Hipo en bebés: cómo quitarlo, causas y cuándo preocuparse

Actualizado en agosto 2023

El hipo en los bebés es común durante el primer año de vida, apareciendo en los recién nacidos principalmente después de la alimentación. También puede ocurrir en el bebé, aún en el útero materno, especialmente en los últimos días del embarazo.

El hipo ocurre debido a la contracción involuntaria del diafragma y los músculos respiratorios cuando son estimulados o irritados y, en la mayoría de los casos, no tiene una causa específica en el bebé.

Normalmente, el hipo mejora en pocos minutos sin necesidad de tratamiento. Sin embargo, se recomienda consultar a un pediatra, especialmente cuando el hipo es persistente, afecta el sueño o la alimentación, para que se identifique la causa y se inicie el tratamiento más adecuado.

Imagem ilustrativa número 2

Cómo quitarle el hipo a un bebé

Algunos consejos para hacer que el bebé deje de tener hipo son: 

  • Darle al bebé lactancia materna: si es la hora de que el bebé coma, darle de mamar puede ser una muy buena solución, ya que el reflejo de succión ayuda a disminuir las contracciones del diafragma;
  • Observar la posición a la hora de amamantarlo, manteniendo al bebé con la cabeza más elevada, disminuyendo las posibilidades de que se atragante durante la succión, esto ayudará a disminuir mucho los episodios de hipo. Vea cuáles son las mejores posiciones;
  • Hacer pausas durante las tomas y sacarle los gases al bebé: ya que de esta forma el bebé eructa y disminuye el exceso de gases en el estómago;
  • Dejar que el bebé amamante durante más tiempo: especialmente si el hipo aparece con frecuencia después de la alimentación, porque esto ayuda al bebé a relajarse. Puede utilizarse un biberón con un agujero más pequeño, por ejemplo;
  • Saber cuándo se debe parar de amamantar: es importante estar atenta y saber cuándo el bebé ya se alimentó lo suficiente, ya que cuando el estómago queda muy lleno hay más posibilidades que ocurra la contracción del diafragma;
  • Colocar al bebé en posición vertical: se recomienda colocarlo en una posición vertical como la que adopta para eructar, puesto que facilita la salida de los gases que están en el estómago;
  • Calentar al bebé: el frío también puede desencadenar el hipo, por esto, siempre que baje la temperatura, se recomienda mantener el bebé bien abrigado y caliente.

Generalmente, al tomar estas medidas el hipo desaparece por si solo, vale la pena acotar que el hipo no representa ningún riesgo para la salud, causando tan solo un poco de incomodidad en el bebé. 

Posibles causas

En la mayoría de los casos, el hipo en los bebés no tiene una causa muy clara, surgiendo durante la alimentación, al respirar rápidamente o tragar demasiado aire debido a la risa y juegos más agitados, por ejemplo, o cuando ocurre el reflujo. Sepa más qué es el reflujo en el bebé.

Sin embargo, especialmente en los casos en los que dura más de 2 días, el hipo en el bebé puede ser provocado por infecciones, como la laringitis o la neumonía, obstrucción intestinal y alteraciones en los niveles de minerales en la sangre, por ejemplo.

Hipo en un recién nacido

En la mayoría de los casos, el hipo en un bebé recién nacido no es indicio de un problema grave y dura solo unos minutos. Se cree que el hipo generalmente es causado por la alimentación, cuando el estómago se llena demasiado o se llena rápidamente, estimulando el diafragma.

Hipo en el embarazo

Cuando el bebé tiene hipo dentro de la barriga durante el embarazo, es totalmente normal y ocurre porque el bebé está aprendiendo a respirar. Por lo que es posible que la madre aprenda a reconocer los momentos en que su bebé tiene hipo, e inclusive es posible que pueda surgir durante la realización de una ecografía de control, identificándose fácilmente.  

Cuándo ir al pediatra 

Especialmente si el hipo es persistente, afecta el sueño o surgen otros síntomas como bajo aumento de peso e irritabilidad, es importante consultar a un pediatra para verificar si existe un problema que requiera tratamiento.

Asimismo, en caso de síntomas, como somnolencia, dificultad para alimentarse, detención de la respiración y cambios en el color de la piel, se recomienda buscar atención médica de emergencia para una evaluación del niño.