Citomegalovirus IgG positivo: qué es y resultados

Actualizado en noviembre 2023

El citomegalovirus IgG es un examen serológico que tiene como objetivo evaluar si la persona tiene anticuerpos contra este virus, los cuales se forman después de una infección. Este examen se indica principalmente durante el embarazo, realizándose en conjunto con la medición de IgM, para saber si la infección es pasada o reciente.

Es muy importante que este examen sea realizado después del primer trimestre del embarazo, porque si la mujer se infectó durante este período, hay una mayor posibilidad de que se transmita al bebé y se produzcan complicaciones, como microcefalia, sordera congénita o epilepsia, por ejemplo.

A pesar de que este examen se solicita frecuentemente en el embarazo, el examen de IgG para citomegalovirus puede realizarse en todas las personas, principalmente cuando hay sospechas de que hubo una infección por este virus. Conozca más sobre el citomegalovirus.

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Qué significa IgG positivo

El resultado IgG positivo o reactivo para citomegalovirus indica que la persona tiene anticuerpos contra el virus, lo cual podría haber sucedido debido a una infección pasada o reciente. Los valores normales para el citomegalovirus IgG pueden variar según el laboratorio, sin embargo, el test serológico se considera positivo o reactivo cuando es mayor o igual a 1 U/ml.

Es importante recordar que un resultado positivo o reactivo de IgG no necesariamente indica que la infección está activa. Para eso, es importante que se realice el examen de IgM para citomegalovirus, ya que esta inmunoglobulina es la primera que se produce cuando hay una infección. Conozca más sobre la IgG y la IgM.

Confirmación de infección por citomegalovirus

Los síntomas de una infección por citomegalovirus son poco específicos, incluyendo dolor muscular fiebre por arriba de 38°C o ganglios adoloridos. Además, en muchos casos, no existe ningún síntoma, ya que el virus puede permanecer dormido por mucho tiempo. Por este motivo, la mejor forma de confirmar la infección es siendo diagnosticado por el médico.

El diagnóstico se realiza con el examen de sangre CMV durante la gestación, pudiendo dar como resultado:

  • IgM no reactivo o negativo e IgG reactivo o positivo: la mujer ya tuvo el contacto con el virus hace tiempo y el riesgo de transmisión es mínimo;
  • IgM reactivo o positivo e IgG no reactivo o negativo: infección aguda por citomegalovirus, es más preocupante, el médico deberá orientar el tratamiento;
  • IgM e IgG reactivos o positivos: se debe realizar una prueba de avidez. En caso de que la prueba sea inferior al 30%, hay un mayor riesgo de infección del bebé durante el embarazo;
  • IgM e IgG no reactivos o negativos: nunca hubo contacto con el virus y, por lo tanto, se deben tener medidas de prevención para evitar una posible infección.

Cuando existe una sospechosa de infección en el bebé, puede retirarse una muestra de líquido amniótico para evaluar la presencia del virus. Sin embargo, este examen debe hacerse después de los 5 meses de embarazo y 5 semanas después de la infección de la gestante. Conozca más sobre los anticuerpos IgG e IgM.

Tratamiento para evitar el contagio

El tratamiento para el citomegalovirus en el embarazo debe hacerse conforme a la orientación del obstetra, estando indicados medicamentos antivirales, como aciclovir, por ejemplo, o la inyección de inmunoglobulinas, que tienen como objetivo estimular al sistema inmune y combatir la infección, evitando la transmisión al bebé.

Durante el tratamiento, el médico debe realizar exámenes regulares para acompañar el desarrollo del bebé y garantizar que el virus no está produciendo alteraciones.

Cómo prevenir el citomegalovirus en el embarazo

Ya que todavía no existe una vacuna que ayude a proteger contra el virus, es importante que la embarazada siga algunas recomendaciones generales para evitar una infección, que incluyen:

  • Usar preservativo durante el contacto íntimo;
  • Evitar frecuentar lugares públicos con muchas personas;
  • Lavarse las manos inmediatamente después de cambiar el pañal a un bebé o siempre que entre en contacto con las secreciones del niño, como saliva, por ejemplo;
  • No besar a niños muy pequeños en la mejilla o boca;
  • No usar objetos que son del niño, como vasos o cubiertos.

Los niños son los principales responsables de la transmisión del citomegalovirus, por lo que estas recomendaciones deben ser seguidas por la embarazada durante toda la gestación, principalmente si trabaja con niños.