El delirium tremens es un estado de confusión mental agudo y considerado una complicación grave de la abstinencia alcohólica, el cual puede causar síntomas como alucinaciones, temblores y cambios repentinos de humor.
Este delirio suele presentarse en un período de 2 a 5 días después de la última ingesta de alcohol en personas dependientes a estas bebidas, pudiendo causar síntomas como alucinaciones, ansiedad y aumento de la frecuencia cardíaca, por ejemplo, siendo más común en aquellos con un consumo crónico de alcohol y antecedentes familiares.
El tratamiento del delirium tremens dependerá de la intensidad de los síntomas y debe ser realizado con medicamentos como clometiazol y tetrabamato en un hospital para evitar complicaciones como encefalopatía de Wernicke o síndrome de Korsakoff, además de cambios en los hábitos diarios que mejoren la calidad de vida de la persona.
Principales síntomas
Los principales síntomas que pueden indicar delirium tremens son:
- Alucinaciones;
- Aumento de los latidos cardíacos;
- Respiración rápida;
- Temblores;
- Ansiedad;
- Trastornos del sueño;
- Cambios repentinos de humor;
- Aumento de la sudoración;
- Convulsiones.
Estos síntomas se presentan después de 2 a 5 días cuando la persona disminuye o interrumpe su consumo de alcohol y suelen durar de 48h a 5 días. Por lo que es importante acudir al médico en caso de que se presenten estos síntomas para recibir el tratamiento adecuado.
Causas del delirium tremens
La principal causa del delirium tremens es la interrupción de la ingesta de alcohol en personas con un consumo crónico. Algunos de los principales factores de riesgo para su desarrollo son:
- Antecedentes familiares;
- Cantidad de alcohol al momento de la hospitalización;
- Enfermedades crónicas mal controladas, como diabetes;
- Enfermedades del hígado;
- Alteraciones en las enzimas hepáticas;
- Intensidad de los síntomas de abstinencia alcohólica.
La interrupción del consumo del alcohol puede ser producida por una hospitalización debido a alguna otra enfermedad, molestias causada por el alcohol que motivan a la persona a intentar dejarlo e incluso por conflictos familiares, laborales o sociales, por ejemplo.
Por eso, es importante que las personas que deseen abandonar el consumo de alcohol o que la ingesta sea vea interrumpida súbitamente por algún accidente, por ejemplo, reciban orientación médica para evitar las complicaciones relacionadas a la abstinencia alcohólica.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico del delirium tremens puede se realizado por un médico general, psiquiatra o neurólogo, el cual evaluará los signos y síntomas presentados por la persona, además de investigar los antecedentes personales de consumo de alcohol, como frecuencia y cantidad. Asimismo el médico podrá realizar algunas pruebas como la escala CIWA-Ar para poder determinar la intensidad de la abstinencia y orientar el tratamiento adecuado.
De igual forma, pueden solicitarse estudios de imagen y de laboratorio para determinar el estado de salud de la persona y evaluar posibles daños en órganos, como los riñones y el hígado, debido al consumo de alcohol.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del delirium tremens debe ser realizado en el hospital de acuerdo a la severidad de los síntomas, por lo que el médico puede indicar medicamentos, como clometiazol, el tetrabamato y las benzodiazepinas, con el objetivo de aliviar la abstinencia alcohólica y evitar sus complicaciones, como el síndrome de Korsakoff y la encefalopatía de Wernicke.
Es importante que las personas con abstinencia al alcohol reciban asistencia y cuidados como aporte de vitaminas, especialmente de B1, magnesio y una buena hidratación, además de un ambiente calmo y una monitorización constante de los signos vitales.
En algunos casos, el delirium tremens puede ser resistente al tratamiento y complicarse, requiriendo de intubación y medicamentos a altas dosis, como benzodiazepinas, fenobarbital y betabloqueantes. Vea más sobre el tratamiento del alcoholismo.
