Es posible que un hombre pierda la erección durante el acto por factores físicos, emocionales o por el uso de ciertos medicamentos. Esta situación puede ocurrir de forma ocasional y no siempre representa un problema de salud.
El estrés, la ansiedad o las preocupaciones personales pueden interferir con la respuesta del cuerpo durante el contacto íntimo, sobre todo cuando existe presión por mantener el rendimiento sexual en ese momento.
Además, el consumo de alcohol, el tabaquismo o enfermedades como hipertensión y diabetes también pueden dificultar la erección, especialmente cuando no se recibe el tratamiento adecuado con el tiempo. Conozca otras causas de impotencia.
Se recomienda acudir al médico cuando la pérdida de erección ocurre con frecuencia o empieza a generar malestar en la vida sexual, ya que puede ser necesario evaluar la causa e iniciar un tratamiento personalizado.