La vejiga de la mujer se cae cuando los músculos y tejidos que la sostienen en la pelvis se debilitan, lo que se conoce como prolapso vesical, y suele presentarse sobre todo después de embarazos y partos vaginales que ejercen gran presión sobre el suelo pélvico.
La edad también influye, ya que con la menopausia los niveles de estrógenos disminuyen y el suelo pélvico pierde firmeza, lo que facilita el descenso de la vejiga, mientras que factores como la obesidad o el estreñimiento crónico aumentan la presión abdominal y empeoran el problema.
Este cambio puede manifestarse con síntomas como sensación de bulto en la vagina, presión pélvica o dificultad para vaciar la vejiga, y en algunos casos los ejercicios de fortalecimiento ayudan a reducir el riesgo y la gravedad del prolapso. Conozca más sobre el prolapso vesical.
Se recomienda acudir al ginecólogo cuando la dificultad para orinar es frecuente, ya que puede indicar un prolapso avanzado que requiere tratamiento específico.