Bilirrubina en orina: 4 causas y qué hacer

Actualizado en enero 2024

La bilirrubina en la orina positiva suele ocurrir cuando existe algún problema en el hígado, haciendo con que el color de la orina se torne más amarillo oscuro o anaranjado. 

La bilirrubina es un producto de degradación de la hemoglobina, la cual se vuelve soluble en el hígado, recibiendo el nombre de bilirrubina directa, es transportada hasta las vías biliares y el intestino, donde sufre un proceso de degradación y es eliminada a través de las heces en forma de estercobilinógeno y de la orina en forma de urobilinógeno.

Cuando hay problemas en el hígado o en las vías biliares, la bilirrubina directa vuelve a la circulación y es filtrada por los riñones y eliminada en la orina. La bilirrubina en la orina es confirmada a través de un examen general de orina. 

Lea también: Examen general de orina: qué detecta, valores normales y para qué sirve tuasaude.com/es/examen-general-de-orina
Imagem ilustrativa número 1

4 causas de bilirrubina en la orina

Las principales causas de bilirrubina en la orina son:

1. Hepatitis

La hepatitis es una de las principales causas de bilirrubina en la orina, pues debido a la inflamación del hígado, la bilirrubina conjugada no logra seguir la vía de eliminación normal, regresándose a la circulación y pudiendo ser filtrada por los riñones y eliminada en la orina. 

La hepatitis es una inflamación del hígado que puede ocurrir debido a la infección por virus, el uso recurrente de medicamentos o debido a una enfermedad autoinmune, pudiendo haber fiebre, dolor de cabeza, hinchazón abdominal y heces claras. Asimismo, cuando la enfermedad no es identificada y tratada, puede haber ictericia, en la que los ojos y la piel se tornan amarillentos. Vea cómo reconocer los tipos de hepatitis

Qué hacer: en caso de que haya sospecha de hepatitis, es importante acudir al médico general o al hepatólogo para que sean solicitados exámenes de diagnóstico, como serología para los virus de la hepatitis, evaluación de la enzimas del hígado y examen de orina. Si se confirma la hepatitis, el médico puede indicar el mejor tratamiento de acuerdo con el tipo, pudiendo variar desde el reposo y el aumento de la ingesta de líquidos, hasta el uso de medicamentos como el interferón, por ejemplo. 

2. Cirrosis

En la cirrosis ocurre una inflamación crónica y progresiva del hígado, lo que hace que este órgano deje de desempeñar sus funciones correctamente. De esta forma, como el hígado está en proceso de degeneración, la bilirrubina no logra seguir su curso hacia las vías biliares y el intestino para ser eliminada, volviendo a la circulación y siendo eliminada en la orina.

La cirrosis hepática puede ocurrir como consecuencia de hepatitis, pero normalmente está relacionada con el uso frecuente y excesivo de bebidas alcohólicas, generando síntomas como debilidad, cansancio excesivo, pérdida de peso sin causa aparente, falta de apetito, atrofia muscular e insuficiencia renal. 

Qué hacer: el tratamiento recomendado por el médico general o el hepatólogo para la cirrosis varía de acuerdo con la causa, indicándose, en la mayor parte de los casos, suspender el consumo de bebidas alcohólicas y la adopción de una dieta adecuada que incluya suplemento de vitaminas para que no hayan deficiencias nutricionales. Es importante que la cirrosis sea identificada y tratada lo más rápido posible para que se pueda evitar el avance de la enfermedad y, por ende, el trasplante de hígado. Vea en qué consiste el tratamiento de la cirrosis hepática.

3. Cáncer de hígado

Así como en la hepatitis y en la cirrosis, en el cáncer de hígado el órgano se encuentra en proceso de inflamación y de degeneración crónica, lo que favorece la eliminación de bilirrubina directa en la orina. 

Este tipo de cáncer es más frecuente en personas que poseen grasa en el hígado o que usan esteroides anabólicos con frecuencia, y los síntomas surgen cuando la enfermedad ya está en fases más avanzadas, como dolor de estómago, pérdida de apetito sin causa aparente, cansancio excesivo, piel y ojos amarillentos y náuseas constantes. Vea cómo identificar el cáncer de hígado

Qué hacer: en caso de que haya sospecha de cáncer de hígado es importante acudir al hepatólogo para que sean realizados exámenes de diagnóstico, como ultrasonido del abdomen y tomografía computarizada, por ejemplo. Asimismo, puede ser indicada la realización de algunos exámenes de laboratorio, como la medición de las enzimas hepáticas. En caso de confirmar cáncer de hígado, el médico puede indicar la remoción quirúrgica de toda el área afectada y la realización de quimioterapia. 

4. Cálculos biliares

La presencia de piedras en la vesícula biliar también puede ocasionar el surgimiento de bilirrubina en la orina. Esto ocurre porque, debido a la presencia de piedras, la bilirrubina directa no logra pasar al intestino, volviendo a la circulación, donde es filtrada por los riñones y eliminada en la orina. 

Los cálculos o piedras biliares surgen debido a alteraciones en la composición de la bilis, pudiendo estar relacionados con la dieta, hábitos de vida y uso prolongado de anticonceptivos. El síntoma principal de piedras en la vesícula es el cólico biliar, que corresponde a un dolor intenso en el lado derecho del abdomen, además de la pérdida de apetito, diarrea y ojos y piel amarillenta. Conozca los signos y los síntomas de cálculos biliares

Qué hacer: el tratamiento que es frecuentemente indicado en caso de cálculos biliares es la extirpación de la vesícula por medio de un proceso quirúrgico. Luego, es importante que la persona tenga una dieta adecuada, rica en frutas, verduras y alimentos integrales y pobre en grasas y frituras.