El saco gestacional es la primera estructura formada al inicio del embarazo, la cual envuelve y abriga al bebé y es responsable por formar la placenta y la bolsa amniótica para que el mismo crezca de forma saludable, estando presente hasta aproximadamente la 12.ª semana de gestación.
El saco gestacional puede ser observado mediante una ecografía transvaginal alrededor de la 4.ª semana de embarazo, y este se localiza en la parte central del útero y mide de 2 a 3 milímetros de diámetro, siendo un buen parámetro para confirmar la gestación. No obstante, en esta fase aún no es posible visualizar el bebé, el cual solo aparece dentro del saco luego de 4,5 a 5 semanas de embarazo. Por esta razón, los médicos generalmente prefieren esperar hasta la 8.ª semana para solicitar una ecografía, con el objetivo de realizar una evaluación más segura de cómo se está dando el desarrollo del bebé.
La observación de este saco es un buen indicador para determinar si la gestación está evolucionando como debería. Los parámetros evaluados por el médico son la implantación, el tamaño, la forma y el contenido del saco gestacional.
Conozca otras pruebas para evaluar la evolución del embarazo.

Tabla de medidas del saco gestacional
El saco gestacional aumenta de tamaño a medida que avanza el embarazo. Durante la ecografía, el médico compara los resultados de esta prueba con la siguiente tabla:
Leyenda: mm = milímetros.
Los valores de referencia de la tabla del tamaño del saco gestacional permiten al médico identificar con antecedencia problemas y anomalías del mismo.
Problemas más comunes
El saco gestacional saludable presenta contornos regulares y simétricos y una buena implantación. Cuando presenta irregularidades o una baja implantación, las probabilidades de que el embarazo no evolucione son grandes.
Entre los problemas más comunes se incluyen los siguientes:
Saco gestacional vacío
Después de la 6.ª semana de embarazo, si el feto no se visualiza por ecografía, significa que el saco gestacional está vacío, por lo que el embrión no se desarrolló después de la fecundación. Este tipo de gestación también es llamada embarazo anembrionario o huevo huero.
Las causas más comunes del embarazo anembrionario son división celular anormal y baja calidad del esperma o del óvulo. Generalmente, el médico solicita repetir la ecografía alrededor de la 8.ª semana para confirmar el saco gestacional vacío, y en caso de que sea constatado, podrá optar por aguardar unos días por el aborto espontáneo o hacer un legrado, en este caso es necesaria la hospitalización. Vea qué es un embarazo anembrionario.
Desprendimiento del saco gestacional
El desprendimiento del saco gestacional puede ocurrir por el surgimiento de un hematoma en el mismo, debido a esfuerzo físico, caída o alteraciones hormonales, como desregulación de la progesterona, presión alta, uso de alcohol y drogas.
Los signos de desprendimiento son cólicos leves o intensos y sangrado marrón o rojo intenso. Por lo general, cuando el desprendimiento es superior a 50%, las probabilidades de aborto espontáneo son altas. No existe una forma eficaz para prevenir el desprendimiento, pero cuando ocurre, el médico indicará medicamentos y reposo absoluto durante al menos 15 días. En los casos más graves, es necesaria la hospitalización.
Cuándo acudir al médico
Es importante acudir al médico si surgen síntomas como un fuerte dolor de vientre y/o sangrado vaginal, en este caso se debe acudir de inmediato al centro de salud más cercano y entrar en contacto con el médico que hace el seguimiento del embarazo.
El diagnóstico de problemas en el saco gestacional solo es realizado por el obstetra mediante una ecografía, por lo que es importante iniciar el control prenatal apenas se confirme el embarazo, de manera de identificar lo más pronto posible cualquier problema que pueda haber. Vea más sobre el control prenatal.