La rinitis alérgica no tiene cura definitiva, pero el tratamiento con inmunoterapia puede ayudar a aliviar los síntomas. Este tratamiento consiste en exponer al cuerpo a pequeñas dosis del alérgeno para reducir la reacción alérgica a largo plazo.
La inmunoterapia ayuda a disminuir estornudos, congestión y secreción nasal, al mismo tiempo que reduce el riesgo de que la rinitis alérgica evolucione hacia asma u otras complicaciones respiratorias, aunque requiere seguimiento médico especializado para garantizar su eficacia y seguridad.
Además, los antihistamínicos y corticoides nasales controlan los síntomas y mejoran la calidad de vida diaria, aunque no modifican la evolución de la enfermedad. Conozca más sobre la rinitis alérgica.
Se recomienda acudir al alergólogo cuando los síntomas de rinitis alérgica son intensos o persisten, para evaluar la indicación de inmunoterapia y lograr un control de los síntomas más duradero.