Tratamiento para la Clamidia: medicamentos y complicaciones

Actualizado en julio 2023

El tratamiento para la clamidia es realizado con antibióticos, como la azitromicina o la doxiciclina, por ejemplo, el cual debe ser indicado y utilizado bajo las orientaciones del médico.

Además, también se recomienda que la persona no tenga relaciones sexuales vaginales, anales u orales durante el tratamiento y que su pareja también lo realice, pues de esta forma se evita una reinfección o la transmisión de la bacteria a otras personas.

La clamidia es una infección de transmisión sexual causada por la bacteria Chlamydia trachomatis, pudiendo afectar tanto a hombres como a mujeres. Esta infección puede llegar a ser asintomática o generar algunos síntomas, como presencia de flujo genital alterado o ardor al orinar, por ejemplo. Conozca qué es la clamidia y qué síntomas puede ocasionar.

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Medicamentos para la clamidia

El tratamiento debe ser indicado por el ginecólogo en el caso de las mujeres y por el urólogo en el caso de los hombres, los cuales pueden indicar un antibiótico como:

  • Azitromicina 1 g en dosis única;
  • Doxiciclina 100 mg, 2 veces al día durante 7 días;
  • Levofloxacina 500 mg, 1 vez al día por 7 días.

Es importante que durante el tratamiento con cualquiera de los antibióticos no se tenga relaciones sexuales (vaginal, anal u oral) durante los 7 días posteriores y hasta su pareja completar también el tratamiento.

Además, también es importante tomar el antibiótico en la dosis y por el tiempo indicado por el médico, así hayan desaparecido los síntomas. En el caso en que los síntomas persistan, es importante acudir nuevamente al médico para una nueva evaluación.

Cómo se realiza el tratamiento en el embarazo

En el embarazo, el antibiótico debe ser indicado por el obstetra el cual suele indicar azitromicina 1 g en una única dosis o amoxicilina 500 mg, 3 veces al día por 7 días.

Cómo se realiza el tratamiento en bebés y niños

En el caso de los bebés, el tratamiento debe ser indicado por el neonatólogo o pediatra, el cual puede indicar eritromicina etilsuccinato en una dosis de 50 mg/kg de peso corporal/día por vía oral, divididos en 4 tomas diarias durante 14 días.

Para niños que pesan ≥ 45 kg pero tienen menos de 8 años, el pediatra puede recomendar azitromicina 1 g por vía oral en una dosis única. En el caso de los niños con 8 años o más el pediatra puede recomendar azitromicina 1 g por vía oral en dosis única o doxiciclina 100 mg por vía oral 2 veces al día durante 7 días.

Signos de mejoría o empeoramiento

En las personas que presentan síntomas de infección por Chlamydia trachomatis, los signos de mejoría pueden observarse después del segundo o tercer día de tratamiento. No obstante, en personas asintomáticas, puede ser más difícil observar algún signo de mejoría, aunque esto no significa que la persona no esté curándose.

Por esta razón, es importante en estos casos realizar un cultivo microbiológico de la región genital para verificar la presencia o ausencia de la bacteria. Vea cómo reconocer los síntomas de clamidia.

El agravamiento de los síntomas o surgimiento de complicaciones, como la inflamación de los testículos o de las trompas uterinas, por ejemplo, pueden observarse en personas que no realizan el tratamiento de la clamidia de forma correcta.

Posibles complicaciones

Las complicaciones que pueden surgir al no tratar la clamidia de forma correcta son:

  • Infertilidad;
  • Enfermedad inflamatoria pélvica, en el caso de las mujeres;
  • Inflamación de los testículos, llamada epididimitis;
  • Inflamación de la uretra;
  • Adherencias pélvicas;
  • Salpingitis, que corresponde a la inflamación crónica de las trompas uterinas;
  • Dolor pélvico crónico;
  • Embarazo ectópico;
  • Obstrucción de las trompas.

Además de esto, en el hombre también puede surgir el síndrome de Reiter, que se caracteriza por la inflamación de la uretra, lesiones localizadas en los órganos genitales, artritis reactiva y conjuntivitis grave. Además de esto, también puede surgir una enfermedad ocular llamada tracoma que puede causar ceguera irreversible.