El tabaquismo puede causar casi 50 enfermedades diferentes debido a la gran cantidad de sustancias químicas que el cigarrillo contiene en su composición, las cuales son responsables de generar cáncer en diversos órganos, enfermedades pulmonares, como bronquitis y enfisema, además de enfermedades cardiovasculares como hipertensión, infarto y accidente cerebrovascular.
Incluso las personas que fuman poco o aquellas que no fuman, pero que inhalan el humo de otras personas, pueden sufrir de alguna enfermedad relacionada con este hábito, ya que las sustancias tóxicas del humo del cigarrillo contienen una elevada capacidad de causar inflamación y alteraciones genéticas en las células.
Asimismo, no solo el cigarrillo tradicional industrializado es dañino, las versiones como tabaco, pipa, narguile, shishas, hookah, cigarro de mascar e incluso el cigarro electrónico también lo son.
Principales enfermedades por tabaquismo
Las principales enfermedades causadas por el tabaquismo son:
1. Enfisema pulmonar y bronquitis
El enfisema y la bronquitis, conocidos como enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC, surge porque el humo del cigarrillo causa inflamación en los tejidos que revisten las vías respiratorias, causando lesiones permanentes que reducen la capacidad respiratoria del pulmón, casando que intercambio gaseoso no ocurra de modo eficiente.
Los principales síntomas que surgen en este tipo de enfermedad son falta de aire, tos crónica y casos de neumonía frecuente. La falta de aire, inicialmente, surge al realizar esfuerzos, pero a medida que la enfermedad se agrava, puede surgir estando en reposo, además de producir complicaciones como hipertensión pulmonar e infección respiratoria. Vea cómo identificar y cómo tratar la EPOC.
Qué hacer: se recomienda acudir con el médico general o neumólogo para que se realicen los exámenes y se indique el tratamiento más adecuado, el cual incluye normalmente el uso de inhaladores que contienen medicamentos que ayudan a abrir las vías respiratorias facilitando el paso del aire. En los casos en que los síntomas empeoran, el médico puede indicar el uso de corticoides o de oxígeno. Además, es fundamental dejar de fumar para evitar que la inflamación de los pulmones evolucione y empeoren los síntomas.
2. Infarto y ACV
El cigarro produce alteraciones cardiovasculares, acelerando los latidos cardíacos y contrayendo las principales arterias, lo cual resulta en alteración en el ritmo de los latidos del corazón y aumento de la presión arterial, pudiendo provocar infarto, angina de pecho, ACV y aneurisma.
La persona que fuma puede presentar mayor probabilidad de sufrir de hipertensión, dolores en el pecho como angina y acumular placas de grasa en las arterias, lo que aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, principalmente si están asociadas a otras situaciones de riesgo como colesterol alto, diabetes e hipertensión.
Qué hacer: es importante consultar a un cardiólogo para que evalúe el estado de salud del corazón y se inicie el tratamiento, el cual puede incluir el uso de medicamentos que controlen la formación de coágulos sanguíneos, como el ácido acetilsalicílico (AAS) y clopidogrel y de medicamentos que controlen la presión arterial. En casos más graves puede recomendarse la realización de cirugía y, en caso de ACV puede ser necesario un cateterismo cerebral, que es un procedimiento que tiene como objetivo remover el coágulo.
3. Impotencia sexual
El humo causa impotencia en los hombres, especialmente menores de 50 años, tanto por alterar la liberación de hormonas importantes para el contacto íntimo como por inhibir el flujo sanguíneo que bombea la sangre para el pene, necesario para mantener la erección, además de afectar la calidad del esperma.
Por lo que la persona que fuma puede tener dificultades para iniciar o mantener el contacto íntimo hasta el final, causando algunas limitaciones. Sin embargo, dejar de fumar suele revertir parcial o totalmente esta situación.
Qué hacer: en estos casos se recomienda dejar de fumar, ya que de esta forma es posible restablecer la capacidad sexual. En algunos casos, las sesiones con el psicólogo o sexólogo pueden ser de gran ayuda para revertir la impotencia.
4. Enfermedades reumáticas
El tabaquismo aumenta el riesgo de desarrollar artritis reumatoide, causando síntomas como dolor, inflamación y enrojecimiento en las articulaciones, principalmente de las manos, aumentando la gravedad y dificultando su tratamiento, ya que disminuye la eficacia de los medicamentos para el tratamiento de la artritis.
Asimismo, debido al aumento de la inflamación y la disfunción de las células del organismo, fumar aumenta el riesgo de desarrollar otras enfermedades reumáticas y autoinmunes como la espondilitis anquilosante, el lupus y la artritis psoriásica. Conozca qué es la artritis psoriásica y cómo es el tratamiento.
El cigarro también aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en personas con enfermedades reumáticas debido al aumento de la inflamación y disfunción de las células del organismo.
Qué hacer: en el caso de enfermedades reumáticas, además de dejar de fumar, es importante que la persona esté acompañada por el reumatólogo y se realice exámenes frecuentemente con el objetivo de evaluar la presencia de alteraciones y la posible necesidad de cambiar la dosis del medicamento debido al humo.
5. Úlceras gástricas
El cigarrillo aumenta 4 veces la probabilidad de desarrollar una úlcera gástrica, así como otras enfermedades del tracto gastrointestinal como gastritis, reflujo y enfermedad inflamatoria intestinal, debido a la inflamación de la mucosa tanto del estómago como del intestino.
También favorece el surgimiento de nuevas úlceras, retrasa su cicatrización, interfiere en la efectividad del tratamiento para erradicarlas y aumenta las complicaciones relacionadas con las úlceras.
Por esto es común que las personas que fuman tenga más síntomas como dolor de estómago, ardor, gases, indigestión y alteraciones en el tránsito intestinal. Conozca más sobre los síntomas de la úlcera gástrica.
Qué hacer: para tratar las úlceras gástricas, el médico general o gastroenterólogo pueden prescribir el uso de medicamentos que disminuyan la acidez del estómago, evitando que los síntomas empeoren y la úlcera evolucione. Además, puede indicarse medicamentos analgésicos para controlar el dolor y el cambio en los hábitos alimenticios evitando alimentos muy ácidos, calientes y que promuevan la liberación de ácido gástrico, como café, salsas y té negro.
6. Cambios visuales
Las sustancias que contiene el humo de cigarrillo también aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular, por aumentar las posibilidades de disfunción e inflamación de las células.
Las cataratas causan visión empañada o borrosa, por lo que dificultan la capacidad visual principalmente por las noches. Ya en el caso de degeneración macular, causa alteraciones en la visión central y aguda, dificultando la lectura y la visión de los detalles finos, pudiendo empeorar con el paso del tiempo.
Qué hacer: en estos casos se recomienda consultar a un oftalmólogo para que evalúe la su vista y en caso necesario indique la realización de cirugía para corregir el problema.
7. Cambios en la memoria
El cigarrillo está asociado a un aumento del riesgo de desarrollar demencia, tanto alzhéimer como lesiones cerebrales recurrentes de mini accidentes cerebro vasculares.
Los síndromes demenciales provocan pérdida de memoria que empeora a lo largo del tiempo, pudiendo también causar alteraciones a nivel del comportamiento y en la capacidad de comunicación.
Qué hacer: una forma de estimular la memoria es por medio de la realización de ejercicios con juegos de palabras o imágenes, además de llevar una alimentación rica en omega 3, que es una sustancia que promueve la salud cerebral y ayuda a tener una noche de sueño tranquila.
8. Complicaciones en el embarazo
En el caso de las embarazadas que fuman o inhalan el humo del cigarrillo en exceso, las toxinas del cigarro pueden provocar diversas complicaciones como aborto espontáneo, retardo en el crecimiento del feto, nacimiento prematuro o muerte del feto, siendo importante que la mujer deje de fumar antes de quedar embarazada.
Es importante observar la presencia de sangrados, cólicos intensos o alteraciones en el crecimiento del útero, siendo muy importante realizar el control prenatal correctamente para identificar cualquier alteración lo más temprano posible.
Qué hacer: en caso de observarse algún signo de cambio durante el embarazo que puede deberse al cigarro, lo mejor es consultar al obstetra para que se realicen los exámenes necesarios para confirmar si el bebé se está desarrollando de forma adecuada.
9. Cáncer de vejiga
Gran parte de las sustancias cancerígenas del cigarro que entran en la circulación sanguínea necesitan ser eliminadas al pasar por las vías urinarias, aumentando la posibilidad de desarrollar cáncer de vejiga, al mantenerse en contacto con el tejido de este órgano.
Algunos signos y síntomas que pueden surgir en personas con cáncer de vejiga son sangrados en la orina, dolor abdominal, ganas de orinar con más frecuencia, dolor en la zona pélvica y pérdida de peso. Vea más síntomas del cáncer de vejiga.
Qué hacer: ante la presencia de signos y síntomas de cáncer de vejiga se recomienda acudir con un urólogo u oncólogo para que se realicen los exámenes necesarios con el objetivo de confirmar el diagnóstico y evaluar la extensión del tumor, pudiendo indicarse el tratamiento más adecuado, el cual puede ser por medio de cirugía, quimioterapia, radioterapia o inmunoterapia.
10. Cáncer de pulmón
Cuando las sustancias del cigarrillo entras en contacto con los tejidos de los pulmones que hacen el intercambio respiratorio, aumenta el riesgo de que se produzca un cáncer debido a la inflamación y la disfunción de las células.
El cáncer de pulmón causa síntomas como falta de aire, tos excesiva o con sangre y pérdida de peso. Sin embargo, muchas veces el cáncer es silencioso y solo causa síntomas cuando está avanzado, por esto es importante parar el tabaquismo cuanto antes, además de acudir al neumonólogo habitualmente.
Qué hacer: la primera acción que se debe realizar en este caso es dejar de fumar, además de seguir el tratamiento indicado por el médico. El tratamiento para el cáncer de pulmón es definido por el oncólogo de acuerdo con el tipo, clasificación, tamaño y estado de salud de la persona, pudiendo indicarse cirugía, radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia o terapia fotodinámica, por ejemplo. Vea cómo es realizado el tratamiento del cáncer de pulmón.
Además del cáncer de pulmón y de vejiga, el cigarro es responsable por aumentar el riesgo de casi 20 tipos de cáncer. Esto ocurre porque las sustancias cancerígenas del cigarro son capaces de interferir en la información genética de las células, además de causar inflamación.
Cómo evitar las enfermedades causadas por el tabaquismo
La única forma de evitar estas enfermedades es dejando de fumar. A pesar de que es difícil abandonar este vicio, se debe tener en cuenta la importancia de esta actitud para la salud y dar el primer paso.
En caso sea difícil conseguirlo por sí solo, existen tratamientos prescritos por el neumólogo que pueden ayudar a dejar el tabaquismo, como el uso de adhesivos o pastillas de nicotina, además de la posibilidad de frecuentar grupos de apoyo o tener acompañamiento psicológico. Normalmente, al dejar de fumar, el riesgo de desarrollar enfermedades asociadas al consumo de cigarro disminuye.