Microalbuminuria: qué es, causas y cómo tratarla

Actualizado en abril 2023

La microalbuminuria es la pérdida de pequeñas cantidades de albúmina a través de la orina. Esta es una proteína que desempeña diversas funciones en el organismo y, en condiciones normales, solo una pequeña fracción es eliminada en la orina, pues es una proteína de gran tamaño que no puede ser filtrada por los riñones.

Los niveles normales de albúmina en la orina deben ser por debajo de 30 mg en 24 horas. No obstante, cuando se determinan niveles entre 30 y 300 mg en 24 horas se considera microalbuminuria y la presencia de esta proteína puede ser un indicio de la existencia de una lesión en los riñones. Conozca las causas de la albuminuria y cómo es el tratamiento.

La microalbuminuria puede ocurrir cuando hay cambios en el organismo que alteran la tasa de filtración glomerular, la permeabilidad y la presión dentro del glomérulo, que es una estructura ubicada en los riñones. Estos cambios favorecen la filtración de la albúmina, que acaba por ser eliminada en la orina. E

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Principales causas

Las principales causas de microalbuminuria son: 

1. Diabetes

Las personas con diabetes descompensada o no controlada presentan grandes cantidades de azúcar en la sangre, esta condición ocasiona inflamación y lesiones en los riñones, pudiendo alterar su funcionamiento normal, favoreciendo el surgimiento de albúmina en la orina.

Además, la presencia de microalbuminuria es un signo temprano de nefropatía diabética, una complicación de la diabetes que suele ocasionar insuficiencia renal crónica.

2. Hipertensión

El aumento de la presión arterial puede favorecer el desarrollo de lesiones en los riñones que pueden resultar, a lo largo del tiempo, en insuficiencia renal crónica. Esto ocurre debido a que la presión arterial estrecha los vasos sanguíneos del organismo, incluyendo los renales, por lo que no permite la correcta circulación sanguínea y, a su vez, su buena oxigenación, haciendo que los riñones dejen de filtrar adecuadamente la sangre y eliminar los desechos tóxicos del organismo a través de la orina.

Además, los riñones dañados tampoco ayudan a mejorar la presión arterial, pues cuando están sanos, las glándulas suprarrenales producen aldosterona, una hormona que ayuda al cuerpo a regular la presión arterial. El daño renal y la presión arterial alta no controlada contribuyen a este círculo vicioso. A medida que más arterias se bloquean y dejan de funcionar, los riñones finalmente fallan.

3. Enfermedades cardiovasculares

 Las enfermedades cardiovasculares pueden afectar el funcionamiento de los riñones, principalmente la insuficiencia cardíaca, pues al corazón no bombear bien la sangre, este se congestiona, lo que provoca que se acumule presión en la vena principal conectada a los riñones y que también se congestione la sangre en los riñones, esto causa alteración en la permeabilidad de los vasos, lo que podría favorecer la filtración de esta proteína y su eliminación en la orina.

4. Insuficiencia renal crónica

La insuficiencia renal crónica es una enfermedad en la que se altera la actividad de los riñones, lo que puede estimular la liberación de albúmina en la orina, ocasionando síntomas como orina espumosa, náuseas, vómitos, calambres e hinchazón en los pies y tobillos. Conozca qué es la insuficiencia renal crónica.

5. Alimentación rica en proteínas

 Una alimentación rica en proteínas puede ocasionar una sobrecarga de los riñones, aumentando la presión en el glomérulo y favoreciendo la eliminación de albúmina en la orina. Los glomérulos son unas estructuras que se encuentran en los riñones que se encargan de filtrar la sangre.

6. Glomerulonefritis

La glomerulonefritis es la inflamación del glomérulo, que es la estructura de los riñones encargada de filtrar la sangre, eliminando las toxinas y sustancias que se encuentran en exceso en el organismo a través de la orina. Esta inflamación puede ser causada por una infección con bacterias, virus o ser consecuencia de diabetes, enfermedades autoinmunes o hipertensión, por ejemplo, ocasionando la presencia de proteínas en la orina, orina más oscura e hinchazón del rostro y de las piernas.

Cómo se diagnostica

La microalbuminuria es diagnosticada a través de un examen general de orina, que no suele indicar la cantidad de albúmina pero si la presencia de proteínas en la orina.

En los casos donde el nefrólogo lo considere necesario, podrá indicar un examen de orina de 24 horas, en el que se recolecta la orina durante un día en un recipiente y luego es analizada en el laboratorio para verificar la cantidad de albúmina excretada en la orina. Cuando se determinan niveles entre 30 y 300 mg de albúmina en 24 horas se considera microalbuminuria.

En caso de que se verifique la presencia de este problema, el médico general o nefrólogo puede indicar la repetición del examen al cabo de 3 meses con el objetivo de confirmar esta condición.

Además de esto, también podría solicitar otros exámenes para determinar cuál es la posible causa de la microalbuminuria, como por ejemplo: una ecografía renal, una tomografía computarizada e incluso una biopsia de riñón. También podría sugerir otros exámenes de sangre para calcular la tasa de filtración glomerular, que permite conocer cómo se encuentra el funcionamiento de los riñones.

Cómo tratar la microalbuminuria

El tratamiento de la microalbuminuria deberá ser indicado por el nefrólogo, pues este dependerá de la causa que esté originando este problema, permitiendo evitar que ocurran lesiones más graves en los riñones que puedan interferir en su buen funcionamiento.

De esta forma, si la microalbuminuria es consecuencia de diabetes o hipertensión, por ejemplo, el médico puede indicar el uso de medicamentos que ayuden a tratar estas condiciones, aparte de recomendar la realización del control de los niveles de glucosa y de presión sanguínea regularmente.

Asimismo, en caso de que la microalbuminuria sea consecuencia del consumo excesivo de proteínas, es importante que la persona consulte a un nutricionista para que se realicen cambios en la alimentación con la finalidad de evitar la sobrecarga de los riñones.