Este test de IQ fue desarrollado con base en las matrices progresivas de Raven, una herramienta ampliamente utilizada para evaluar el funcionamiento de diversas áreas del cerebro mediante un proceso de pensamiento complejo conocido como razonamiento abstracto.
Puede ser realizado por adultos y adolescentes mayores de 12 años, independientemente de su país de origen, idioma, nivel educativo o capacidad verbal, ya que se trata de un test no verbal.
Para completarlo, se debe seleccionar la opción que mejor complete el patrón mostrado en la parte superior de cada pregunta. Esta versión del test de coeficiente intelectual, basada en el formato Standard Progressive Matrices (SPM) de Raven, consta de 60 preguntas que deben resolverse en un máximo de 40 minutos. Al finalizar, el resultado se genera automáticamente. Conozca más sobre qué es el IQ y qué mide.
Complete el patrón que aparece en la parte superior de cada pregunta, seleccionando la opción que considere más adecuada:
¿Qué evalúa este test de IQ?
Este test está basado en el modelo de matrices progresivas de Raven, creado en 1936, cuyo objetivo es evaluar el razonamiento abstracto, es decir, la capacidad de identificar relaciones entre patrones, resolver problemas y tomar decisiones lógicas sin necesidad de lenguaje.
Este tipo de razonamiento activa diferentes áreas cerebrales, especialmente en la corteza prefrontal y regiones parietales, lo que hace que el test de Raven sea considerado una de las pruebas más completas para evaluar el IQ. Además, puede aplicarse de manera individual o grupal, facilitando la comparación del rendimiento intelectual dentro de un conjunto de personas.
Para que la comparación entre resultados sea válida, se recomienda que todas las personas realicen el mismo test o uno equivalente estandarizado, ya que distintas pruebas pueden evaluar diferentes habilidades cognitivas, y eso afectaría la comparabilidad de los resultados.
¿Quién puede realizar el test?
Este test está indicado para personas de entre 12 y 65 años, sin importar su origen cultural, idioma, nivel educativo o capacidad verbal. Para niños menores de 12 años o personas mayores con deterioro cognitivo, existen versiones específicas, como las Coloured Progressive Matrices (CPM).
¿Cómo funciona el test?
El test se divide en 5 grupos, cada uno con 12 patrones visuales que deben completarse correctamente. La dificultad aumenta de forma progresiva dentro de cada grupo, desde la primera hasta la última pregunta, por lo que se requiere un nivel cognitivo cada vez mayor.
Al finalizar, las respuestas se comparan con una tabla de puntuación estandarizada, que permite estimar el IQ según la edad del individuo y el número de respuestas correctas. Estas tablas fueron desarrolladas originalmente por Raven y han sido actualizadas en versiones modernas del test.
¿Qué puede influir en el resultado del IQ?
El principal factor que influye en el IQ es la genética, ya que esta determina en gran medida cómo procesa el cerebro la información. Sin embargo, también existen otros factores que pueden afectar el resultado del test y que no son evaluados por esta herramienta, entre ellos:
- Nivel de motivación o deseo de realizar la prueba;
- Presencia de enfermedades crónicas, fatiga o preocupaciones personales;
- País y entorno en el que la persona creció;
- Acceso a una educación de calidad;
- Situación económica y social;
- Ocupación de los padres o entorno familiar.
Diversos factores sociales, ambientales y económicos pueden influir en el resultado del IQ, por lo que este valor no debe considerarse como una medida absoluta o única de la inteligencia, sino como una estimación del rendimiento cognitivo en un contexto específico.