La parálisis cerebral infantil es una alteración neurológica que ocurre en el cerebro en desarrollo y que puede afectar el control de los movimientos, la postura y la coordinación. También puede influir en el habla y la masticación y, en algunos casos, estar asociada con discapacidad intelectual.
Entre sus causas se encuentran la falta de oxígeno durante el parto, las hemorragias cerebrales, las infecciones durante el embarazo o ciertas alteraciones genéticas.
El tratamiento debe ser indicado por el pediatra o neurólogo y varía según el área del cerebro afectada, pudiendo incluir medicamentos, fisioterapia, terapia del lenguaje y terapia ocupacional.
Principales síntomas
Los principales síntomas de la parálisis cerebral incluyen:
- Retrasos en el desarrollo;
- Problemas motores, como fuerza, coordinación y movimientos involuntarios;
- Convulsiones;
- Dificultad para masticar, comer y tragar;
- Exceso de saliva;
- Retraso en el lenguaje o problemas en el habla;
- Dificultades intelectuales o de aprendizaje;
- Problemas de visión, ceguera o movimientos anormales en los ojos;
- Dificultad respiratoria;
- Sensibilidad excesiva al tacto o al dolor;
- Problemas en la vejiga o el intestino, como incontinencia urinaria o estreñimiento;
- Trastornos del comportamiento.
Los síntomas de la parálisis cerebral infantil generalmente aparecen en los primeros 2 a 3 años de vida, variando de leves a graves.
Pueden cambiar con el tiempo y dependen del área del cerebro afectada.
Se recomienda acudir al pediatra cuando la niña o el niño presente alguno de los síntomas de parálisis cerebral infantil, para que se realice el diagnóstico e inicie el tratamiento más adecuado.
Cómo se confirma el diagnóstico
El diagnóstico de parálisis cerebral infantil es realizado por el pediatra a través de la historia clínica, la evaluación física, los síntomas presentados por la niña o el niño y un examen neurológico completo.
Para confirmar el diagnóstico, el médico puede solicitar una resonancia magnética, que ayuda a identificar posibles alteraciones en el cerebro.
En algunos casos, pueden indicarse ultrasonido craneal, electroencefalograma, análisis de sangre y evaluación genética para descartar otras enfermedades que pueden parecerse a la parálisis cerebral infantil.
El pediatra puede derivar a la niña o al niño a otros especialistas, como oftalmólogo, otorrinolaringólogo o neurólogo, para investigar otras condiciones asociadas a la parálisis cerebral.
Tipos de parálisis cerebral
Los principales tipos de parálisis cerebral son:
1. Parálisis cerebral espástica
La parálisis cerebral espástica es el tipo más común y se caracteriza por la rigidez muscular, reflejos aumentados y dificultad para controlar movimientos como caminar, cruzar las piernas o sostener objetos.
En la mayoría de los casos, la capacidad cognitiva se mantiene conservada.
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La parálisis cerebral discinética se caracteriza por movimientos involuntarios que afectan la coordinación motora.
Estos movimientos pueden ser lentos, rápidos, en espasmos o con torsiones en brazos, piernas y manos, lo que dificulta actividades básicas como sentarse, caminar, hablar y tragar.
En algunos casos, también se ven comprometidos el rostro y la lengua, lo que interfiere con el habla y la alimentación.
Asimismo, pueden presentarse problemas de audición. En este tipo de parálisis cerebral, la capacidad cognitiva suele estar comprometida.
3. Parálisis cerebral atáxica
La parálisis cerebral atáxica es el tipo menos frecuente y se caracteriza por temblores, movimientos descoordinados y dificultades en el equilibrio, lo que afecta especialmente la marcha. En estos casos, las niñas y los niños suelen caminar con las piernas separadas.
Lea también: Ataxia: qué es, síntomas, tipos, causas y tratamiento tuasaude.com/es/ataxiaAdemás, este tipo de parálisis cerebral dificulta la realización de actividades que requieren movimientos finos, como tomar objetos pequeños o escribir.
4. Parálisis cerebral mixta
La parálisis cerebral mixta se presenta cuando la niña o el niño manifiesta síntomas de más de un tipo de parálisis cerebral, siendo más frecuente la combinación de las formas espástica y discinética.
En estos casos, algunos músculos pueden encontrarse contraídos, mientras que otros están más relajados, lo que da lugar a una mezcla de rigidez muscular y movimientos involuntarios.
Posibles causas
Las principales causas de parálisis cerebral infantil son:
- Malformación en el cerebro;
- Factores genéticos;
- Infecciones durante el embarazo, como rubéola, herpes, sífilis, toxoplasmosis o virus del Zika;
- Hemorragia intracraneal del feto en el útero o después del nacimiento;
- ACV del feto;
- Prematuridad;
- Falta de oxigenación durante el parto;
- Hipoglucemia neonatal;
- Ictericia grave;
- Infecciones neonatales, como meningitis, sepsis, vasculitis o encefalitis;
- Traumatismo craneal en la infancia.
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de parálisis cerebral infantil, como bajo peso al nacer, embarazo múltiple y restricción del crecimiento dentro del útero.
Además, el uso de drogas durante el embarazo, la preeclampsia, problemas en la placenta, aspiración de meconio y complicaciones durante el parto también pueden provocar parálisis cerebral.
Cómo se realiza el tratamiento
Los principales tratamiento de la parálisis cerebral infantil indicados por el médico son:
1. Uso de medicamentos
Los medicamentos para parálisis cerebral infantil son indicados por el neurólogo para ayudar a disminuir la rigidez y los espasmos musculares, como relajantes musculares orales o aplicación de bótox en el músculo o el nervio.
Además, el bótox también puede aplicarse en las glándulas salivales para reducir la producción excesiva de saliva.
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La fisioterapia consiste en ejercicios indicados por el fisioterapeuta, cuyo objetivo es fortalecer los músculos y mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio, la coordinación motora y la respiración.
En algunos casos, ciertos ejercicios pueden realizarse en casa, para ayudar en el habla, deglución y mejorar la respiración, bajo la orientación del especialista.
3. Terapia ocupacional
La terapia ocupacional en la parálisis cerebral es fundamental para mejorar la calidad de vida y ayudar a los niños a ganar independencia en las actividades de la vida diaria, tanto en casa como en la escuela, como comer, vestirse o caminar.
Durante las sesiones, el profesional guía en el uso de equipos de apoyo, como cubiertos adaptados, andadores o sillas de ruedas, que facilitan la realización de estas tareas y contribuyen al desarrollo de habilidades motoras y funcionales.
4. Fonoaudiología
La fonoaudiología o terapia del habla está indicada para mejorar la comunicación y el desarrollo del habla, incluyendo el aprendizaje del lenguaje de señas, y para tratar dificultades en la alimentación y la deglución.
El trabajo del fonoaudiólogo contribuye al desarrollo de habilidades de comunicación efectivas y a la autonomía en actividades cotidianas, favoreciendo la integración de la niña o el niño en la escuela y en la vida diaria.
5. Cirugía ortopédica
La cirugía ortopédica en la parálisis cerebral puede ser indicada por el médico para corregir deformaciones en los huesos o articulaciones causadas por la rigidez muscular.
Además, ayuda a aliviar el dolor y mejorar el movimiento y la funcionalidad de la zona afectada, favoreciendo la autonomía en las actividades diarias.
6. Uso de órtesis o asistentes de marcha
Las órtesis y asistentes de marcha en la parálisis cerebral infantil son herramientas que favorecen la independencia, facilitan el movimiento y mejoran la comunicación en el día a día.
Entre los principales dispositivos se incluyen las órtesis, como botas ortopédicas y corsés, que ayudan a posicionar correctamente brazos, piernas o columna.
También se utilizan tecnologías de asistencia, como dispositivos de comunicación, sistemas con lectura ocular y teclados adaptados, que facilitan la interacción, el aprendizaje y la participación en actividades escolares y sociales.
Además, algunos niños pueden necesitar asistentes de marcha, como andadores, muletas o bastones, para facilitar el desplazamiento y mantener la independencia en las actividades diarias.
¿La parálisis cerebral tiene cura?
La parálisis cerebral infantil no tiene cura, ya que es causada por una lesión permanente en el cerebro.
Sin embargo, la lesión no empeora con el tiempo, y mientras más temprano comience el tratamiento, mayores son las posibilidades de mejorar la calidad de vida y la autonomía de la persona.