Aceite de coco: usos, para qué sirve, beneficios (y cómo preparar)

Evidencia científica

El aceite de coco es un aceite vegetal que puede aportar varios beneficios para la salud, como mantener la piel y el cabello saludables, ayudar en el tratamiento de la candidiasis y favorecer la salud bucal.

Existen diferentes tipos de aceite de coco, como el virgen extra y el refinado. El aceite de coco virgen extra se obtiene mediante el prensado de la pulpa del fruto, lo que permite conservar sus nutrientes, sabor y aroma. En cambio, el refinado pasa por un proceso de calentamiento y filtrado, durante el cual pierde su aroma y sabor característicos.

El aceite de coco se comercializa en frasco, sobre, cápsulas o en formato spray, y puede utilizarse en la alimentación para aderezar ensaladas o preparar recetas, como suplemento alimenticio, o bien como hidratante para el rostro, la piel y el cabello.

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Para qué sirve el aceite de coco y beneficios

Los principales beneficios del aceite de coco incluyen:

1. Mantiene la piel saludable

El aceite de coco tiene propiedades hidratantes, ya que reduce la pérdida de agua y ayuda a mejorar el aspecto de la piel seca y áspera. Puede aplicarse directamente sobre la piel en forma de aceite o crema.

Además, gracias a su acción antimicrobiana e hidratante, el aceite de coco también puede recomendarse como complemento en el tratamiento de la dermatitis atópica en bebés.

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2. Podría ayudar a adelgazar

Algunos estudios indican que el aceite de coco podría contribuir a la pérdida de peso, ya que contiene ácidos grasos de cadena media.

Estos ácidos grasos son moléculas de grasa que no se almacenan en el tejido adiposo, lo que podría favorecer su utilización como fuente de energía.

Sin embargo, aún se necesitan más estudios para evaluar los efectos del aceite de coco en el adelgazamiento, ya que las investigaciones científicas disponibles hasta el momento son muy limitadas.

3. Cuida el cabello

El aceite de coco ayuda a cuidar el cabello, ya que parece reducir la pérdida de proteínas cuando se utiliza como producto de tratamiento antes y después del lavado.

Esto se debe a que el ácido láurico, el principal ácido graso presente en el aceite de coco, tiene una alta afinidad por las proteínas capilares y una gran capacidad para penetrar en la fibra capilar, favoreciendo así la hidratación.

4. Puede ayudar en el tratamiento de la candidiasis

El aceite de coco contiene ácido láurico, un ácido graso con propiedades antifúngicas y antimicrobianas que pueden reducir el desarrollo y crecimiento de Candida sp.

Por ello, el aceite de coco podría utilizarse como complemento del tratamiento médico indicado para la candidiasis.

Sin embargo, aún se necesitan más estudios científicos en seres humanos para confirmar sus posibles beneficios en el combate a la candidiasis.

5. Favorece la salud bucal

Algunos estudios sugieren que el aceite de coco puede contribuir a la salud bucal, ya que ayuda a reducir la cantidad de bacterias presentes en la saliva.

De este modo, puede complementar las medidas de higiene bucodental, como el cepillado y el uso de hilo dental, ayudando a mantener una boca sana.

6. Podría ayudar en el tratamiento del Alzheimer

El aceite de coco podría ser útil en el tratamiento del Alzheimer. Se cree que, en esta enfermedad, el cerebro no utiliza correctamente la glucosa como fuente de energía.

En este contexto, los ácidos grasos de cadena media presentes en el aceite de coco podrían actuar como una fuente alternativa de energía para el cerebro, lo que podría contribuir a mejorar la función cognitiva.

No obstante, todavía se requieren estudios más completos y realizados en humanos para confirmar los efectos del aceite de coco en personas con Alzheimer.

Propiedades del coco

El aceite de coco posee propiedades antioxidantes, antimicrobianas, neuroprotectoras, antidiabéticas, antiobesidad, dermoprotectoras e hipocolesterolémicas.

Estas propiedades se deben a su contenido de compuestos bioactivos, como los ácidos grasos de cadena media, los triglicéridos de cadena media, el ácido láurico, el ácido oleico y la monolaurina.

Usos del aceite de coco

Algunas de las formas más comunes de utilizar el aceite de coco son:

1. Aceite de coco en la zona íntima

Según la recomendación médica, el aceite de coco puede aplicarse en la zona íntima para mejorar la lubricación en mujeres con atrofia vaginal, también conocida como síndrome genitourinario de la menopausia.

Además, también puede utilizarse como complemento del tratamiento médico de la candidiasis vaginal.

Para ello, se puede aplicar aceite de coco puro directamente en la zona genital, o bien diluir 2 gotas de aceite esencial de árbol de té (tea tree) en 1 cucharada de aceite de coco y aplicar una vez al día.

2. Aceite de coco en el cabello

El aceite de coco puede usarse en el cabello de diferentes maneras:

  • Humectación diurna: aplicar el aceite directamente en el cuero cabelludo y en los largos, masajear y dejar actuar durante 15 minutos. Luego, lavar el cabello como de costumbre con champú y acondicionador.
  • Humectación nocturna: aplicar el aceite en todo el cabello, masajear bien, cubrir con una gorra o toalla y dormir. Por la mañana, lavar normalmente con champú y acondicionador.
  • Mascarilla hidratante: mezclar el aceite de coco con una crema hidratante capilar. Primero se debe lavar el cabello con champú, aplicar la mezcla sobre el cabello húmedo, masajear bien, dejar actuar durante 30 minutos y enjuagar.
  • Finalizador: ayuda a reducir la sequedad y el frizz, y mejora el brillo. Aplicar una pequeña cantidad en las manos y distribuir en las puntas del cabello limpio, húmedo o seco, masajeando suavemente.

El aceite de coco es especialmente indicado para cabellos normales o secos. En cabellos grasos, puede dejar los mechones aún más pesados y oleosos.

3. Aceite de coco en el rostro

El aceite de coco puede aplicarse en el rostro para hidratar la piel normal, seca o sensible.

Para ello, se recomienda aplicar una capa fina sobre la piel limpia y seca. Sin embargo, es importante evitar zonas como la frente, la nariz y el mentón, ya que tienden a ser más oleosas.

También puede utilizarse como bálsamo labial natural.

4. Aceite de coco en la piel

Gracias a sus propiedades hidratantes, el aceite de coco también puede usarse para hidratar la piel seca. Se puede aplicar una pequeña cantidad directamente sobre la piel, masajeando hasta que sea completamente absorbido.

5. Aceite de coco en la cocina

El aceite de coco también se puede utilizar en la cocina, como aderezo para ensaladas, en salteados y en la preparación de salsas, bizcochos, panes o tartas.

Sin embargo, por su alto contenido de grasas saturadas, debe consumirse con moderación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el consumo de grasas saturadas no supere el 10 % del valor calórico total diario. En una dieta de 2.000 calorías, eso equivaldría a un máximo de 22,2 g de grasa saturada al día, lo que corresponde aproximadamente a 2 cucharadas soperas de aceite de coco.

Información nutricional del coco

En la tabla a continuación se indica la composición nutricional de 100 g de aceite de coco:

Componentes

Cantidad en 100 g de aceite de coco

Cantidad en 1 cucharada (13,6 g) de aceite de coco

Energía

892 kcal

121 kcal

Grasas totales

99,1 g

13,5 g

Grasas saturadas

82,5 g

11,2 g

Grasas monoinsaturadas

6,33 g

0,861 g

Grasas poliinsaturadas

1,7 g

0,231 g

Proteínas

0 g

0 g

Carbohidratos

0 g

0 g

Para obtener los beneficios del aceite de coco mencionados anteriormente, es importante incluirlo en pequeñas porciones y en una dieta balanceada y saludable, además de realizar actividad física regularmente. 

Tipos de aceite de coco

Los tipos de aceite de coco incluyen:

1. Aceite de coco virgen extra

El aceite de coco virgen extra, o virgen, se obtiene a partir del secado rápido y prensado de la pulpa fresca y madura del coco, sin el uso de productos químicos ni calor, lo que permite conservar sus nutrientes.

Este tipo de aceite de coco tiene un sabor y un aroma suaves, y, con un punto de humo de aproximadamente 175 °C, puede utilizarse para saltear o cocinar al horno, aunque no se recomienda para preparaciones a temperaturas muy altas, como las frituras.

2. Aceite de coco sin sabor (refinado)

El aceite de coco sin sabor es un aceite vegetal refinado, obtenido a partir del prensado de la pulpa del coco. Posteriormente, se somete a procesos de vaporización o calentamiento y se filtra mediante arcillas para eliminar impurezas y bacterias.

En algunos casos, también se pueden utilizar disolventes químicos para extraer el aceite de la pulpa.

Este tipo de aceite no tiene olor ni sabor, y su punto de humo varía entre 204 y 232 °C, por lo que puede emplearse para freír.

3. Aceite de coco en spray

El aceite de coco en spray es una opción más práctica, recomendada para la preparación de comidas del día a día.

Para utilizarlo, basta con rociar el producto en la sartén, olla o bandeja de horno antes de añadir los ingredientes, como vegetales, pollo, carne o panqueques, por ejemplo.

4. Aceite de coco en cápsulas

El aceite de coco en cápsulas es un suplemento elaborado a partir del prensado de la pulpa del coco. Se utiliza popularmente para favorecer la pérdida de peso, fortalecer el sistema inmunológico y aumentar la energía.

Cómo hacer aceite de coco casero

Para preparar aceite de coco en casa, solo necesitas 3 cocos frescos y maduros y 4 tazas de agua de coco.

Paso a paso para hacer aceite de coco:

  1. Retirar la piel marrón del coco y córtalo en cubos pequeños.
  2. Licuar la pulpa junto con el agua de coco hasta obtener una mezcla homogénea.
  3. Colar la mezcla con un paño limpio y seco o un colador de tela.
  4. Colocar la mezcla en un frasco de vidrio con tapa y deja reposar en un lugar oscuro durante 48 horas.
  5. Después, mantener el frasco en un ambiente fresco y protegido de la luz por un período de 6 horas.
  6. Pasadas las 48 horas, se observará que el aceite se ha separado y se encuentra en la parte superior, mientras que los residuos permanecen en el fondo.
  7. Guardar el frasco en posición vertical en la nevera hasta que el aceite se solidifique.
  8. Descartar el agua restante y recoger el aceite endurecido.
  9. Conservar el aceite en un recipiente con tapa.

El aceite de coco puede almacenarse en un lugar fresco y seco o en la nevera, y se puede consumir durante un periodo de hasta dos años.