RCP básico en adultos, niños y bebés

La reanimación cardiopulmonar (RCP) básica es una técnica que permite reemplazar temporalmente la función del corazón, manteniendo la circulación de la sangre por todo el cuerpo y asegurando que el cerebro siga recibiendo oxígeno.

Es el eslabón más importante del soporte vital básico, después de haber solicitado ayuda médica. La RCP debe iniciarse cuando la víctima está inconsciente y no respira. Antes de comenzar, es fundamental verificar que el ambiente sea seguro, y comprobar si la persona responde y respira.

Para evaluar la respiración, coloca a la persona boca arriba, acercando tu rostro a su boca y nariz mientras observas atentamente su pecho. Si no se percibe que el pecho se eleve, no sientes su respiración en tu cara ni escuchas ningún sonido respiratorio, es necesario iniciar la RCP básica. Esta evaluación no debería tomar más de 10 segundos.

1. RCP en adultos

Imagem ilustrativa número 1

Para realizar RCP en adolescentes y adultos se deben seguir los siguientes pasos:

  • Llamar al número de urgencias de su país y solicitar una ambulancia, siendo ideal describir la situación de la persona;
  • Mantener a la persona boca arriba y sobre una superficie dura;
  • Colocar sus manos sobre el pecho de la víctima, entrelazando los dedos, entre los pezones como se muestra en la imagen;
  • Comprimir con fuerza las manos contra el pecho de la persona, manteniendo los brazos rectos y utilizando su propio peso corporal, contando al menos 2 compresiones por segundo hasta que llegue el servicio de urgencia. Es importante permitir que el pecho del paciente vuelva a su posición normal entre cada empujón;
  • Si la persona recupera la conciencia, se debe colocar en posición lateral de seguridad hasta que llegue la ayuda médica.

Las personas capacitadas en RCP pueden alternar el masaje cardíaco con 2 respiraciones por cada 30 compresiones. Lo ideal es hacer entre 100 a 120 veces por minuto, pudiendo ser de utilidad cantar la canción de “Stayin’ Alive” by the Bee Gees.

Lo ideal es continuar con las compresiones hasta la llegada del personal médico o hasta que la víctima recupere la consciencia. Sin embargo, pueden interrumpirse si quien las realiza se agota físicamente.

En caso de haber más personas capacitadas presentes, se sugiere un relevo cada 2 minutos para evitar el agotamiento, aprovechando el momento de las respiraciones para hacer el cambio. Es importante que las compresiones no se interrumpan por más de 30 segundos

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Cómo se realizan las respiraciones

Para realizar las respiraciones se debe:

  1. Apretar la nariz de la persona mientras se le inclina un poco su cabeza hacia atrás y se levanta su barbilla;
  2. Cerrar la boca sobre la de la persona y soplar una cantidad normal de aire para que el pecho de la persona suba. Si el pecho no sube, se debe verificar si tiene algo en la boca que no esté permitiendo el paso de aire.
  3. A seguir, se le deben dar dos respiraciones en total y volver hacer 30 compresiones.

No obstante, si no se tiene capacitación, si se trata de una persona desconocida, o si no se siente cómodo, es recomendable mantener solo las compresiones cardíacas de forma continua hasta que llegue la ambulancia.

2. RCP en niños

Imagem ilustrativa número 2

Para realizar RCP en niños de hasta 10 años, los pasos son ligeramente diferentes, como se indica a continuación:

  • Llamar al número de urgencias de su país y solicitar una ambulancia;
  • Acostar al niño sobre una superficie dura y colocar su barbilla hacia arriba para facilitar la respiración;
  • Dar 2 respiraciones boca a boca;
  • Colocar la palma de una mano, con los dedos levantados, sobre el pecho del niño, entre los pezones;
  • Presionar el pecho con una sola mano, contando 2 compresiones por segundo hasta que llegue el personal médico. Debe dar 2 respiraciones boca a boca cada 15 compresiones.

A diferencia de los adultos, la respiración de los niños debe mantenerse para facilitar la oxigenación de los pulmones.

3. RCP en bebés

Imagem ilustrativa número 3

En el caso de un bebé, se debe intentar mantener la calma y seguir los pasos a continuación:

  • Llamar al número de urgencias de su país y solicitar una ambulancia;
  • Acostar al bebé boca arriba sobre una superficie dura;
  • Colocar la barbilla del bebé hacia arriba para facilitar la respiración;
  • Retirar de la boca del bebé cualquier objeto que pueda estar obstruyendo el paso del aire, pudiendo utilizarse el dedo índice y el del medio en forma de "garra" para retirarlo;
  • Comenzar con 5 respiraciones boca a boca lentas de 1 segundo. Lo ideal es tapar la boca y la nariz del bebé con la boca. En algunos casos, el bebé puede empezar a respirar de nuevo y es necesario suspender la maniobra. Sin embargo, si el bebé continúa sin respirar, debes proceder con los pasos siguientes;
  • Colocar 2 dedos sobre la mitad del pecho, normalmente los dedos índice y medio se colocan entre los pezones, como se muestra en la imagen;
  • Presionar con los dedos hacia abajo, contando 2 empujones por segundo, hasta que llegue el personal de atención médica;
  • Realizar 2 respiraciones boca a boca después de cada 15 compresiones con los dedos.

Al igual que en los niños, en los bebés también se debe mantener la respiración por cada 15 compresiones para garantizar que llegue oxígeno al cerebro.

Si el bebé se está ahogando, no se debe iniciar el RCP sin antes intentar retirar el objeto y restablecer la vía aérea.

Importancia del RCP

El RCP es muy importante para reponer el trabajo del corazón y mantener bien oxigenado el cerebro de la persona mientras llega la ayuda médica profesional. De esta manera, es posible disminuir el riesgo de que la persona padezca daño neurológico, el cual puede surgir al cabo de 3 o 4 minutos después de que el corazón deja de latir.

Lo más importante en estas personas es la realización de un RCP eficaz, es decir, que sea capaz de hacer circular la sangre con cada compresión del tórax. En los niños la respiración se debe realizar cada 30 compresiones porque, en estos casos, la mayor causa de paro cardíaco es la hipoxia, es decir, la falta de oxigenación.