Partes de la pierna: huesos, músculos y articulaciones

Las partes de la pierna incluyen los huesos, músculos, tendones, fascia, articulaciones, nervios y vasos sanguíneos, estructuras que trabajan de forma coordinada para permitir el movimiento, mantener la estabilidad y soportar el peso del cuerpo. Estas partes son esenciales para realizar actividades cotidianas como caminar, correr o mantenerse de pie.

Cada una de las estructuras de la pierna cumple una función específica que garantiza su correcto funcionamiento. Cuando alguna de ellas presenta una lesión o alteración, puede afectar a las demás y comprometer la movilidad, la fuerza o el equilibrio corporal. 

Desde el punto de vista anatómico, la pierna corresponde únicamente al segmento comprendido entre la rodilla y el tobillo. No obstante, en el lenguaje habitual, es frecuente que se utilice el término “pierna” para referirse a toda la extremidad inferior, desde la cadera hasta el pie, aunque esta denominación no sea anatómicamente precisa.

partes de la pierna

Partes de la pierna

Las diferentes partes de la pierna son:

1. Huesos

Los huesos de la pierna son fundamentales para el movimiento y la estabilidad del cuerpo. Los principales son:

  • Tibia: es el hueso más grueso y resistente de la pierna, ubicado en la parte interna, y soporta la mayor parte del peso del cuerpo;
  • Peroné: más delgado y situado en el lado externo, ayuda a mantener la estabilidad lateral de la pierna y sirve como punto de anclaje para varios músculos y ligamentos. Además, trabaja junto con la tibia para soportar fuerzas de compresión y torsión;
  • Rótula: es un hueso pequeño que protege la articulación de la rodilla y facilita el movimiento de la pierna. 

Cada uno de estos huesos cumple funciones específicas que garantizan el correcto funcionamiento de la pierna.

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2. Músculos

Los músculos de la pierna son esenciales para realizar movimientos como caminar, correr y saltar, y garantizan la fuerza, la estabilidad y la movilidad de esta zona del cuerpo.

Se distribuyen en distintos compartimentos, que incluyen los músculos de la pantorrilla, así como los de la parte posterior y lateral de la pierna, cada uno con funciones específicas para el correcto funcionamiento de la pierna.

Entre los principales músculos se encuentran:

  • Gastrocnemios: también conocidos como gemelos, los gastrocnemios se encuentran en la parte posterior de la pierna, específicamente en la pantorrilla. Estos músculos permiten la flexión plantar del tobillo y son esenciales para caminar, correr y saltar, además de participar en la flexión de la rodilla.
  • Sóleo: se encuentra entre los huesos de la pierna y los gastrocnemios, con los que trabaja en conjunto para realizar la flexión plantar del pie. Además, colabora en la flexión de la rodilla, por lo que se considera un músculo fundamental para caminar, correr y saltar.
  • Tibial anterior: se ubica en la parte frontal de la pierna, a lo largo de la tibia, y es responsable de la dorsiflexión del pie, es decir, elevar el pie hacia arriba. Además, contribuye a estabilizar el tobillo durante la marcha, facilitando un movimiento más seguro y coordinado.
  • Peroneos: se ubican en el lado externo de la pierna, a lo largo del peroné, y cumplen funciones claves, como estabilizar el tobillo y permitir la torción del pie hacia afuera, lo que resulta esencial para mantener el equilibrio y prevenir lesiones al caminar o correr.

Estos músculos trabajan de manera coordinada para mantener el equilibrio, la fuerza y la movilidad de la pierna.

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3. Tendones

Los tendones de la pierna son estructuras fibrosas que conectan los músculos con los huesos, permitiendo el movimiento de las articulaciones y transmitiendo la fuerza necesaria para actividades como caminar, correr y saltar.

Entre los principales tendones de la pierna se encuentran el tendón patelar, el tibial posterior y el de Aquiles. Este último conecta los músculos gastrocnemios y sóleo de la pantorrilla con el hueso del talón.

El tendón de Aquiles es el tendón más fuerte y grueso del cuerpo, y permite la flexión plantar del pie, fundamental para caminar, correr y saltar. 

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Estos tendones son esenciales para la movilidad y estabilidad de la pierna. Cualquier lesión o inflamación, como la tendinitis, puede afectar seriamente la capacidad de moverse correctamente, por lo que es importante prestar atención a cualquier dolor y buscar tratamiento oportuno.

4. Fascia

La fascia de la pierna es una capa delgada y resistente que recubre y sostiene los músculos, nervios y vasos sanguíneos. Su función principal es mantener la forma y estabilidad de los músculos, además de proteger las estructuras internas de golpes o movimientos bruscos.

Además, juega un papel clave en la distribución de las fuerzas generadas durante el movimiento.

En la pierna se distinguen dos tipos de fascia:

  • Fascia superficial: es la capa externa que cubre los músculos y actúa como amortiguadora;
  • Fascia profunda: cubre los músculos más internos, permitiendo que se deslicen entre sí sin fricción, lo que facilita el movimiento eficiente.

Estas estructuras contribuyen a distribuir las fuerzas generadas durante el movimiento, optimizando la función muscular.

5. Articulaciones

Las articulaciones de la pierna son las uniones entre los huesos que permiten movimientos controlados y precisos, facilitando la movilidad y la estabilidad del cuerpo. La articulaciones de la pierna son:

  • Articulación de la rodilla: une el fémur con la tibia y la rótula, permitiendo la flexión y extensión de la pierna;
  • Articulación del tobillo: conecta la tibia y el peroné con el astrágalo, uno de los huesos del pie. Esta articulación posibilita los movimientos de flexión y extensión del pie, esenciales para mantener el equilibrio y la movilidad;
  • Articulación tibio-peronea: une la tibia con el peroné, proporcionando estabilidad y un leve grado de movimiento que favorece el correcto funcionamiento de la pierna.

En conjunto, estas articulaciones trabajan de forma coordinada para permitir el movimiento de la pierna y soportar el peso del cuerpo durante las actividades diarias.

6. Nervios

Los nervios de la pierna son fundamentales para el movimiento y la sensibilidad. A través del sistema nervioso, se envían señales desde el cerebro hacia los músculos para realizar movimientos coordinados, y al mismo tiempo, se transmiten señales sensoriales desde la pierna hacia el cerebro, lo que permite percibir sensaciones como el dolor, la presión o la temperatura.

Sin el funcionamiento adecuado de los nervios, los músculos no podrían moverse y la piel perdería la capacidad de percibir sensaciones como el tacto, la temperatura o el dolor.

Los principales nervios de la pierna son el nervio ciático, que es el más grande del cuerpo y se extiende desde la columna hasta el dedo gordo del pie; el nervio tibial, que recorre la parte posterior de la pierna; y el nervio peroneo, que se ramifica hacia la parte lateral y frontal de la pierna.

7. Vasos sanguíneos

Los vasos sanguíneos de la pierna son esenciales para llevar oxígeno y nutrientes a los músculos, huesos y tejidos, además de devolver la sangre al corazón. Este sistema está compuesto por arterias, venas y capilares, que trabajan en conjunto para mantener una buena circulación.

Las arterias, como la femoral, la poplítea y las tibiales, transportan sangre oxigenada desde el corazón hacia los tejidos de la pierna. Por su parte, las venas recogen la sangre con menos oxígeno y la devuelven al corazón.

Dentro de las venas se encuentran las válvulas venosas, estructuras que cumplen una función esencial: evitar que la sangre fluya hacia atrás y facilitar su retorno al corazón, incluso en contra de la gravedad.