Antibiótico para infección urinaria: cuál tomar y efectos secundarios

Actualizado en mayo 2023

Los antibióticos más indicados para la infección urinaria son la fosfomicina, la nitrofurantoína, el sulfametoxazol + trimetoprima y, en los casos más graves, el ciprofloxacino o la ceftriaxona, que deben utilizarse de acuerdo a la indicación del médico.

La infección urinaria es una infección que puede desarrollarse en cualquier parte del tracto urinario, como la vejiga, uretra y riñones, y el tratamiento generalmente se realiza con el uso de antibióticos cuando es causada por bacterias. Vea cómo es el tratamiento para la infección urinaria.

En caso de sospecha de infección urinaria, se recomienda consultar a un ginecólogo, urólogo o médico general, para valorar la necesidad de antibióticos e indicar el tratamiento más adecuado.

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Principales antibióticos para infección urinaria

Los antibióticos más indicados para la infección urinaria son:

1. Fosfomicina

La fosfomicina es un antibiótico para la infección urinaria, de dosis única, que normalmente está indicado para el tratamiento de cistitis, especialmente en mujeres que no están embarazadas y no tienen antecedentes de alteraciones en las vías urinarias.

Después del tratamiento con fosfomicina se espera que los síntomas de infección urinaria desaparezcan en 2 a 3 días.

Cómo tomar: el contenido de 1 sobre de fosfomicina de 2 g o 3 g, dosis única, debe disolverse en medio vaso de agua e ingerir de inmediato. Esta mezcla debe tomarse con el estómago vacío, al menos 2 horas después de los alimentos y, de preferencia antes de acostarse después de haber vaciado la vejiga. Vea otras indicaciones de la fosfomicina y cómo tomar.

2. Nitrofurantoína

La nitrofurantoína es uno de los antibióticos más indicados para infecciones urinarias agudas como cistitis, pudiendo también indicarse en el tratamiento de la bacteruria asintomática en gestantes y, en algunos casos, prevención de la infección urinaria.

Cómo tomar: se recomienda tomar las tabletas de nitrofurantoína de 50-100mg con suficiente agua, enteras, cada 8 horas, durante 5-7 días, de acuerdo a la orientación del médico.

3. Sulfametoxazol + trimetoprima

La combinación de sulfametoxazol + trimetoprima es un antibiótico normalmente indicado para la infección urinaria causada por microorganismos sensibles, siendo una de las principales elecciones en caso de cistitis.

Generalmente el sulfametoxazol + trimetoprima se vende en farmacias bajo los nombre comerciales bactrim, bactropin y ectaprim.

Cómo tomar: en adultos y niños mayores de 12 años, normalmente están indicados 2 comprimidos de sulfametoxazol + trimetoprima de 400 mg + 80 mg (o 1 tableta de 800 mg + 160 mg) cada 12 horas. El tiempo de tratamiento varia de acuerdo a la indicación del médico. Vea más indicaciones de sulfametoxazol + trimetoprima.

4. Amoxicilina + clavulanato

La amoxicilina + clavulanato es una alternativa para el tratamiento de la infección urinaria, principalmente en los casos de cistitis y cuando otros antibióticos para la infección urinaria no pueden usarse.

Este antibiótico se puede adquirir en tabletas y jarabe con diferentes medidas, siendo vendido en farmacias bajo los nombres comerciales como clavulin, amoxiclav y augmentin.

Cómo tomar: la amoxicilina + clavulanato en tabletas de 500 mg + 125 mg se recomienda en dosis de 1 tableta cada 8 horas durante 3 a 7 días, de acuerdo a la orientación del médico. Veas otras indicaciones de la amoxicilina + clavulanato.

5. Ciprofloxacino

El ciprofloxacino es un antibiótico que normalmente se indica en los casos más graves de infección urinaria, como pielonefritis y, en personas con catéter urinario y malformaciones de las vías urinarias, por ejemplo.

Cómo tomar: la dosis de ciprofloxacino para infección urinaria varía de acuerdo a la gravedad de la infección, siendo normalmente indicado 1 tableta de 250 mg cada 12 horas por hasta 7 días en los casos más leves.

6. Ceftriaxona

La ceftriaxona es un antibiótico para la infección urinaria que normalmente estás indicada en casos más graves, como pielonefritis. Puede aplicarse en inyección intravenosa o intramuscular.

Además, la ceftriaxona puede indicarse para el tratamiento de la infección urinaria en dosis única, en algunos casos.

Cómo tomar: las dosis normalmente indicada de ceftriaxona varia de 1 a 2 g intravenosos en dosis única.

Posibles efectos secundarios

Los efectos secundarios más comunes de los antibióticos para infección urinaria son:

  • Diarrea;
  • Náusea;
  • Vómitos;
  • Malestar o dolor en el abdomen;
  • Dolor de cabeza;
  • Mareos;
  • Enrojecimiento en la piel;
  • Comezón en el cuerpo;

Aunque sea raro, durante el tratamiento con antibióticos para la infección urinaria también pueden surgir reacciones alérgicas graves, como shock anafiláctico y angioedema, que pueden causar síntomas como hinchazón en partes del cuerpo o falta de aire. Vea los principales síntomas de shock anafiláctico.

Cuándo usar antibiótico

Los antibióticos para la infección urinaria normalmente se indican en caso de sospecha de cistitis o pielonefritis, siendo importante consultar al ginecólogo, urólogo o médico general para que indique el antibiótico más adecuado. Vea los principales síntomas de infecciones urinarias.

Además, el médico también puede indicar exámenes de orina, como urocultivo con antibiograma para identificar el organismo causante y, de esta forma, poder indicar el mejor antibiótico para el tratamiento de la infección urinaria.

Cuidados durante el tratamiento

Algunos cuidados que se recomiendan durante el tratamiento con antibióticos para la infección urinaria son:

  • tomar los antibióticos correctamente, de acuerdo a la orientación del médico;
  • Realizar el tratamiento hasta el final y sin interrupción, incluso cuando los síntomas mejoren;
  • Consultar de nuevo al médico en caso de que los síntomas no mejoren después de 3 a 4 días de tratamiento;
  • Aclarar las dudas con el médico sobre el uso del antibiótico, como horarios y la posibilidad de tomarlos con alimentos o leche, por ejemplo.

Es importante realizar el tratamiento de acuerdo a la orientación del médico para evitar una nueva infección y la resistencia bacteriana, la cual puede hacer el tratamiento más difícil y más tardado.

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