33 semanas de embarazo equivalen a la segunda semana del octavo mes de gestación. En esta etapa, la mujer se encuentra en el tercer trimestre, un periodo caracterizado por importantes cambios en el cuerpo de la madre y en el desarrollo final del bebé.
A partir de la semana 33, el bebé ya tiene los huesos formados, aunque todavía son blandos, y continúa ganando peso y acumulando grasa corporal. Además, está cada vez más preparado para el nacimiento, por lo que es posible que ya esté colocado cabeza abajo y que reaccione con mayor intensidad a los sonidos del entorno. Conozca cómo es el desarrollo del bebé a las 33 semanas.
Es común que la embarazada sienta más cansancio, falta de aire, acidez y hinchazón, especialmente en piernas, manos y rostro. Estos síntomas son normales en la recta final de la gestación, pero es importante estar atenta si la hinchazón aparece de forma repentina o se acompaña de un aumento de peso muy rápido, ya que podría ser un signo de preeclampsia.
Durante el tercer trimestre, los controles con el obstetra deben ser más frecuentes. Solo el médico puede evaluar la salud de la madre y del bebé, detectar posibles complicaciones y orientar sobre los preparativos para el parto.