Costra láctea: qué es, síntomas, causas y cómo tratarla

La costra láctea es una condición de la piel del bebé que se manifiesta con escamas o costras amarillas o blancas en el cuero cabelludo, sin generar comezón ni dolor.

Esta condición, también conocida como dermatitis seborreica en bebés o dermatitis seborreica infantil, es muy común en los bebés y su causa no se conoce completamente, aunque parece estar relacionada con el aumento de la actividad de las glándulas sebáceas o con el crecimiento de hongos.

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La costra láctea normalmente desaparece sola antes de los 12 meses de edad; no obstante, el pediatra puede recomendar algunos cuidados diarios, como lavar el cabello del bebé y usar cremas emolientes.

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Foto de costra láctea en la cabeza del bebé
Foto de costra láctea en la cabeza del bebé

Síntomas de costra láctea

Los principales síntomas de la costra láctea son:

  • Placas o costras escamosas amarillas o blancas;
  • Descamación de la piel en la parte superior de la cabeza del bebé;
  • Piel grasosa en el cuero cabelludo;
  • Enrojecimiento leve de la piel;
  • Caída de cabello.

Los síntomas de la costra láctea son más comunes durante las primeras semanas de vida del bebé o hasta los 3 meses, y pueden durar hasta los 12 meses.

La costra láctea no causa dolor ni comezón en el cuero cabelludo y, en algunos casos, puede afectar otras partes del cuerpo, como las cejas, párpados, frente, mejillas, detrás de las orejas, nariz o zona del pañal.

En estos casos, la costra láctea presenta menos escamas, pero la piel se torna más enrojecida.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de costra láctea es clínico y lo realiza el pediatra mediante la evaluación de los síntomas y la revisión física del cuero cabelludo del bebé o de otras zonas afectadas.

No es necesario realizar estudios complementarios para confirmar el diagnóstico de costra láctea.

Causas de la costra láctea

Las principales causas de la costra láctea incluyen:

1. Aumento de la actividad de las glándulas sebáceas

El aumento de la actividad de las glándulas sebáceas puede deberse a las hormonas que pasan de la madre al bebé durante el embarazo.

Esto provoca una mayor producción de sebo u oleosidad por parte de estas glándulas, que puede acumularse en la piel, reteniendo células muertas y originando los síntomas.

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2. Crecimiento de hongos

El crecimiento del hongo Malassezia furfur, que vive naturalmente en la piel, puede contribuir a la inflamación y descamación del cuero cabelludo del bebé, favoreciendo la formación de costra láctea.

Esto ocurre porque dicho hongo se alimenta del sebo de la piel y puede multiplicarse en la secreción oleosa.

3. Predisposición genética

La costra láctea también parece estar relacionada con la predisposición genética, pues es más común en bebés con antecedentes familiares de dermatitis atópica y/o asma.

¿La costra láctea es contagiosa?

La costra láctea no es contagiosa y no se transmite del bebé a otras personas.

Además, no está relacionada con una mala higiene ni con la falta de cuidados del bebé.

Cómo es realizado el tratamiento

La costra láctea es una condición autolimitada, es decir, desaparece sola antes de los 12 meses de vida del bebé.

Sin embargo, el pediatra puede recomendar algunos tratamientos, como:

1. Aplicar emolientes

Aplicar un producto emoliente en el cuero cabelludo del bebé, indicado por el pediatra, ayuda a hidratar las escamas, placas y costras, suavizándolas y facilitando su eliminación.

Algunos emolientes que pueden recomendarse son aceite mineral, aceite para bebés, vaselina o cremas emolientes específicas para costra láctea.

2. Lavar el cabello del bebé

Lavar el cabello del bebé diariamente o un día sí y un día no, según indicación del pediatra, puede ayudar a remover la costra láctea y reducir su reaparición.

Se recomienda usar un champú suave, sin perfume y adecuado para bebés, o champús específicos para costra láctea.

3. Usar champú medicado

En algunos casos, el pediatra puede recomendar el uso de champú medicado.

Estos productos suelen indicarse cuando la aplicación de emolientes y el lavado frecuente del cabello no son suficientes para mejorar la costra láctea.

El champú medicado solo debe usarse bajo indicación del pediatra.

4. Pomadas para costra láctea

En los casos más severos, el pediatra puede recomendar pomadas con corticoides suaves o antifúngicos, las cuales ayudan a reducir la inflamación, el enrojecimiento o el exceso de hongos en el cuero cabelludo.

El uso de pomadas generalmente se reserva para situaciones en que los demás tratamientos no han sido efectivos o en casos graves o extensos de costra láctea.

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Cómo quitar la costra láctea

Para quitar la costra láctea del bebé se recomienda seguir los siguientes pasos:

  1. Aplicar aceite o crema emoliente sobre las placas o costras en el cuero cabelludo;
  2. Masajear suavemente el emoliente;
  3. Dejarlo actuar por unos 30 minutos para ablandar las costras;
  4. Pasar un cepillo suave con cerdas blandas o un peine fino para retirar escamas y costras;
  5. Lavar el cabello con champú suave;
  6. Masajear suavemente el champú para remover la oleosidad del cuero cabelludo;
  7. Enjuagar bien el champú hasta retirarlo por completo;
  8. Secar bien el cabello con una toalla limpia, suave y seca.

En algunos casos, para que sea más eficaz, el pediatra puede recomendar aplicar el emoliente por la noche y dejarlo actuar hasta el día siguiente, para facilitar la eliminación de las costras.

Es importante no intentar arrancar, rascar o frotar las costras y escamas del cuero cabelludo, ya que esto puede causar irritación, lesiones en la piel y aumentar el riesgo de infecciones.

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