Lubricante íntimo: para qué sirve, tipos y cómo elegir el mejor

El lubricante es un producto que puede usarse durante la relación sexual para disminuir el dolor y la incomodidad, prevenir lesiones en la vagina y el ano, mejorar la lubricación natural y aumentar el placer.

Existen diferentes tipos de lubricantes sexuales, como los de agua, aceite, silicona y los caseros, que varían según el tiempo que duran y el tipo de condón con el que pueden utilizarse.

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El lubricante puede encontrarse en farmacias y supermercados. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud recomienda evitar aquellos que contienen fragancias, colorantes, ingredientes herbales o sustancias que promueven el aumento del placer, ya que pueden causar efectos secundarios.

Bote de lubricante íntimo

Para qué sirve el lubricante íntimo

El lubricante está indicado para:

  • Combatir la resequedad vaginal y mejorar la lubricación natural;
  • Disminuir el dolor y la incomodidad durante la relación sexual;
  • Mejorar el placer y el bienestar sexual;
  • Prevenir lesiones en la vulva, vagina o ano.

Los lubricantes sexuales fueron desarrollados para aumentar la lubricación y disminuir la fricción en áreas sensibles del cuerpo, como la vagina y el ano, durante las relaciones sexuales.

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Principales tipos

Los principales tipos de lubricantes sexuales incluyen:

1. Lubricante íntimo a base de agua

El lubricante a base de agua es fluido, fácil de limpiar y generalmente menos irritante.

Por lo general, se comercializa en forma de gel y se usa para aumentar la lubricación y reducir la fricción durante la actividad sexual.

Este tipo de lubricante es compatible y seguro para usar con condones de látex y de poliisopreno.

2. Lubricante íntimo a base de aceite

El lubricante a base de aceite es uno de los más comunes. Este ofrece una lubricación más duradera y puede contener vaselina o aceite mineral.

No obstante, no debe utilizarse con condones de látex ni con barreras orales, pues pueden romperse y aumentar el riesgo de infecciones de transmisión sexual o de embarazo no deseado.

3. Lubricante íntimo a base de silicona

El lubricante a base de silicona proporciona una lubricación más duradera que los de agua y puede usarse con todo tipo de condones.

Sin embargo, no se recomienda utilizarlo con juguetes sexuales de silicona, ya que puede dañarlos.

4. Lubricante íntimo anestésico

El lubricante anestésico contiene sustancias como la benzocaína. Según los fabricantes, ayuda a retrasar la eyaculación y tiene un efecto estimulante.

No obstante, los anestésicos presentes en estos productos no pasan por la misma regulación médica que los medicamentos, por lo que su seguridad y eficacia a largo plazo no siempre están bien evaluadas.

Asimismo, la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Población de las Naciones Unidas señalan que los lubricantes sexuales no deben contener fragancias, colorantes, espermicidas, ingredientes herbales ni compuestos especiales que aumenten el placer.

5. Lubricante íntimo con sabor

El lubricante con sabor contiene aditivos que le dan un aroma o sabor específico.

Al igual que los anestésicos, no se recomienda su uso porque pueden incluir ingredientes que causan alergias o molestias, como irritación, ardor, comezón o incomodidad.

6. Lubricante íntimo casero

En caso de no tener acceso a lubricantes sexuales de farmacia, algunos aceites vegetales naturales que pueden usarse como lubricante casero son el aceite de coco 100 % puro, el aceite de semilla de uva, el aceite de oliva virgen extra y el aceite de semilla de cáñamo.

Estos aceites normalmente no provocan irritación ni infecciones; sin embargo, no deben usarse con condones de látex.

Lubricante anal

El lubricante anal sirve para facilitar las relaciones sexuales anales y ayudar a reducir molestias, dolor y riesgos asociados al roce o fricción. Su uso mejora la comodidad y puede prevenir lesiones en la zona anal, especialmente en personas que experimentan sequedad o irritación.

Además, el lubricante ayuda a disminuir el riesgo de fisuras, pequeños desgarros y malestar, aunque no reemplaza el uso del preservativo, que sigue siendo fundamental para la protección contra infecciones de transmisión sexual.

Los lubricantes recomendados en las relaciones anales son:

  • Base acuosa: compatible con preservativos y juguetes sexuales, es fácil de limpiar y menos irritante, por lo que suele ser la opción más utilizada.
  • Base de silicona: dura más tiempo y no se seca rápidamente, ideal para prácticas prolongadas. Además, también compatible con preservativos de látex, pero no se recomienda con juguetes de silicona.

Se desaconseja el uso de lubricantes a base de aceites, vaselina o productos caseros, ya que pueden dañar los preservativos, favorecer infecciones y aumentar el riesgo de irritación o lesiones en la zona anal.

Cuál es el mejor lubricante íntimo

La elección del mejor lubricante depende de las necesidades individuales de cada persona, la salud íntima y el tipo de condón utilizado. Lo más recomendable es optar por productos compatibles con las secreciones naturales del cuerpo.

De esta manera, en el caso de la vagina, se sugiere elegir un lubricante con un pH entre 3.8 y 4.5. Para el sexo anal, lo más adecuado es un lubricante con un pH entre 5.0 y 7.0, ya que el pH rectal es cercano a 7.0.

La Organización Mundial de la Salud también recomienda que la osmolaridad de un lubricante a base de agua no sea mayor de 1200 mOsm/kg, y que idealmente no supere los 380 mOsm/kg. Esto porque, cuanto mayor sea la osmolaridad, mayor será el riesgo de irritación y daño en la mucosa, lo que aumenta la posibilidad de infecciones, incluidas las ITS.

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Cómo usar el lubricante

El lubricante íntimo puede aplicarse en el pene, la vulva, la vagina o el ano. También puede colocarse dentro y fuera del condón, así como en las barreras orales, excepto aquellos que son elaborados a base de aceite, ya que pueden dañar los condones de látex y aumentar el riesgo de infecciones o embarazos no deseados.

Puede aplicarse en el momento de la relación sexual o justo antes, especialmente en actividades que generen fricción.

La cantidad a usar depende de lo que resulte más cómodo para cada persona y del tipo de lubricante elegido.

Qué no usar como lubricante íntimo

Los productos que no deben usarse como lubricante son:

  • Productos de origen animal, como mantequilla, clara de huevo, yogur o aceite de pescado, ya que pueden alterar la flora vaginal saludable y causar irritación o infección;
  • Productos de limpieza, como champús o jabones, porque tienen un pH básico que puede provocar ardor e infecciones;
  • Cremas y lociones corporales o para manos, debido a que suelen contener fragancias u otros ingredientes irritantes;
  • Productos con azúcar, como miel, jarabe de agave o almíbares, porque favorecen el crecimiento de bacterias y aumentan el riesgo de infección, además de acumularse y causar lesiones;
  • Productos derivados del petróleo, como vaselina, aceite para bebé o aceite mineral, porque irritan la mucosa vaginal y aumentan el riesgo de infecciones;
  • Saliva, ya que se seca rápido y favorece el surgimiento de irritación y lesiones. Asimismo, también aumenta el riesgo de transmisión de ITS.

Además, se recomienda evitar lubricantes con espermicidas, fragancias, colorantes, parabenos, propilenglicol o ingredientes que promueven efectos de calor, frío o cosquilleo, pues pueden causar irritación u otros efectos adversos.

Posibles efectos secundarios

Los posibles efectos secundarios del uso de lubricante íntimo incluyen irritación, ardor, comezón, incomodidad y enrojecimiento.

Este producto también puede alterar el pH y el microbioma vaginal, aumentando el riesgo de vaginosis bacteriana. Descubra qué es la vaginosis bacteriana y cómo es el tratamiento.

Asimismo, los lubricantes a base de silicona pueden resultar demasiado resbaladizos para algunos hombres con disfunción eréctil, dificultando el mantenimiento de la erección debido a la falta de fricción.

Contraindicaciones

El lubricante íntimo no debe usarse en personas con alergia o sensibilidad a alguno de los ingredientes del producto.

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