Las medias de compresión sirven para mejorar la circulación sanguínea al ejercer una presión en las piernas. Están indicadas para prevenir o tratar las varices, así como otras afecciones venosas, como la insuficiencia venosa crónica y el linfedema.
Existen diferentes tipos de medias de compresión, que varían según el grado de presión y la altura. Algunas cubren solo los pies, otras llegan hasta el muslo y otras cubren toda la pierna y el abdomen.
Por ello, es fundamental que las medias de compresión sean siempre indicadas por un médico o enfermero, dependiendo de la necesidad terapéutica.

Para qué sirven
Las medias de compresión son un tratamiento efectivo para mejorar la circulación sanguínea al ejercer una presión graduada en las piernas.
Esta presión ayuda a que la sangre fluya de manera más eficiente hacia el corazón, reduciendo la hinchazón y la sensación de pesadez.
Cuándo son indicadas
Las medias de compresión pueden ser indicadas en las situaciones que se mencionan a continuación:
- Insuficiencia venosa crónica, con o sin úlceras;
- Varices;
- Antecedentes de trombosis;
- Trombosis venosa profunda;
- Síndrome postrombótico;
- Linfedema;
- Embarazo;
- Postoperatorio, principalmente en los casos donde la persona debe permanecer todo el día sentada o acostada;
- Personas mayores, ya que la circulación sanguínea está más comprometida;
- Sensación de pesadez, dolor o hinchazón en las piernas.
Además, el uso de las medias de compresión puede indicarse en personas que pasan la mayor parte del día sentadas o de pie, ya que también puede comprometer la circulación sanguínea.
Otras situaciones en que el uso de medias compresivas puede sugerirse es en viajes largos, porque la persona permanece muchas horas sentada.
Vea en el vídeo a continuación cómo tener un viaje cómodo, incluso si sufre de hinchazón en las piernas y pies:
10 Consejos para sobrevivir al viaje
02:50 | 25.793 visualizaçõesTipos de medias de compresión
Existen diferentes tipos de medias de compresión, que varían según el grado de presión y la altura, como se indica a continuación:
- Clase 1 o compresión baja: poseen una presión de menos de 20 mm Hg.
- Clase 2 o compresión media: poseen una presión entre 20 y 30 mm Hg.
- Clase 3 o compresión alta: poseen una presión mayor a 30 mm Hg.
Estos grados de compresión pueden variar de un país a otro.
Las medias de baja compresión son útiles para prevenir problemas circulatorios en personas con riesgo, mientras que las de alta compresión se utilizan en casos más graves, como en el tratamiento de las varices o el edema.
La presión general se ve afectada por factores como la elasticidad y rigidez del material de la media, el tamaño y la forma de las piernas de la persona, así como los movimientos y actividades que desarrolla a lo largo del día.
Además, las medias de compresión también pueden tener diferentes longitudes: algunas cubren solo los pies, otras llegan hasta el muslo y otras cubren toda la pierna y el abdomen, dependiendo de la necesidad terapéutica.
Cómo usar las medias
Colocarse las medias en la mañana al levantarse y luego deben ser retiradas antes de acostarse a dormir.
Contraindicaciones
Las medias de compresión están contraindicadas en las situaciones a continuación:
- Isquemia;
- Insuficiencia cardíaca no controlada;
- Infecciones o heridas en las piernas o en las regiones cubiertas con las medias;
- Infecciones en la piel;
- Alergia a los materiales de fabricación de las medias.
Por otra parte, aunque estas medias estén indicadas para situaciones donde sea necesario pasar gran parte del día sentado o acostado, estas no lo son para personas en cama que se encuentren incapaces de levantarse, debido a que pueden aumentar el riesgo de formación de coágulos.
Posibles efectos secundarios
A pesar de que el uso de medias de compresión es usualmente seguro, algunos efectos adversos que pueden presentarse son reacciones alérgicas en la piel y, en raros casos, necrosis de la piel.