Congelación de óvulos: qué es y cómo es el procedimiento

Actualizado en enero 2023

Congelar los óvulos es un método indicado para preservar la fertilidad en mujeres que desean quedar embarazadas más tarde debido al trabajo, por otros motivos personales o en caso de presentar condiciones de salud que impiden el embarazo inmediato, como tratamiento del cáncer o enfermedades autoinmunes, por ejemplo.

Sin embargo, lo ideal es que la congelación, también llamada criopreservación de gametos, se realice hasta los 30 años de edad, debido a que en esta fase los óvulos todavía tienen una excelente calidad, reduciendo los riesgos de enfermedades congénitas en el bebé debido a la edad de la madre, como el Síndrome de Down, por ejemplo.

Después del proceso de congelación, los óvulos pueden mantenerse almacenados durante varios años, por lo que no hay tiempo límite para su utilización. Cuando la mujer decida que quiere quedar embarazada, se realizará una fertilización in vitro utilizando los óvulos congelados y los espermatozoides de su pareja o donador.

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Indicaciones para congelar los óvulos

El proceso para congelar óvulos por lo general se considera en casos de:

  • Imposibilidad de embarazo, debido al tratamiento de cáncer, como quimioterapia o radioterapia;
  • Enfermedades que no permiten la gestación de inmediato, como anemia falciforme o lupus;
  • Antecedente familiar de menopausia precoz;
  • Deseo de preservar los óvulos jóvenes para un embarazo futuro, especialmente después de los 35 años;
  • Tratamiento de fertilización in vitro, especialmente cuando no se tiene una cantidad buena de espermatozoides de la pareja, para realizar la fertilización;
  • Diversidad de género, como ser transgénero.

Cuando la mujer desiste de tener hijos en el futuro o cuando sobran óvulos congelados, es posible donar estos óvulos para otras mujeres que deseen quedar embarazadas o para que realicen estudios científicos.

Procedimiento de congelación de óvulos

El proceso de congelación de óvulos consiste en varias etapas, estas son:

1. Evaluación clínica de la mujer

Se realizan exámenes de sangre y una ecografía para verificar la producción de hormonas de la mujer y si tendrá condiciones para realizar una fertilización in vitro en el futuro.

2. Estimulación de la ovulación con hormonas

Después de los exámenes iniciales, la mujer deberá aplicarse en el abdomen unas inyecciones con hormonas, las cuales ayudarán a estimular y aumentar la producción de óvulos, más de lo que ocurre normalmente.

Las inyecciones se aplican durante 8 a 14 días, y luego el médico irá a indicar un medicamento que se encargará de impedir que la menstruación baje.

3. Monitorización de la ovulación

Después de ese período, se indicará un nuevo medicamento para estimular la maduración de los óvulos, que será monitorizada a través de exámenes de sangre y ultrasonido. Al acompañar este proceso, el médico va a prever cuándo ocurrirá la ovulación e indicar la fecha para extraer los óvulos.

4. Extracción de los óvulos

La extracción de los óvulos se realiza en el consultorio médico, con la ayuda de anestesia local y medicación para hacer que la mujer se duerma. En general, se retiran alrededor de 10 óvulos a través de la vagina, mientras que el médico visualiza los ovarios a través del ultrasonido, y luego los óvulos se congelan.

5. Evaluación de los óvulos

Después de la extracción, los óvulos son evaluados en un laboratorio por el médico responsable de la reproducción asistida, para verificar cuáles son los óvulos maduros e iniciar la etapa de congelación.

6. Almacenamiento en nitrógeno líquido

Después de la evaluación de los óvulos maduros, se agrega una sustancia crioprotectora, que es una solución de congelación que evita la formación de cristales de hielo dentro de los óvulos.

La técnica de congelación puede ser por enfriamiento lento, aunque la técnica más utilizada es el enfriamiento rápido, llamado vitrificación, que utiliza la solución crioprotectora, la cual ayuda a los óvulos a sobrevivir a la congelación y a permanecer intactos y viables al descongelarse.

Después del proceso de vitrificación, los óvulos son almacenados en nitrógeno líquido a bajas temperaturas de hasta -196 ºC.

Posibles complicaciones

Durante la utilización de hormonas para inducir la ovulación, la mujer puede presentar algunos efectos secundarios, como cambios de humor, bochornos, dolor de cabeza o diarrea. Además, puede haber síndrome de hiperestimulación ovárica, con síntomas como dolor o hinchazón abdominal y náuseas.

Aunque sea raro, durante la obtención de los óvulos, debido al uso de aguja de aspiración, también puede haber complicaciones como sangrados, infecciones o lesiones en la vejiga, intestino o vasos sanguíneos.

Cuándo acudir al médico

Se recomienda acudir al médico después de la realización del procedimiento de congelación de óvulos, en caso de que la mujer presente síntomas, como:

  • Dolor abdominal intenso;
  • Sangrado vaginal intenso;
  • Fiebre superior a 38ºC;
  • Dificultad para orinar.

Además, se debe acudir al médico de inmediato si la mujer presenta hinchazón o ganancia de peso repentino de más de 0,9 Kg en 24 horas, para que se realice una evaluación y se inicie el tratamiento más adecuado.

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