Qué son los anticuerpos monoclonales (y ejemplos)

Actualizado en julio 2022

Los anticuerpos monoclonales son proteínas producidas en el laboratorio, como trastuzumab, rituximab o adalimumab, que actúan en el cuerpo al unirse a partes específicas del virus, bacteria o de ciertos tipos de células de cáncer, ayudando al sistema inmunológico a reconocer estas células extrañas y combatir más rápido algunas enfermedades.

Dependiendo del anticuerpo monoclonal utilizado, estos medicamentos pueden indicarse para el tratamiento de enfermedades graves como osteoporosis, leucemia, psoriasis en placas o en algunos tipos de cáncer, como el de mama o en los huesos, e incluso en la infección por COVID-19, por ejemplo.

Los anticuerpos monoclonales son medicamentos utilizados solo en hospitales, en presentación inyectable aplicada por un profesional de la salud, directamente en la vena bajo la indicación y orientación médica.

Imagem ilustrativa número 2

Ejemplos de anticuerpos monoclonales

Los principales tipos de anticuerpos monoclonales incluyen:

1. Anticuerpos monoclonales recombinantes

Los anticuerpos monoclonales recombinantes son los tipos más comunes de anticuerpos monoclonales utilizados. Estos fueron desarrollados por ingeniería genética y atacan específicamente a una proteína que se encuentra presente en las células extrañas, estimulando la acción del sistema inmune o bloqueando proteínas específicas en las células tumorales que hacen que el tumor crezca o se disemine, formando metástasis, por ejemplo.

Algunos ejemplos de anticuerpos monoclonales recombinantes son:

  • Trastuzumab (Herceptin): indicado para el tratamiento del cáncer de mama o de estómago, que tiene la proteína HER2-positiva y puede ser usado solo o en combinación con quimioterapia, dependiendo del estadio del tumor, de acuerdo a la indicación médica.
  • Rituximab (MabThera): indicado para el tratamiento del linfoma no Hodgkin CD20 positivo, artritis reumatoide o leucemia linfoide crónica, por ejemplo;
  • Denosumab (Prolia o Xgeva): indicado para el tratamiento de la osteoporosis en mujeres en la posmenopausia o en hombres con cáncer de próstata que tienen un riesgo aumentado de fracturas óseas, cáncer de hueso o cáncer en estadios avanzados con metástasis óseas;
  • Adalimumab (Humira): indicado para el tratamiento de la artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, enfermedade de Crohn, colitis ulcerativa o psoriasis, por ejemplo, ya que bloquea una proteína específica, el TNF-α, que está presente en altos niveles en enfermedades inflamatorias;
  • Regdanvimab: indicado para el tratamiento de la enfermedad causada por COVID-19 en adultos que no necesitan de oxígeno y con alto riesgo de desarrollar la forma grave de la enfermedad, que actúa uniéndose a la proteína sipke en la superficie del coronavirus, impidiendo que el virus entre en las células del cuerpo.

Estos medicamentos deben ser siempre utilizados bajo indicación y por el tiempo de tratamiento establecidos por el médico, de acuerdo a cada indicación, con dosis individualizadas.

2. Anticuerpos monoclonales conjugados

Los anticuerpos monoclonales conjugados actúan trasportando sustancias como quimioterapéuticos o radioterapéuticos, que son liberados por células específicas en el cuerpo, produciendo su destrucción.

Los principales anticuerpos monoclonales conjugados son:

  • Trastuzumab emtansina: indicado para el tratamiento del cáncer de mama HER-2 positivo con metástasis, ya que actúa uniéndose a la proteína HER-2 en la superficie de las células tumorales y liberando el quimioterapéutica DM1 dentro de esas células.
  • Brentuximab vedotin: está indicado para el tratamiento del linfoma de Hodkin CD30 positivo o linfoma anaplásico de grandes células sistémico, que actúa liberando el quimioterapéutico dentro de las células tumorales que tiene la proteína CD30 en su superficie.

Además, otro anticuerpo monoclonal conjugado, aprobado en Europa para el tratamiento del linfoma no Hodgkin folicular de células B CD20+, es el Ibritumomab tiuxetan, que actúa liberando radioterapia dentro de las células tumorales de este tipo de tumor, llevando a su destrucción.

3. Anticuerpos monoclonales biespecíficos

Los anticuerpos monoclonales biespecíficos poseen dos anticuerpos diferentes, como el blinatumomab, que actúa activando al sistema inmunológico para atacar y destruir los glóbulos blancos tumorales, e indicado para el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda.

Para qué sirven

Los anticuerpos monoclonales están indicados para el tratamiento de enfermedades como:

  • Cáncer;
  • Artritis reumatoide;
  • Esclerosis múltiple;
  • Lupus eritematoso sistémico;
  • Enfermedad de Chron;
  • Colitis ulcerativa;
  • Psoriasis;
  • Espondilitis anquilosante;
  • Osteoporosis;
  • Rechazo de transplantes.

El tratamiento con anticuerpos monoclonales también es llamado inmunoterapia o terapia dirigida, porque cada tipo de anticuerpo monoclonal tiene como objetivo partes específicas de las células de ciertas enfermedades o microorganismos como virus o bacterias.

Anticuerpos monoclonales y COVID-19

Algunos anticuerpos monoclonales, como casirivimab, imdevimab o regdanvimab, actúan uniéndose a proteínas específicas presentes en la superficie del coronavirus, impidiendo su capacidad de infectar las células del cuerpo o ayudando al sistema inmunológico a combatirlo.

Estos tipos de anticuerpo monoclonales están aprobados en los casos leves a moderados o en personas que tienen riesgo de evolucionar a la forma grave de COVID-19, por ejemplo. Vea todos los medicamentos usados para tratar el COVID-19.

Cómo usar

Los anticuerpos monoclonales deber ser utilizados solo en hospitales, en forma de inyección, aplicada directamente en la vena por un profesional de la salud y con indicación médica, ya que el tipo de anticuerpo y las dosis recomendadas dependen de la enfermedad a tratar y de su gravedad.

En gran parte de los casos, los anticuerpos monoclonales se utilizan en el tratamiento del cáncer y pueden usarse solos o combinados con la quimioterapia de acuerdo a las indicaciones del médico.

Efectos secundarios

Los efectos secundarios más comunes que los anticuerpos monoclonales pueden causar son diarrea o estreñimiento, náuseas, vómitos, insomnio, dolor o malestar abdominal, cansancio excesivo, dolor muscular o articular, por ejemplo.

Además, los anticuerpos monoclonales pueden causar alergia grave o reacción anafiláctica con síntomas que pueden iniciar inmediatamente después de su aplicación, como dificultad para respirar, escalofríos, fiebre, tos, sensación de garganta cerrada, hinchazón en la boca, lengua o rostro, o urticaria. Por eso, los anticuerpos monoclonales deben ser aplicados en hospitales para que se puedan prestar los primeros auxilios inmediatamente.

Contraindicaciones

Los anticuerpos monoclonales están contraindicados en niños, mujeres embarazadas o que estén lactando, además de personas que tengan alergia a los componentes presentes en la composición del medicamento.