Klebsiella pneumoniae: síntomas, cómo se contagia y tratamiento

Klebsiella pneumoniae es una bacteria que puede causar complicaciones como neumonía, infección urinaria, septicemia, endocarditis y meningitis.

La infección por Klebsiella pneumoniae se considera grave y puede provocar síntomas como fiebre, dolor en el pecho, dificultad para respirar y tos seca o con flema roja.

Klebsiella pneumoniae tiene cura y el tratamiento debe realizarse por un equipo multidisciplinario, mediante hospitalización, uso de medicamentos antibióticos y fisioterapia.

Síntomas de Klebsiella pneumoniae

Los principales síntomas de Klebsiella pneumoniae son:

• Dolor en el pecho;
• Fiebre;
• Tos seca o con flema roja similar a "gelatina de grosella";
• Dificultad para respirar;
• Malestar general.

En algunos casos, Klebsiella pneumoniae también puede causar septicemia, una respuesta exagerada del cuerpo que provoca presión arterial baja, aumento de la frecuencia cardíaca, dificultad respiratoria y confusión mental, especialmente cuando la infección no se trata.

Además, en casos más raros, Klebsiella pneumoniae puede diseminarse a través de la sangre, causando meningitis y endocarditis.

Klebsiella pneumoniae en orina

Klebsiella pneumoniae en la orina indica la presencia de esta bacteria en las vías urinarias, lo que puede señalar una infección urinaria, causando dolor y ardor al orinar, orina oscura y con olor fuerte, aumento de la frecuencia urinaria y sensación de peso en la vejiga.

Esta infección puede afectar principalmente a personas hospitalizadas, con enfermedades crónicas, sistema inmunológico comprometido o que utilizan catéter urinario.

¿Klebsiella pneumoniae en la orina es grave?

En algunos casos, la infección urinaria por Klebsiella pneumoniae puede ser grave, ya que algunas cepas son resistentes a varios antibióticos, lo que dificulta el tratamiento y aumenta el riesgo de complicaciones como infección renal, septicemia y fallo renal.

Cómo se contagia

El contagio por Klebsiella pneumoniae ocurre por contacto con saliva y otras secreciones de personas infectadas, mediante el uso compartido de objetos contaminados o por el consumo de alimentos contaminados.

Esta bacteria también puede propagarse en ambientes hospitalarios a través de las manos contaminadas del personal de salud y de equipos médicos contaminados.

Algunos factores que aumentan el riesgo de esta infección incluyen:

• Hospitalización en terapia intensiva;
• Uso prolongado de dispositivos médicos invasivos, como catéteres;
• Medidas inadecuadas de control de infecciones;
• Uso prolongado de antibióticos de amplio espectro.

Las personas con el sistema inmunológico comprometido, especialmente personas alcohólicas y con diabetes, así como niños y adultos mayores, también presentan mayor riesgo de infección y complicaciones por Klebsiella pneumoniae.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la infección por Klebsiella pneumoniae lo realiza el infectólogo o el médico general, mediante la evaluación física, el análisis de los síntomas y la revisión del historial de salud de la persona.

Además, si se sospecha una infección urinaria por Klebsiella pneumoniae, puede solicitarse un análisis general de orina (EGO), así como un urocultivo con antibiograma, con el fin de identificar la bacteria y conocer su perfil de resistencia y sensibilidad a los antibióticos.

Klebsiella pneumoniae carbapenemase

Klebsiella pneumoniae carbapenemasa, conocida como KPC, es una superbacteria resistente a la mayoría de los antibióticos, lo que dificulta el tratamiento.

Este subtipo de Klebsiella pneumoniae es más común en hospitales, afectando principalmente a personas hospitalizadas por periodos prolongados, niños, adultos mayores y personas con el sistema inmunológico debilitado por enfermedades.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la infección por Klebsiella pneumoniae debe ser realizado por un equipo multidisciplinario, incluyendo infectólogo, farmacéutico, neumólogo y fisioterapeuta, mediante hospitalización y uso de medicamentos antibióticos.

El tipo de antibiótico varía según las características de la bacteria. El médico puede indicar carbapenémicos, cefalosporinas de tercera o cuarta generación, aztreonam, polimixinas, fosfomicina y aminoglucósidos, que pueden utilizarse de forma combinada.

Como muchas personas con esta infección permanecen encamadas, el médico puede indicar sesiones de fisioterapia para mejorar la movilidad y evitar la rigidez muscular y articular.

Cómo prevenir

Algunas recomendaciones que ayudan a prevenir la transmisión de Klebsiella pneumoniae son:

• Lavar bien las manos antes de preparar y consumir alimentos, después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar;
• Lavar las manos antes y después de tener contacto con pacientes en el hospital;
• Utilizar guantes y mascarilla al tener contacto con personas infectadas;
• No compartir objetos con personas que tengan la infección;
• Limpiar y desinfectar las superficies cercanas a la persona infectada.

La infección por Klebsiella pneumoniae puede ocurrir debido al uso inadecuado de antibióticos. Por eso, este medicamento solo debe utilizarse bajo prescripción médica y por el tiempo de tratamiento indicado, incluso si hay mejoría de los síntomas.