Derrame en el ojo: causas, síntomas y cómo tratar

Actualizado en julio 2022

El derrame en el ojo es la ruptura de diminutos vasos sanguíneos localizados en la conjuntiva, causando una mancha roja de sangre en el ojo. La conjuntiva es una fina película transparente que recubre la parte blanca de los ojos llamada esclera. El derrame ocular, también se conoce como hiposfagma, siendo una situación bastante común y que no afecta en interior del ojo, ni la visión de la persona.

Por lo general, el derrame se cura por si solo, desapareciendo en un período aproximado de 10 a 14 días, y a menudo no requiere ningún tratamiento.

No obstante, si este no desaparece por si solo o si surge con frecuencia, es importante acudir al oftalmólogo para que realice una evaluación que permita identificar cuál es el problema y para que indique el tratamiento más adecuado.

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Principales causas

Las causas del derrame ocular pueden originarse en procesos irritativos, alérgicos, traumáticos o infecciosos, por lo que la sangre en el ojo puede deberse a:

  • Causar algún trauma, al rascarse, golpearse o frotarse los ojos;
  • Esfuerzos físicos como cargar peso o actividad física intensa;
  • Tos prolongada;
  • Estornudos repetidos;
  • Hacer mucho esfuerzo para evacuar;
  • Episodios de vómitos;
  • Infecciones oculares graves;
  • Tratamientos con antiagregantes plaquetarios o anticoagulantes;
  • Traumatismos oculares;
  • Cirugía en el ojo o en el párpado.

Los picos de presión arterial y los cambios de la coagulación sanguínea son causas menos comunes que también pueden ocasionar la aparición de un derrame en el ojo. 

Síntomas de derrame en el ojo

Los síntomas del derrame ocular pueden ser:

  • La aparición de la mancha de sangre roja viva en la parte blanca del ojo;
  • Irritación y molestia;
  • Sensación áspera en la superficie del ojo.

El derrame ocular no provoca dolor ni cambios en la visión, pero si esto ocurre, lo más recomendable es acudir a una consulta con el oftalmólogo.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para el derrame ocular no siempre es necesario, ya que generalmente desaparece de forma espontánea al cabo de unos días. Sin embargo, lo que se puede hacer para acelerar el proceso de cura es la colocación de compresas de agua fría en el ojo, 2 veces al día. 

En algunos casos, el oftalmólogo puede indicar el uso de lágrimas artificiales para disminuir la incomodidad y el riesgo de un nuevo sangrado. 

Derrame ocular en el bebé

El derrame ocular en el bebé es una situación común y sin complicaciones, causada muchas veces por el propio bebé al rascarse el ojo o al hacer ciertos esfuerzos como estornudar o toser. Normalmente, la sangre en el ojo desaparece alrededor de 2 a 3 semanas.

En los casos en el que la mancha de sangre en el ojo persista y el bebé tenga fiebre, se debe consultar al pediatra, ya que puede ser señal de alguna infección en el ojo como conjuntivitis, por ejemplo. Vea cómo identificar y tratar los síntomas de conjuntivitis en bebés.