Los principales síntomas del TDAH incluyen dificultad para prestar atención en detalles y/o mantener el enfoque, no poder concluir tareas, olvidar compromisos, perder objetos, hablar en exceso y mostrar inquietud frecuente.
El TDAH, o trastorno de déficit de atención e hiperactividad, es una alteración del desarrollo neurológico y, aunque los síntomas comienzan en la infancia, normalmente disminuyen a medida que el niño crece.
En caso de sospecha de TDAH, es importante consultar a un neurólogo o psiquiatra y, en el caso de los niños, un neuropediatra o psiquiatra infantil, que son los médicos más indicados para evaluar los síntomas del TDAH, confirmar el diagnóstico y comenzar el tratamiento.
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12 síntomas de TDAH en niños
Los principales síntomas de TDAH en niños son:
1. Dejar de prestar atención a los detalles
Las personas con TDAH tienden a tener dificultad para prestar atención a los detalles y, por lo tanto, pueden cometer errores por descuido en el trabajo y en las tareas escolares, por ejemplo;
2. Dificultad para mantener el enfoque
Es común que las personas con TDAH tengan problemas para concentrarse en tareas como asistir a clases, leer libros y participar en conversaciones largas, dispersando su atención con frecuencia.
El TDAH también puede hacer que la persona se distraiga fácilmente con ruidos, conversaciones y/o movimientos en el ambiente, por ejemplo. Además, los pensamientos no relacionados con la tarea que se está realizando tienden a surgir con frecuencia;
3. Evitar tareas que requieren esfuerzo mental prolongado
Las tareas como preparar informes, hacer trabajos escolares o tareas domésticas y llenar formularios tienden a ser evitadas en caso de TDAH, ya que son menos motivadoras y requieren atención constante;
4. No percatarse cuando le hablan
Debido a la dificultad de atención, la persona con TDAH puede parecer no escuchar cuando la llaman o le están hablando, mostrando que está frecuentemente distraída, incluso sin ninguna distracción obvia;
5. No concluir tareas
Debido a las distracciones frecuentes, es común que una persona con TDAH no logre concluir tareas como copiar del pizarrón antes de que el profesor borre, terminar exámenes dentro del tiempo o completar tareas dentro del horario de trabajo;
6. Dificultad para gestionar el tiempo
La dificultad para gestionar el tiempo en el TDAH puede hacer que la persona pierda fechas límite de entrega de informes y trabajos escolares, llegue tarde al trabajo o a la escuela y posponga tareas con frecuencia por no haber podido concluirlas;
7. Perder objetos que usa con frecuencia
Objetos como gafas, teléfono móvil, material escolar, cartera y llaves, aunque son importantes, tienden a perderse con frecuencia en personas con TDAH, ya que tienden a no prestar atención a dónde los dejan;
8. Olvidar obligaciones y tareas
El olvido de obligaciones y tareas es común en el TDAH, lo que puede llevar a la persona a no devolver llamadas, faltar a compromisos agendados, dejar de pagar facturas y perder fechas importantes, por ejemplo.
Especialmente los niños y adolescentes con TDAH olvidan órdenes dadas por los padres, como guardar juguetes y juegos, hacer la cama, bañarse y cepillarse los dientes;
9. No poder quedarse quieto por mucho tiempo
Las personas con TDAH tienen dificultad para permanecer quietas por largo tiempo, pudiendo moverse en la silla, golpear los pies contra el suelo o los dedos en la mesa y retorcer las manos con frecuencia, por ejemplo. Especialmente los niños tienden a levantarse de la silla durante la clase;
10. Hablar en exceso
Es común que las personas con TDAH hablen mucho y/o rápidamente y, debido a la impulsividad, pueden interrumpir conversaciones o dar respuestas antes de que las preguntas se terminen, por ejemplo;
11. Dificultad para esperar su turno
Debido a la hiperactividad y la impulsividad, los niños con TDAH tienden a tener problemas para esperar su turno en juegos y actividades y, en adolescentes o adultos, al esperar en filas, por ejemplo. Aprende a identificar los síntomas del TDAH en adultos;
12. Actuar como si estuviera “con el motor encendido” o “a toda marcha” frecuentemente
El TDAH puede generar una sensación de inquietud, haciendo que la persona parezca como si estuviera siempre “con el motor encendido” o “a toda marcha” y resulte difícil de seguir.
14 síntomas de TDAH en adultos
Los principales síntomas de TDAH en adultos son:
- Dificultad para concentrarse o mantener la atención en tareas largas;
- Impulsividad en acciones y decisiones;
- Desorganización frecuente y problemas para establecer prioridades;
- Olvidos recurrentes de citas, reuniones y compromisos;
- Manejo deficiente del tiempo y retrasos constantes;
- Problemas para iniciar o terminar tareas;
- Inquietud interna o sensación de nerviosismo constante;
- Cambios frecuentes en el estado de ánimo;
- Baja tolerancia a la frustración;
- Dificultad para seguir instrucciones o recordar conversaciones;
- Procrastinación (postergar tareas y obligaciones);
- Problemas para mantener rutinas o seguir planes;
- Temperamento irritable o explosivo;
- Problemas en relaciones personales y dificultad para mantener la calma en discusiones.
Estos síntomas pueden variar en intensidad y afectan diferentes áreas de la vida adulta como el trabajo, las relaciones o el bienestar emocional.
Lea también: TDAH en adultos: qué es, síntomas y tratamiento tuasaude.com/es/tdah-en-adultosTest de TDAH
Para saber la posibilidad de tener TDAH, selecciona los síntomas que presentas en la prueba a continuación:
Esta prueba es solo una herramienta de orientación y no tiene el objetivo de dar un diagnóstico ni sustituir la consulta con el neuropediatra, neurólogo o psiquiatra.
¿Qué médico consultar?
En caso de sospecha de TDAH, para adultos es recomendable consultar a un neurólogo o psiquiatra, que son los médicos más indicados para evaluar los síntomas de desatención y/o hiperactividad y sus impactos en la vida de la persona.
Además, en caso de niños y adolescentes, lo más indicado es acudir a un neuropediatra o psiquiatra infantil, quienes pueden evaluar mejor los cambios en el comportamiento y descartar enfermedades como la discapacidad intelectual y el autismo.
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