Sudores nocturnos: 12 causas y qué hacer

La sudoración nocturna puede ser causada por estrés, ansiedad, consumo de alimentos termogénicos, temperatura ambiental muy alta, o ser un síntoma de menopausia, diabetes, hipertiroidismo o infecciones.

En general, el sudor nocturno no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, si ocurre con frecuencia o es excesivo y está acompañado de otros síntomas, como pérdida de peso, escalofríos, fiebre, tos o pausas en la respiración durante el sueño, es importante consultar al médico.

En algunos casos, el médico puede recomendar un tratamiento dependiendo de la causa de la sudoración nocturna, que puede incluir el uso de medicamentos antidepresivos, terapia de reemplazo hormonal, control de la diabetes y, en algunos casos, cirugía para detener la sudoración.

Imagem ilustrativa número 1

12 causas de sudoración nocturna

Las principales causas de sudoración nocturna son:

1. Ansiedad o estrés

La ansiedad o el estrés son condiciones en las que la persona suele presentar preocupación y miedo intenso o persistente frente a situaciones cotidianas, causados por la activación del sistema nervioso, que libera adrenalina en el torrente sanguíneo.

Cuando esto ocurre durante la noche, la persona puede despertarse con sudoración nocturna, acompañada de otros síntomas como palpitaciones aceleradas y la sensación de que algo malo puede suceder.

Qué hacer: es importante identificar la causa de la ansiedad o el estrés y contar con el acompañamiento de un psicólogo, quien también puede recomendar la consulta con un psiquiatra para evaluar la necesidad de utilizar medicamentos.

Además, se deben adoptar medidas diarias para reducir la ansiedad o el estrés, como practicar actividad física, respirar lentamente durante una crisis o tomar un té relajante antes de dormir.

Lea también: Estrés y ansiedad: síntomas, diferencias y qué hacer tuasaude.com/es/estres-y-ansiedad

2. Menopausia o síndrome premenstrual (SPM)

Las variaciones en los niveles de estrógeno y progesterona que ocurren en la menopausia o en los períodos premenstruales pueden aumentar la temperatura corporal y provocar episodios de sofocos y sudoración, que en algunos casos se presenta durante la noche.

Qué hacer: si la sudoración nocturna es frecuente o muy intensa, es importante consultar al ginecólogo o endocrinólogo para investigar la causa y definir el tratamiento más adecuado, que puede incluir terapia de reemplazo hormonal u opciones naturales.

3. Andropausia

La andropausia, conocida popularmente como “menopausia masculina”, suele presentarse alrededor de los 50 años debido a la disminución de la producción de testosterona. Conozca qué es la andropausia.

Como consecuencia de esta variación hormonal, algunos hombres pueden experimentar síntomas como cambios en el estado de ánimo, cansancio excesivo, disminución de la libido, sofocos y sudoración nocturna.

Qué hacer: se recomienda acudir al urólogo para evaluar los síntomas y su intensidad. Según el caso, el especialista puede indicar tratamiento con terapia de reemplazo de testosterona.

4. Diabetes

Es frecuente que las personas con diabetes que utilizan insulina presenten episodios de hipoglucemia durante la noche o al despertar, y que no los perciban porque están dormidas. En muchos casos, el único signo evidente es la sudoración excesiva al levantarse.

La hipoglucemia puede causar sudores nocturnos porque activa mecanismos del organismo que liberan hormonas para compensar la falta de glucosa, lo que provoca transpiración, palidez, mareos, palpitaciones y náuseas.

Qué hacer: para prevenir estos episodios, que pueden representar un riesgo para la salud, es fundamental consultar al médico y evaluar la necesidad de ajustar la dosis o el tipo de medicamento utilizado en el control de la diabetes.

Además, es recomendable seguir algunas medidas como: comprobar los niveles de glucosa en sangre antes de dormir y, si están bajos, corregirlos con una merienda saludable; realizar actividad física preferentemente durante el día; no saltarse la cena; y evitar el consumo de bebidas alcohólicas por la noche.

Lea también: Medicamentos para la diabetes tipo 1 y tipo 2 tuasaude.com/es/medicamentos-para-la-diabetes

5. Apnea del sueño

Las personas con apnea del sueño presentan una disminución en la oxigenación de la sangre durante la noche, lo que activa el sistema nervioso y puede provocar sudoración nocturna. Además, este trastorno aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión arterial, arritmias cardíacas y otras enfermedades cardiovasculares.

La apnea del sueño se caracteriza por pausas momentáneas en la respiración o por una respiración muy superficial durante el sueño, lo que ocasiona ronquidos y un descanso poco reparador. Como consecuencia, pueden aparecer síntomas como somnolencia diurna, dificultad para concentrarse, dolores de cabeza e irritabilidad.

Qué hacer: el tratamiento de la apnea del sueño debe ser orientado por un neumólogo, quien puede recomendar el uso de un dispositivo llamado CPAP o, en algunos casos, la realización de una cirugía. Conozca más sobre el tratamiento de la apnea del sueño.

6. Ambientes calientes

Cuando la temperatura corporal aumenta, la transpiración actúa como un mecanismo del organismo para enfriarse y evitar el sobrecalentamiento.

En ambientes muy calurosos o durante las estaciones del año con temperaturas elevadas, es común que se incremente la producción de sudor, que puede presentarse en cualquier momento del día, incluso durante la noche.

Qué hacer: se recomienda ventilar bien la habitación o, si se dispone de ello, utilizar un ventilador o aire acondicionado, encendiéndolo algunos minutos antes de dormir para mantener el ambiente fresco y favorecer un descanso más confortable.

7. Consumo de alimentos para quemar grasa

El consumo de alimentos termogénicos, como pimienta, jengibre, alcohol o cafeína, estimula la región del cerebro que regula la temperatura corporal y acelera el metabolismo, lo que hace que el organismo genere más calor y aumente la producción de sudor.

Por esta razón, cuando se consumen cerca de la hora de dormir, pueden provocar sudoración nocturna.

Qué hacer: se recomienda evitar el consumo de alimentos termogénicos durante la noche y preferir ingerirlos durante el día, para disminuir la probabilidad de presentar sudoración nocturna. Vea cuáles son los alimentos para quemar grasa.

8. Hipertiroidismo

El hipertiroidismo es una enfermedad en la que la glándula tiroides produce cantidades excesivas de la hormona tiroxina, lo que acelera el metabolismo y aumenta la producción de sudor, incluso durante la noche, siendo este un síntoma común de la condición.

Qué hacer: es necesario acudir al médico para realizar análisis de sangre que permitan evaluar los niveles de hormonas tiroideas.

Si se confirma el diagnóstico de hipertiroidismo, es fundamental iniciar el tratamiento más adecuado, que generalmente incluye el uso de medicamentos o, en algunos casos, cirugía. Conozca más sobre cómo se realiza el tratamiento del hipertiroidismo.

9. Infecciones

Algunas infecciones, como tuberculosis, VIH, histoplasmosis, endocarditis, absceso pulmonar y coccidioidomicosis, pueden provocar sudoración nocturna.

Además de la sudoración nocturna, estas infecciones pueden causar otros síntomas como fiebre, pérdida de peso, debilidad, inflamación de los ganglios o escalofríos, que son contracciones y relajaciones rápidas e involuntarias de ciertas partes del cuerpo. Vea otras causas de escalofríos.

Qué hacer: es fundamental acudir al médico lo antes posible para una evaluación adecuada. El tratamiento dependerá del tipo de infección y puede incluir el uso de antibióticos, antifúngicos o antirretrovirales.

10. Uso de medicamentos

Algunos medicamentos pueden provocar sudoración nocturna como efecto secundario. Entre ellos se encuentran ciertos antipiréticos, como el paracetamol, algunos antihipertensivos y algunos antipsicóticos.

Qué hacer: si una persona que utiliza alguno de estos medicamentos presenta episodios de sudoración nocturna, no debe interrumpir el tratamiento por su cuenta.

Es importante consultar al médico que lo recetó para evaluar otras posibles causas antes de considerar suspender el medicamento o cambiarlo por otro.

11. Cáncer

La sudoración nocturna puede ser un síntoma frecuente de ciertos tipos de cáncer, como los linfomas o la leucemia. Sin embargo, en estos casos suelen aparecer otros síntomas, como pérdida de peso, aumento de los ganglios linfáticos, mayor riesgo de sangrado y debilitamiento del sistema inmune.

También puede presentarse sudoración nocturna en personas con algunos tumores neuroendocrinos, como el feocromocitoma o el tumor carcinoide. Estos tumores estimulan la liberación de hormonas que activan la respuesta neurológica, provocando crisis con palpitaciones, sudoración, enrojecimiento facial y aumento de la presión arterial, entre otros síntomas.

Qué hacer: el tratamiento debe ser indicado por un oncólogo y, en algunos casos, el endocrinólogo también puede participar en la evaluación. Dependiendo del tipo de tumor y de la gravedad del cuadro clínico, el tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia y/o radioterapia.

12. Enfermedades neurológicas

Algunas personas pueden presentar alteraciones en el sistema nervioso autónomo, responsable de controlar funciones involuntarias del organismo, como la respiración, los latidos cardíacos, la presión arterial, la digestión o la regulación de la temperatura corporal.

Cuando este sistema no funciona correctamente, se produce disautonomía, es decir, una inmadurez o desregulación que afecta estas funciones involuntarias. Esto puede provocar síntomas como sudoración, desmayos, caídas súbitas de la presión arterial, palpitaciones, visión borrosa, boca seca e intolerancia a ciertas actividades, como mantenerse de pie, levantarse o caminar durante períodos prolongados.

Estas alteraciones pueden deberse a diversas causas, principalmente enfermedades neurológicas como Parkinson, esclerosis múltiple, mielitis transversa, Alzheimer, tumores o traumatismos cerebrales, además de algunas enfermedades genéticas, cardiovasculares o endocrinas.

Qué hacer: si se presentan sudoración nocturna junto con alguno de estos síntomas, lo recomendable es acudir al médico general o al neurólogo, quien podrá indicar los exámenes necesarios para diagnosticar la causa del problema y definir el tratamiento más adecuado.

Cuándo acudir al médico

La sudoración nocturna generalmente no suele ser motivo de preocupación; sin embargo, en algunos casos puede indicar la presencia de una condición que requiera tratamiento. Es importante consultar al médico si se presentan:

  • Fiebre o escalofríos;
  • Tos;
  • Pérdida de peso sin causa aparente;
  • Sudoración nocturna frecuente o excesiva;
  • Sofocos durante el sueño o pausas respiratorias.

Además, en personas con linfoma o VIH, la sudoración nocturna puede ser un indicio de que la enfermedad está evolucionando, por lo que resulta fundamental mantener contacto con el médico y realizar un seguimiento regular. Vea algunas causas de sudoración fría y qué hacer.

Vídeos relacionados

Cómo controlar la ansiedad (con plantas naturales)

08:12 | 94.486 visualizações

Menopausia: qué COMER para aliviar los síntomas

06:24 | 56.982 visualizações

DIETA PARA DIABÉTICOS

03:14 | 312.961 visualizações