La falta de vitamina A (DVA) en el organismo repercute principalmente a nivel de la salud visual, pudiendo causar problemas como xeroftalmía y ceguera nocturna. Esta vitamina es necesaria para la producción de ciertos pigmentos visuales para ver el espectro de la luz.
Además de esto, su déficit también puede originar problemas en la piel, disminución del sistema inmune, retraso en el crecimiento y problemas de reproducción, causada principalmente por la ingestión inadecuada de alimentos ricos en betacarotenos o en esta vitamina. Los daños causados por la falta de vitamina A son reversibles, por ello el tratamiento se basa en la suplementación y en el aumento de sus fuentes alimenticias.

La deficiencia de vitamina A puede causar algunos problemas como:
1. Xeroftalmía
La xeroftalmía es una enfermedad progresiva donde ocurre un engrosamiento del tejido recubre el ojo y la superficie externa ocular se seca, siendo una importante causa de ceguera. Los principales síntomas son sensación de ardor en los ojos, dificultad para enfocar en ambientes más oscuros y ojos secos.
A medida que le enfermedad avanza, puede causar lesiones y úlceras en la córnea, que pueden observarse como unas pequeñas manchas blancas en el ojo, conocidas como manchas de Bitot, y que si no son tratadas pueden causar ceguera.
2. Ceguera nocturna
La ceguera nocturna es una complicación de la xeroftalmía, donde la persona tiene dificultad para enfocar en ambientes con poca luz, especialmente cuando se pasa de un ambiente con mucha luz para otro más oscuro. Sin embargo, las personas pueden tener una visión completamente normal durante el día.
Esta dificultad para enfocar puede ocurrir cuando los niveles de un pigmento de los receptores de la retina, conocido como rodopsina, están disminuidos, afectando la capacidad del ojo para procesar los objetos con poca luz.
3. Resequedad en la piel
La falta de vitamina A puede producir hiperqueratosis folicular, esto genera tapones de queratina que bloquean los folículos pilosos de la piel, causando su engrosamiento. Este bloqueo hace que la piel quede como "piel de gallina", además de volverse seca, escamosa y aspera. La hiperqueratosis suele comenzar en los antebrazos y en los muslos, y a medida que el tiempo va pasando se va extendiendo por el resto del cuerpo.
4. Retraso en el crecimiento
La falta de vitamina A puede causar retrasos en el crecimiento, debido a que perjudica el desarrollo de los huesos y del organismo. Además de esto el DVA puede causar alteraciones en el gusto y en el olfato, esto hace con que los alimentos no sean procesados de igual forma a nivel de los sentidos, causando también falta de apetito.
5. Problemas de fertilidad
La vitamina A es necesaria para la reproducción tanto en hombres como en mujeres, así como para el desarrollo adecuado del feto durante el embarazo. Además de esto, la deficiencia de esta vitamina está relacionada con abortos espontáneos.
6. Afecta el sistema inmune y la cicatrización
El sistema inmune se ve perjudicado cuando hay falta de vitamina A, debido a que afecta los linfocitos T que son células que median la respuesta inmune, aumentando el riesgo de contraer infecciones bacterianas, virales o parasitarias, principalmente a nivel respiratorio.
Además de esto, esta vitamina actúa en el proceso de producción de colágeno, por lo que su déficit podría alterar el proceso de cicatrización de lesiones.
Qué puede causar deficiencia de vitamina A

La principal causa de este deficiencia es una adecuada ingesta de alimentos ricos en vitamina A, como zanahorias, huevos, el brócolis y el hígado de res, por ejemplo. Asimismo, otros problemas como fibrosis, alcoholismo y trastornos del hígado también podrían causar un déficit.
Además de esto, como la vitamina A es liposoluble, una mala absorción de grasas a nivel intestinal puede hacer con que esta vitamina no se absorba correctamente generando su déficit, este tipo de situación se puede presentar en individuos con cirugía bariátrica, postoperatorio intestinal, enfermedades inflamatorias intestinales, síndrome de intestino corto, obstrucción biliar y en la pancreatitis, por ejemplo.
Cómo se diagnostica
Por lo general, se sospecha de un déficit de vitamina A en niños y adultos que se encuentren con un estado de malnutrición o en personas que tengan factores de predisposición, donde el médico evaluará los signos y síntomas presentes.
Además de esto, el médico podrá solicitar la realización de un examen de sangre como el retinol sérico, donde valores inferiores a 20 mcg/dL indica DVA, y valores inferiores de 10 mcg/dL indican una carencia grave.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento se basa en el aumento de la ingesta de alimentos ricos en esta vitamina, así como a través de su suplementación oral, de manera de reducir el riesgo de mortalidad. Es importante que durante el tratamiento el individuo esté bajo la orientación tanto de un médico como de un nutricionista, para asegurar que el aporte de vitamina A sea adecuado para cubrir las necesidades del individuo.

1. Consumir alimentos con vitamina A
La vitamina A pre-formada se encuentra en apenas alimentos de origen animal, en áreas de almacenamiento tales como el hígado o en la grasa de la leche y en los huevos. Una gran cantidad de esta vitamina se encuentra en el aceite de hígado de bacalao.
Asimismo, existen alimentos de origen vegetal que contienen carotenoides, estos son precursores de la vitamina A, encontrándose principalmente en vegetales de color verde oscuro y en los vegetales y frutas amarillo-anaranjadas como la zanahoria, las espinacas, el jugo de naranja, la batata, entre otros. Vea una lista más completa de alimentos con vitamina A.
2. Suplementación de Vitamina A
La suplementación de vitamina A debe ser orientada por un médico o nutricionista, cuya dosis dependerá de la edad, del peso y del estado de salud del individuo, ayudando a reducir la morbilidad y la mortalidad por su deficiencia.
En adultos por lo general se administran tres dosis de 200.000 UI. Los niños menores de 1 año deben recibir la mitad de la dosis estándar, y los bebés menores de 6 meses deben recibir una cuarta parte de la dosis estándar.
En algunos casos, la suplementación se puede realizar con aceite de hígado de bacalao, que además de contener vitamina A, contiene vitamina D, omega 3, yodo y fósforo.