Es normal que un bebé regurgite durante el primer año de vida debido a su sistema gastrointestinal aún inmaduro y al tamaño pequeño de su estómago, y en la mayoría de los casos, estos episodios de regurgitación desaparecen antes de los 12 meses de edad.
Sin embargo, el regurgitar del bebé, también conocido como reflujo, a veces puede ser indicativo de problemas, como la enfermedad por reflujo gastroesofágico o infecciones, especialmente si aparecen otros síntomas como fiebre, rechazo de los alimentos y pérdida de peso. Sepa más qué es el reflujo en el bebé y sus causas.
Es importante consultar a un pediatra en caso de regurgitación, especialmente si se presentan otros síntomas. Para evitar la regurgitación, a veces se pueden recomendar algunas precauciones, como evitar dar biberones demasiado llenos o cuando el bebé no tiene hambre.
Cómo identificar que el reflujo es normal
En la mayoría de los casos, es normal que un bebé regurgite debido a un sistema gastrointestinal inmaduro y al tamaño pequeño de su estómago, que se llena rápidamente cuando se alimenta.
Es común que un bebé comience a regurgitar alrededor de las 2 a 3 semanas de vida. Los episodios de regurgitación tienden a intensificarse hasta el cuarto o quinto mes y desaparecer gradualmente antes de los 12 meses de edad, a medida que el sistema gastrointestinal madura y el estómago aumenta de tamaño.
Aunque puede resultar incómodo, el regurgitar del bebé considerado normal no causa otros síntomas graves, como llanto excesivo o irritabilidad, ni hace que el bebé rechace los alimentos. Además, a pesar de la regurgitación, el bebé tiende a crecer y desarrollarse normalmente.
Cuándo el reflujo puede ser un problema
El regurgitar del bebé puede indicar un problema en los siguientes casos:
- Regurgitación con un color verdoso o sangre;
- Inicio de la regurgitación después de los 6 meses;
- Persistencia de la regurgitación después de 1 año de edad;
- Rechazo de alimentos y/o dificultad para ganar peso o pérdida de peso;
- Irritabilidad y/o llanto intenso, especialmente después de regurgitar;
- Crecimiento anormal de la cabeza;
- Retraso en el desarrollo.
En estos casos, es importante consultar a un pediatra, que es el médico más indicado para evaluar el crecimiento del bebé e identificar posibles alteraciones en su desarrollo.
Además de eso, si aparecen síntomas como regurgitación con sangre, hinchazón abdominal, convulsiones, fiebre o somnolencia excesiva, se recomienda buscar atención médica de emergencia para su evaluación.
Cómo evitar que el bebé regurgite
Para evitar el regurgitar en el bebé, es importante evitar darle el biberón o amamantar cuando el bebé no tiene hambre o dar grandes cantidades de leche de una sola vez. Debe permitirse que el bebé haga pausas para eructar durante la alimentación. Conozca cómo debe ser la alimentación de un bebé.
Además, otros cuidados para evitar el regurgitar incluyen hacer eructar al bebé después de comer y asegurarse de que lo acuesten después de 30 minutos, no se recomienda balancear al bebé excesivamente después de la alimentación.