Cuello uterino incompetente: síntomas y tratamiento

Actualizado en octubre 2022

La insuficiencia cervical, conocida también como incompetencia o insuficiencia del cuello uterino, es cuando el cuello del útero comienza a dilatarse antes de tiempo y sin generar contracciones, midiendo menos de 2,5 cms. Por lo general, esta situación ocurre hacia el final del primer trimestre del embarazo, pudiendo ocasionar algunas complicaciones, como aumento del riesgo de aborto o provocar un parto prematuro.

El cuello uterino es la parte final del útero y está formado por un tejido cartilaginoso que separa el cuerpo del útero de la vagina. El cuello uterino posee una pequeña abertura, que se abre permitiendo la salida de la menstruación y la entrada de los espermatozoides, pero normalmente se encuentra totalmente cerrado.

Durante el embarazo, se espera que este completamente cerrado, para que el bebé pueda crecer adecuadamente y solamente en el final del embarazo debería disminuir de tamaño abriéndose gradualmente hasta permitir el paso del bebé en el alumbramiento. 

Imagem ilustrativa número 1

Principales síntomas

La insuficiencia cervical no genera síntomas y, por este motivo, solo se puede descubrir durante una ultrasonografía. Algunas situaciones que favorecen esta insuficiencia son:

  • Antecedentes de aborto o parto prematuro anterior;

  • Haber realizado una conización del cuello del útero;

  • Dilatación del cuello del útero durante un curetaje uterino.

El médico identifica que el cuello del útero es incompetente cuando este mide menos de 2,5 cm en cualquier etapa del embarazo.

Cómo se realiza el diagnóstico

Los exámenes que pueden identificar esta alteración son la ecografía transvaginal realizada en la 13ª semana de embarazo o la ecografía morfológica realizada en la semana 20 de embarazo. Aunque es menos común, el médico puede realizar otra prueba llamada vela de hegar número 8.

Cómo prevenir la insuficiencia del cuello del útero

No existe ninguna forma de evitar la insuficiencia del cuello del uterino, pero realizar exámenes ginecológicos anualmente y seguir el cuidado prenatal durante el embarazo, son las mejores maneras de descubrir cualquier cambio en el aparato reproductivo, mediante la realización de cualquier tratamiento que sea necesario.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento debe ser indicado por el obstetra que acompaña el embarazo y tiene como objetivo posponer al máximo el nacimiento del bebé, pudiendo ser realizado con:

  • Uso de progesterona vía vaginal, el cual puede ser aplicado a diario, un medicamento ejemplo es el utrogestan;
  • Permanecer en reposo, acostada lo máximo posible, para disminuir la presión del bebé sobre el cuello del útero;
  • Tomar corticosteroides para madurar los pulmones del bebé, disminuyendo el riesgo de complicaciones pulmonares, si el bebé nace antes de la fecha prevista;
  • Cerclaje el cual es un procedimiento quirúrgico que consiste en cerrar el cuello del útero con el uso de suturas, esto permite reforzar el cuello uterino. 

Este procedimiento se puede realizar de emergencia con anestesia raquídea y sedación, pero su realización está más indicado entre la 12 y 20 semanas de embarazo. Sin embargo, solo se debe realizar en mujeres que no tienen ninguna infección y aún así posee algunos riesgos como infección uterina, rotura del saco amniótico o podría generar contracciones, que pueden dar lugar al parto.