílago deja de crecer y no hay riesgo de que el problema vuelva a surgir después de la cirugía. Sin embargo, dado que la otoplastia es un procedimiento muy específico para cada persona, siempre se debe evaluar su necesidad con un médico.

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Cómo se realiza

Para realizar la otoplastia el cirujano procede de la siguiente manera:

  • Realiza pequeñas incisiones en la parte posterior de la oreja;
  • Crea un nuevo pliegue en la oreja para que se acerque a la cabeza;
  • Elimina el exceso de cartílago, si es necesario;
  • Cierra las incisiones con suturas.

Para la otoplastia el médico puede utilizar anestesia local, pero en la mayoría de los casos, se realiza con anestesia general, especialmente en niños, para reducir el estrés. Conozca cómo se realiza la anestesia general y cómo funciona.

En algunas personas, el médico también puede realizar incisiones en la parte frontal de la oreja, pero generalmente se realizan debajo de los pliegues naturales de la oreja para mantener las cicatrices invisibles.

Los resultados de este tipo de cirugía suelen ser casi inmediatos y se pueden observar una vez que se retira el vendaje colocado después de la cirugía.

Cómo es la recuperación

La recuperación de la otoplastia generalmente dura hasta 2 semanas, pero es posible retomar las actividades diarias y el trabajo aproximadamente 3 días después. Durante este período, puede sentir cierta incomodidad y dolor, por lo que es muy importante tomar todos los medicamentos recetados por el cirujano.

Además de eso, es muy importante mantener el vendaje que se colocó durante la cirugía y solo debe ser retirado por el médico en una de las consultas de seguimiento que se realizan durante la primera semana. Por lo tanto, se debe evitar ducharse o lavarse el cabello, ya que podría mojar el vendaje, y se recomienda lavar solo el cuerpo.

Aunque la fase más importante de la recuperación son las primeras dos semanas, la hinchazón de las orejas desaparece por completo después de 3 meses, revelando el resultado final, que no difiere mucho de lo que se puede observar después de retirar el vendaje.

Principales riesgos

La realización de la otoplastia es bastante segura, pero al igual que cualquier otro tipo de cirugía, puede tener algunos riesgos, como:

  • Sangrado;
  • Infección;
  • Pérdida de sensibilidad en la piel de la zona;
  • Alergias al vendaje.

Además, existe el riesgo de que las orejas no queden completamente simétricas o de acuerdo a lo esperado, especialmente si se retira el esparadrapo o vendaje sin indicación médica. En estos casos, puede ser necesario realizar una segunda cirugía más pequeña para corregir los defectos que persisten.