Antimicóticos orales, tópicos y lociones (y qué son)

Los antimicóticos son medicamentos utilizados para tratar infecciones causadas por hongos. Estos pueden clasificarse en antimicóticos orales, como el fluconazol, itraconazol o terbinafina, y en antimicóticos tópicos, disponibles en forma de cremas, lociones, aerosoles, champús o esmaltes medicados.

El uso de antimicóticos debe ser indicado por un dermatólogo, de acuerdo con el tipo de micosis y la gravedad de las lesiones. La duración del tratamiento puede variar entre 1 y 4 semanas, aunque en algunos casos, como en las micosis del cuero cabelludo o de las uñas, puede extenderse durante varios meses.

Las micosis pueden afectar la piel, las uñas, las mucosas (como la boca y la vagina) o incluso los órganos internos, especialmente en personas con el sistema inmunitario debilitado. Las infecciones más comunes incluyen la tiña, la micosis de uñas, el pie de atleta, la candidiasis, la pitiriasis versicolor y la tiña inguinal. Vea cuáles son los principales tipos de micosis de la piel.

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Principales antimicóticos

Los principales medicamentos para tratar las micosis incluyen:

1. Antimicóticos orales

Los comprimidos antimicóticos pueden ser indicados por el dermatólogo cuando el área afectada por la micosis es muy grande, en los casos de micosis en la uña o cuando la persona posee algún problema que afecta el sistema inmunitario, por ejemplo.

En estas situaciones, el dermatólogo puede indicar solo el uso de comprimidos como:

  • Fluconazol 150 mg en cápsulas;
  • Itraconazol 100 mg en cápsulas;
  • Terbinafina 250 mg en comprimidos o en cápsulas.

La posología va a depender de la región afectada y de la extensión de las lesiones, debiendo ser determinada por el médico.

2. Antimicóticos tópicos (pomadas, cremas y lociones)

Las pomadas, cremas y lociones para micosis poseen acción antifúngica que ayuda a eliminar el hongo, aliviando síntomas como comezón intensa, enrojecimiento y descamación de la piel, y pueden ser usadas para micosis en los pies, la ingle, las axilas, el tronco y el cuello, como candidiasis, pitiriasis versicolor, pie de atleta o tiña en la piel, por ejemplo.

Algunas de las pomadas, cremas o lociones usadas para el tratamiento de la micosis incluyen:

  • Clotrimazol 1% en crema, solución o loción (Loprox crema);
  • Terbinafina 1% en crema o solución (Lamisil crema);
  • Amorolfina 2,5% en crema (Loceryl);
  • Ciclopirox olamina 1% en crema o loción (Bonnetril);
  • Ketoconazol 2% en crema (Apotex crema);
  • Miconazol 2% en crema, aerosol, loción o polvo (Conazol);
  • Oxiconazol 1% en crema o loción (Oxistat);
  • Fenticonazol en crema, solución o aerosol (Lomexin).

Estas cremas, pomadas o lociones siempre deben ser utilizadas de acuerdo con las indicaciones del médico, y generalmente deben ser aplicadas de 1 a 2 veces al día, durante al menos 2 semanas o por el período de tiempo determinado por el médico.

Estos medicamentos deben ser aplicados en el área de la piel afectada y al menos 2 cm más allá de los bordes de la micosis, y luego de la aplicación, es importante dejar que la piel absorba todo el producto para luego vestirse o colocarse el calzado.

Es importante realizar el tratamiento hasta el final, incluso si ocurre una mejoría de los síntomas en 1 o 2 semanas, para evitar que la infección reaparezca.

3. Champús antimicóticos

Los champús antimicóticos pueden ser indicados para micosis del cuero cabelludo o la barba, para ayudar a eliminar el hongo y prevenir la transmisión de la micosis a otras personas o a otras áreas del cuerpo.

Los principales champús antimicóticos que pueden ser indicados por el dermatólogo incluyen:

  • Ketoconazol 20 mg/ml (Tiniazol);
  • Ciclopirox olamina al 1,5% (ISDIN shampoo);
  • Sulfuro de selenio al 2,5% (Selsun y Head & Shoulders Clinical Strength);
  • Piritionato de zinc (Head & Shoulders, DHS Zinc Shampoo)

Estos champús deben ser aplicados sobre el cuero cabelludo o la barba, dejándolos actuar de 5 a 10 minutos, o enjuagándolos inmediatamente, lo que depende del tipo de champú indicado por el médico.

Para evitar la sequedad de la piel, se puede utilizar un champú hidratante luego de usar el champú antimicótico.

4. Esmalte medicamentoso

El esmalte medicamentoso es indicado por el dermatólogo en caso de micosis en las uñas de los pies o de las manos, pues tiene acción antifúngica que ayuda a eliminar el hongo.

Los esmaltes medicamentosos que pueden ser indicados por el médico incluyen:

  • Amorolfina al 5% (Loceryl);
  • Clotrimazol 10 mg/g (Tenescan);
  • Ciclopirox olamina 80 mg/g (Loprox laca).

El esmalte debe aplicarse en la uña afectada de la mano o del pie entre una y dos veces por semana.

La duración del tratamiento depende de la gravedad de la infección, su localización y la velocidad de crecimiento de la uña, pudiendo ser de aproximadamente 6 meses para las uñas de las manos y de 9 a 12 meses para las uñas de los pies. Vea otras opciones de tratamiento para la micosis en las uñas.

Opciones de remedios caseros

Algunas opciones de remedios caseros para la micosis incluyen el té de salvia o el aceite de melaleuca, pues poseen propiedades antifúngicas, lo que puede ser útil para complementar el tratamiento indicado por el médico.

No obstante, es importante recalcar que estos remedios caseros no deben ser empleados exclusivamente para tratar cualquier tipo de micosis.

El uso de estos o de cualquier otro remedio casero no debe sustituir los medicamentos indicados por el médico, siendo solo una forma de ayudar a aliviar los síntomas de manera más rápida.

Cuidados durante el tratamiento de la micosis

Algunos cuidados que hay que tener durante el tratamiento de la micosis son importantes para ayudar a combatirla y facilitar la recuperación, e incluyen:

  • Mantener la región limpia y seca;
  • Evitar permanecer con ropa o zapatos mojados o húmedos;
  • No compartir piezas de ropa ni calzados;
  • Evitar estar descalzo en sitios públicos, principalmente en aquellos con mayor humedad, como saunas y baños.

Asimismo, es necesario observar si las mascotas en casa presentan lesiones sugestivas de micosis, pues es posible que ellas transmitan hongos, lo que podría provocar nuevas infecciones en el futuro.