La bebida energética es una bebida que estimula el sistema nervioso central, disminuyendo el cansancio y mejorando el estado de alerta y el rendimiento físico. Por eso, es muy consumida por personas que practican actividad física o que necesitan más energía en el día a día.
Esto ocurre porque la bebida energética normalmente contiene altas cantidades de cafeína y taurina, sustancias con acción estimulante y ergogénica. Además, algunas bebidas energéticas también contienen otros ingredientes estimulantes, como guaraná y ginseng.
Cuando se consume con moderación, la bebida energética no representa un riesgo para la salud de muchas personas. Sin embargo, cuando se consume con frecuencia o en grandes cantidades, puede causar insomnio, dolor de cabeza, aumento de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca, e incluso convulsiones.
¿Las bebidas energéticas son malas?
El consumo excesivo y frecuente de bebidas energéticas puede causar los siguientes problemas:
- Insomnio;
- Aumento de la presión arterial;
- Deshidratación;
- Latidos cardíacos irregulares;
- Ansiedad;
- Dolor de cabeza;
- Convulsiones;
- Paro cardíaco.
Muchas bebidas energéticas son ricas en azúcar, lo que puede favorecer el aumento de peso corporal y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y gota.
Además, el consumo de bebidas energéticas mezcladas con alcohol también puede aumentar la ingesta de alcohol. Esto ocurre porque la bebida energética incrementa el estado de alerta, enmascarando los signos de embriaguez, lo que lleva a la persona a creer que aún puede seguir bebiendo alcohol.
¿La bebida energética es perjudicial para embarazadas?
La bebida energética no está recomendada para mujeres embarazadas, ya que contiene altas cantidades de cafeína. Esto se debe a que el consumo de más de 200 mg de cafeína al día puede disminuir el flujo de sangre, oxígeno y nutrientes a través de la placenta, lo que puede afectar el desarrollo del bebé o incluso provocar un aborto.
Además, durante el embarazo, el organismo de la mujer tarda más en digerir la cafeína, por lo que el consumo de bebidas energéticas puede causar algunas alteraciones, como mala digestión, insomnio, mareos o náuseas.
Posibles daños
Por contener cafeína y taurina, el consumo excesivo de bebidas energéticas puede causar efectos secundarios como insomnio, deshidratación, ansiedad, dolor de estómago, diarrea, convulsiones, vómitos, aumento de los latidos del corazón, dificultad para respirar, temblores y, en algunos casos, incluso la muerte.
Estos riesgos son mayores cuando se combinan con alcohol o cuando se consumen en grandes cantidades en un corto período de tiempo.
Cantidad recomendada
No existe una cantidad recomendada de bebidas energéticas, ya que la cantidad de cafeína y otros ingredientes con cafeína puede variar entre las diferentes marcas.
Algunas bebidas energéticas pueden contener hasta 500 mg de cafeína en una lata de 473 ml, mientras que otras pueden tener 400 mg de cafeína por cada litro.
Por eso, es importante revisar siempre la cantidad de cafeína presente en cada porción de bebida energética, observando la etiqueta nutricional. Vea cuál es la cantidad diaria recomendada de cafeína.
Contraindicaciones
Según la Academia Americana de Pediatría, las bebidas energéticas no están indicadas para niños y adolescentes, ya que pueden perjudicar el desarrollo del sistema nervioso y cardiovascular en esta etapa.
Además, las bebidas energéticas también deben evitarse en personas con alergia a alguno de sus ingredientes, mujeres embarazadas o en período de lactancia, así como en personas con insomnio, ansiedad, zumbido en los oídos, laberintitis, reflujo, úlceras, gastritis o problemas renales.
Opciones naturales de bebidas energéticas
Algunas bebidas energéticas naturales que ayudan a mejorar el estado de ánimo y la energía son:
- Café;
- Té verde;
- Guaraná;
- Cacao.
Además, la maca peruana es una raíz con acción estimulante, siendo una excelente opción para mejorar la concentración, la energía y la vitalidad. Conozca más alimentos que aportan energía y mejoran el rendimiento físico y mental.