La tiña inguinal es una infección fúngica que puede contagiarse al tener relaciones sexuales, así como por el uso de objetos compartidos, como toallas o ropa interior, por ejemplo.
Aunque se transmite por contacto directo con la piel, no se considera una infección de transmisión sexual, ya que puede producirse sin contacto sexual y también afectar otras áreas del cuerpo.
Los hongos en la ingle causan síntomas como el surgimiento de una mancha rojiza o parda y comezón intensa en la ingle, descamación de la lesión y, en algunos casos, pueden surgir unas pequeñas ampollas alrededor de la mancha. Además, también puede extenderse hacia los muslos, genitales y nalgas.
En caso surjan síntomas sugestivos de tiña inguinal, se recomienda acudir al dermatólogo para que realice una evaluación e indique el tratamiento más adecuado.