Cirugía de cataratas: cómo se realiza, riesgos y recuperación

Actualizado en agosto 2021

La cirugía de cataratas es un procedimiento donde el cristalino, que presenta una mancha opaca, es retirado y después, sustituido pro un lente sintético transparente, que permite restaurar la vista.

Esta cirugía se puede realizar por medio de dos técnicas quirúrgicas principales: la facoemulsificación (FACO) o extracción extracapsular del cristalino (EECP).

Cualquier mancha que surge en el cristalino recibe el nombre de catarata, sin embargo la catarata más común es la senil, que es consecuencia del envejecimiento natural del cristalino. Otras causas de catarata son factores genéticos, congénitos y metabólicos, como diabetes, además de que pueden desarrollarse después de accidentes en la cabeza o golpes fuertes en el ojo.

Imagem ilustrativa número 1

Cómo se realiza la cirugía

La cirugía de catarata se puede realizar mediante tres técnicas diferentes:

  • Facoemulsificación (FACO): en este procedimiento se utiliza anestesia local, mediante el uso de colirios anestésicos, donde la persona no siente dolor durante el acto quirúrgico. En este procedimiento, el cristalino que tiene la mancha opaca es aspirado y removido a través de una microincisión, y es reemplazado por una lente intraocular transparente plegable, sin la necesidad de sutura, lo que permite la recuperación inmediata de la visión;
  • Extracción extracapsular del cristalino (EECC): a pesar de ser menos utilizada, esta técnica consiste en remover todo el cristalino de forma manual, retirando así la mancha causada por la catarata, y sustituirlo por un lente intraocular transparente rígida o flexible. Este procedimiento requiere de puntos en la córnea para el cerrado de la incisión y su proceso de recuperación tarda más que el de la facoemulsificación (FACO)

La cirugía de cataratas es un procedimiento que puede durar de 20 minutos a 2 horas, dependiendo de cuál es la técnica que el oftalmólogo opta por usar.

Normalmente, la recuperación de la cirugía toma alrededor de 1 día a una semana, especialmente cuando se utiliza la técnica FACO o láser. Pero para la técnica EECC, la recuperación puede llevar de 1 a 3 meses.

Cómo es la recuperación

Durante la recuperación, la persona puede sentir sensibilidad a la luz en los primeros días, además de una leve molestia, como la presencia de un cuerpo extraño en el ojo, siendo importante comentarle al oftalmólogo sobre el surgimiento de estos signos para verificar su evolución.

En la primera semana del postoperatorio el oftalmólogo puede indicar colirios y, en algunos casos, antibióticos, siendo muy importante hacer uso de estos medicamentos siempre en el horario correcto, además de evitar el consumo de alcohol y drogas en este período.

Cuidados durante la recuperación

Otros cuidados importantes durante la recuperación incluyen:

  • Reposar durante el primer día posterior a la cirugía;
  • Evitar ir al mar, piscina, río, lagos o lagunas durante 30 días;
  • Evitar actividades de visión de cerca por mucho tiempo en el 1er día, como usar el celular o la computadora;
  • Evitar deportes, actividades de riesgo y cargar peso en las primeras 2 semanas;
  • Evitar el uso de maquillaje el primer mes;
  • No dormir del lado del ojo operado durante la primera semana;
  • Proteger los ojos para dormir en la primera semana, utilizando protector acrílico.

Asimismo, está indicado utilizar lentes de sol siempre que salga a la calle, al menos durante los primeros días.

Posibles riesgos de la cirugía

Los riesgo de la cirugía de catarata son, en su mayoría, la infección e inflamación, además de ceguera, que, a pesar de ser raro, puede ocurrir incluso cuando se siguen las indicaciones médicas. La infección más grave después de la cirugía de catarata se llama endoftalmitis y generalmente ocurre en 1 a 3 personas de cada 10 mil operados. Incluso con endoftalmitis, a pesar de que el diagnóstico de la condición sea precoz, la posibilidad de preservar la vista es grande.

En los casos de cataratas congénitas, el riesgo es mayor, pues el proceso de cicatrización del niño es diferente al del adulto, además de que los tejidos de los ojos son más pequeños y más frágiles, lo que convierte a la cirugía más difícil. Por ello, el seguimiento posterior al procedimiento es fundamental, para que la visión del niño pueda ser estimulada de la mejor forma posible y sean corregidos si es necesario, los problemas de refracción (grados de los lentes) para una mejor visión.