La vulvitis es una inflamación de la vulva, que es la parte externa del órgano genital femenino, y que incluye los labios mayores, labios menores y el clítoris. Los principales síntomas de esta inflamación son picazón intensa, sensación de ardor o escozor, además de hinchazón en la región.
Esta inflamación puede ser causada por diversos factores, como infecciones por bacterias, virus u hongos, reacciones alérgicas a productos y sustancias irritantes, como jabones perfumados y aerosoles íntimos, lesiones por fricción durante actividades físicas, o ser también consecuencia de alteraciones hormonales, especialmente en la menopausia.
El tratamiento de la vulvitis depende de la causa, y el ginecólogo puede indicar el uso de pomadas o cremas de aplicación local, una higiene adecuada de la zona, baños de asiento, además de tratamiento hormonal, en casos de menopausia.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la vulvitis son:
- Picazón intensa en la vulva;
- Enrojecimiento e hinchazón en la región genital;
- Sensación de ardor o escozor, especialmente al orinar o durante las relaciones sexuales;
- Flujo vaginal, que puede variar en color, consistencia y olor, dependiendo de la causa;
- Pequeñas heridas, lesiones o grietas en la piel de la vulva.
Además, algunas personas pueden presentar molestias o dolor al sentarse, caminar o usar ropa ajustada.
Diferencia entre vulvitis y vulvovaginitis
La vulvitis es la inflamación de la vulva, que es la parte externa de los órganos genitales femeninos, incluyendo los labios mayores, labios menores y el clítoris.
En cambio, en la vulvovaginitis, la inflamación afecta tanto a la vulva como al canal vaginal, es decir, a la parte interna de la vagina. Conozca qué es la vulvovaginitis.
Causas de la vulvitis
Las principales causas de vulvitis son:
1. Infecciones
La infección por el hongo Candida albicans, causante de la candidiasis, puede provocar inflamación en la vulva, siendo más frecuente en mujeres que utilizan antibióticos con frecuencia. Vea otras causas de la candidiasis.
Además, algunas bacterias como Gardnerella vaginalis y Escherichia coli pueden causar vulvitis, especialmente en casos de higiene inadecuada o después de infecciones urinarias. Asimismo, la infección por el virus del herpes simple también puede ser la causa de la vulvitis.
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El uso de ciertos productos o sustancias en la zona íntima puede irritar la piel del área y causar alergias, provocando vulvitis.
Esto puede suceder debido al uso de jabones perfumados, aerosoles íntimos, ropa interior sintética, ropa ajustada, papel higiénico perfumado, así como por sustancias químicas como el cloro de albercas.
3. Lesiones
La vulvitis también puede ser causada por pequeñas lesiones en la zona genital, que pueden ser consecuencia de actividades como andar en bicicleta o a caballo, especialmente si se realizan con frecuencia o durante largos periodos.
El uso prolongado o inadecuado de tampones también puede dañar la piel de la región, provocando vulvitis.
Además, durante la menopausia, la disminución en los niveles de estrógeno puede hacer que la vulva se vuelva más delgada, seca y sensible, lo que aumenta el riesgo de lesiones incluso con roces leves en el día a día.
Cómo confirmar el diagnóstico
Para confirmar la vulvitis, es importante acudir con el ginecólogo, quien hará una evaluación de los síntomas para llegar a un diagnóstico inicial.
Además, el médico podrá realizar un examen físico, evaluando la zona genital para identificar signos de inflamación, como enrojecimiento, hinchazón o presencia de lesiones.
En algunos casos, pueden ser necesarios análisis de laboratorio para identificar la causa específica de la vulvitis, como un cultivo de secreción vaginal para confirmar la presencia de hongos, bacterias o virus.
Tratamiento para la vulvitis
El tratamiento de la vulvitis depende de la causa, y el ginecólogo puede recomendar:
- Medicamentos tópicos, como cremas antimicóticas (por ejemplo, clotrimazol y miconazol), pomadas antivirales en caso de herpes genital (como aciclovir o valaciclovir), además de cremas con corticoides para reducir la inflamación;
- Higiene adecuada, siendo recomendable lavar la vulva con agua tibia y jabón neutro, evitando duchas vaginales y productos perfumados;
- Uso de ropa adecuada, como ropa interior de algodón, y evitar tejidos sintéticos que puedan causar irritación;
- Baños de asiento con agua tibia, para aliviar los síntomas de picazón y ardor;
- Tratamiento hormonal, en casos de deficiencia de estrógeno, como en la menopausia, pudiendo indicarse el uso de cremas vaginales con estrógenos.
En algunos casos, el médico también puede indicar el uso de antihistamínicos orales, como la difenhidramina, que pueden ayudar a aliviar la picazón.
Cómo prevenir la vulvitis
Para prevenir la vulvitis, es importante mantener una higiene adecuada de la zona íntima, utilizando agua tibia y un jabón suave y sin perfume, además de evitar duchas vaginales, jabones perfumados, aerosoles íntimos y toallitas húmedas con fragancia.
También se recomienda usar ropa interior de algodón y evitar prendas muy ajustadas o hechas con tejidos sintéticos, como la lycra, que pueden aumentar la humedad e irritación en la zona.
Además, es importante evitar permanecer por largos periodos con ropa mojada, como trajes de baño o ropa deportiva sudada, para evitar la acumulación de calor y humedad en el área íntima.