Cuando una personas se enamora de su secuestrador se denomina síndrome de Estocolmo, también conocido como vínculo traumático o apego coaccionado en contextos de secuestro o violencia con control.
Este síndrome se manifiesta cuando la víctima desarrolla sentimientos de apego o confianza hacia el agresor, como resultado de amenazas, aislamiento y miedo constante, funcionando como un mecanismo de supervivencia. Conozca más sobre el síndrome de Estocolmo.
El vínculo traumático puede relacionarse con síntomas de estrés postraumático, y experiencias previas de maltrato o inseguridad emocional aumentan la probabilidad de que ocurra.
Se debe buscar atención médica si, tras una situación de secuestro o violencia, aparecen recuerdos intrusivos, insomnio o ansiedad intensa. Un psicólogo o psiquiatra especializado en trauma puede orientar el tratamiento adecuado.
Se recomienda buscar ayudar con profesional de salud mental, como psicólogo o psiquiatra si, tras una situación de secuestro o violencia, se presentan recuerdos intrusivos, insomnio o ansiedad intensa.