El autismo puede ser hereditario, ya que la genética tiene un papel importante en el desarrollo de este trastorno. Se estima que entre el 50 % y el 90 % de los casos de autismo están relacionados con la herencia familiar.
Estudios realizados con gemelos y familias muestran que los genes son el principal factor de riesgo. Sin embargo, no existe un único gen responsable, sino varios genes que pueden estar involucrados, lo que hace que la herencia sea compleja.
Además de los factores genéticos, algunos factores del ambiente también pueden influir, aunque en menor medida.
Es importante consultar a un médico especialista, como un neurólogo o psiquiatra infantil, para entender mejor cada caso. Cada persona con autismo es única y necesita una evaluación individual.