Las enfermedades transmitidas por alimentos contaminados son salmonelosis, amebiasis, toxoplasmosis, botulismo y hepatitis A, por ejemplo.
Este tipo de enfermedades ocasionan el surgimiento de síntomas como vómitos, diarrea, fiebre, dolor de barriga y distensión abdominal, pudiendo variar de una persona a otra y según el microorganismo causante de la infección.
Suele ser fácil identificar cuando los alimentos frescos están estropeados, ya que de altera su color, olor o sabor. Sin embargo, los alimentos procesados no siempre presentan estos cambios, pues estos poseen sustancias que ayudan a maximizar la vida útil de estos productos.
10 enfermedades transmitidas por alimentos
Las principales enfermedades causadas por alimentos contaminados son:
1. Salmonelosis
La salmonelosis es una infección intestinal causada por la bacteria Salmonella sp, la cual ocasiona el surgimiento de algunos síntomas, como náuseas, vómitos, dolor abdominal, dolor de cabeza, diarrea y fiebre. Vea más detalles sobre la salmonelosis.
La transmisión de la salmonella generalmente ocurre a través del consumo de alimentos contaminados o al entrar en contacto con superficies contaminadas y luego llevarse las manos a la boca.
Fuentes de contaminación: la salmonella puede ser transmitida por la contaminación de los alimentos con heces humanas o de animales; el consumo de alimentos crudos o que estén mal cocidos, especialmente huevos y carne de aves, res o puerco; la ingesta de agua contaminada o productos lácteos no pasteurizados, como o queso, o por contaminación cruzada.
2. Amebiasis
La amebiasis es una infección intestinal causada por la Entamoeba histolytica, en la que no todas las personas infectadas con este parásito desarrollan síntomas de amebiasis. Algunas personas pueden ser portadoras asintomáticas del parásito y transmitirlo a otras personas sin mostrar signos de enfermedad, siendo importante mantener algunos normas de higiene básicas.
Lea también: Entamoeba histolytica: qué es, ciclo de vida y tratamiento tuasaude.com/es/entamoeba-histolyticaNo obstante, cuando las defensas del organismo están bajas o hay una gran cantidad de parásitos puede provocar algunos síntomas gastrointestinales, como diarrea con presencia de sangre y moco, dolor abdominal y malestar general. Vea otros síntomas de la amebiasis.
Fuentes de contaminación: la Entamoeba histolytica se transmite principalmente a través de la ingestión de agua o alimentos contaminados con quistes del parásito. Esta transmisión puede ocurrir en áreas donde el suministro de agua no está adecuadamente tratado, mediante la ingestión de agua contaminada o alimentos crudos, mal lavados o manipulados por manos contaminadas.
Además, la enfermedad puede propagarse de persona a persona mediante la transmisión fecal-oral, especialmente en condiciones de higiene precarias o a través del contacto directo con materia fecal contaminada.
3. Toxoplasmosis
La toxoplasmosis es una enfermedad infecciosa causada por la ingestión de carne cruda o poco cocida que contiene quistes del parásito Toxoplasma gondii. Esta enfermedad puede manifestarse con signos y síntomas generales como fiebre, dolor muscular, fatiga excesiva y dolor de cabeza, surgiendo principalmente en personas con un sistema inmunológico comprometido. Vea qué otros síntomas causa la toxoplasmosis.
Fuentes de contaminación: las principales fuentes de contaminación incluyen la ingestión de agua contaminada con el parásito o de carne de res, cerdo, venado o cordero cruda, poco cocida o mal higienizada. Además, el Toxoplasma gondii puede encontrarse en las heces de algunos gatos, por lo que el contacto con ellas también puede representar una vía de contaminación.
4. Botulismo
El botulismo es una enfermedad causada por la toxina de la bacteria Clostridium botulinum, que provoca síntomas como náuseas, vómitos, vértigo, visión doble, dificultad para respirar y parálisis de los músculos respiratorios, que pueden poner en peligro la vida de la persona. Vea otros síntomas que pueden causar el botulismo.
Los signos y síntomas de botulismo normalmente surgen entre 4 a 36 horas después de que la toxina entra al organismo. Cuanto mayor es la concentración de la toxina en la sangre, los síntomas surgen más pronto.
Fuentes de contaminación: esta bacteria puede ingresar al organismo a través del consumo de alimentos contaminados o mal conservados. Sin embargo, también puede ingresar a través de heridas en la piel, alteraciones en la microbiota intestinal o incluso a través de la inyección de Botox en procedimientos estéticos.
5. Hepatitis A
La hepatitis A es una enfermedad infecciosa que causa inflamación en el hígado y es causada por el virus de la hepatitis A. Esta infección se caracteriza por la aparición de algunos síntomas como cansancio, fiebre baja, diarrea, dolor de cabeza y dolor de panza, por ejemplo. Vea otros síntomas de la hepatitis A.
Es importante destacar que todas las personas con el virus de la hepatitis A presenta síntomas, si se desarrollan estos pueden surgir al cabo de 2 a 7 semanas después de la infección.
Fuentes de contaminación: la principal forma de transmisión de la hepatitis A es a través de la ingesta de alimentos y agua contaminados con heces de personas portadoras del virus, por lo que la preparación de alimentos en lugares con malas condiciones higiénicas aumenta el riesgo de contraer este virus.
6. Intoxicación alimentaria por Escherichia coli
La Escherichia Coli es un grupo de bacterias que habitan naturalmente en el intestino humano sin que se produzcan enfermedades. Sin embargo, existen algunos tipos de E. Coli que son nocivos, como la E. coli enterotoxigénica, enteroinvasiva, enteropatogénica y enterohemorrágica.
Esta bacteria entra en el organismo a través del consumo de alimentos contaminados, causando una gastroenteritis con diarrea intensa y con la presencia de moco o sangre. Vea qué otros síntomas puede causar la intoxicación alimentaria por E.Coli.
Fuentes de contaminación: la E.Coli se transmite a través del consumo de alimentos o agua contaminados, como carne cruda, aves de corral, leche no pasteurizada, vegetales, frutas y agua contaminada con heces humanas o de animales. Además, el contacto directo con personas o animales infectados y la contaminación cruzada de alimentos y superficies también pueden transmitir la bacteria.
7. Intoxicación alimentaria por Bacillus cereus
El Bacillus cereus es un microorganismo que puede causar intoxicación alimentaria aguda, produciendo toxinas que provocan dos tipos de enfermedades gastrointestinales: el síndrome emético, caracterizado por vómitos, náuseas y a veces diarrea después de la ingestión de alimentos contaminados, y el síndrome diarreico, que se produce cuando se generan enterotoxinas en el intestino tras ingerir alimentos contaminados, ocasionando evacuaciones con moco y/o sangre, náuseas y dolor abdominal.
Fuentes de contaminación: los alimentos más comúnmente asociados con la intoxicación por Bacillus cereus son aquellos que se han almacenado a temperatura ambiente durante períodos prolongados después de la cocción, como el arroz cocido, las salsas, las sopas y otros platos preparados con anticipación y no refrigerados adecuadamente.
La intoxicación alimentaria por B. cereus suele ocurrir cuando los alimentos contaminados se almacenan a temperaturas que favorecen el crecimiento bacteriano y la producción de toxinas, como entre 8°C y 55°C.
8. Intoxicación alimentaria por Staphylococcus aureus
La intoxicación alimentaria causada por la bacteria Staphylococcus aureus puede provocar inflamación de la mucosa gastrointestinal, provocando la aparición de algunos síntomas de forma repentina, como vómitos, diarrea, dolor abdominal y náuseas. Vea más sobre el Staphylococcus aureus.
Estos síntomas suelen surgir al cabo de 30 minutos a 8 horas de haber consumido el alimento o la bebida contaminada. El Staphylococcus aureus puede encontrarse de forma natural en la piel y las mucosas, sin provocar ningún síntoma.
Es importante destacar que Staphylococcus aureus no suele crecer en los alimentos, pero puede producir toxinas que causan intoxicación alimentaria si se presentan las condiciones adecuadas.
Fuentes de contaminación: las toxinas del Staphylococcus aureus pueden encontrarse principalmente en alimentos procesados, como el jamón y los embutidos, por ejemplo, al ser alimentos con gran cantidad de sodio, lo que favorece la proliferación de esta bacteria y la producción de toxinas.
Además, la manipulación inadecuada de alimentos, la falta de higiene al prepararlos y almacenarlos, así como la contaminación cruzada también pueden favorecer el crecimiento de esta bacteria. Vea cómo lavar las frutas y las verduras correctamente.
9. Norovirus
El norovirus es un virus altamente contagioso que provoca síntomas como diarrea intensa, seguida de vómitos y, en muchos casos, fiebre, afectando tanto a adultos como a personas mayores y niños.
Además de la transmisión a través de la ingestión de alimentos, este virus se contagia principalmente por el contacto directo con personas portadoras del virus y, al ser notablemente resistente, también puede persistir en las superficies que han estado en contacto con personas infectadas, facilitando así su transmisión. Conozca más sobre el norovirus.
Fuentes de contaminación: este virus puede contaminar diversos tipos de alimentos, principalmente el agua y aquellos que son manipulados por personas infectadas.
10. Listeriosis
La infección por Listeria, causada por la bacteria Listeria monocytogenes, es una enfermedad transmitida por alimentos que puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más grave en grupos de riesgo como mujeres embarazadas, recién nacidos, adultos mayores y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Los síntomas de la listeriosis pueden variar desde leves, como fiebre, vómitos y diarrea, hasta más graves, como meningitis, septicemia y aborto espontáneo en mujeres embarazadas. Vea otros síntomas de la listeriosis.
Fuentes de contaminación: esta bacteria puede encontrarse en alimentos refrigerados como embutidos, mariscos, quesos blandos, productos lácteos no pasteurizados y ensaladas preparadas.
Qué hacer en caso de una intoxicación alimentaria
En caso de una intoxicación alimentaria, algunos consejos que puede seguir son:
- Mantener una hidratación adecuada, pues por lo general la intoxicación alimentaria se acompaña de vómitos y diarreas, siendo importante consumir suficientes líquidos, como sopas, jugos naturales o tés sin azúcar, sales de rehidratación oral o suero casero, por ejemplo. Además, también es posible consumir probióticos para ayudar a restablecer la flora bacteriana;
- Mantenerse de reposo, para ayudar al organismo en su recuperación;
- Evitar la automedicación, pues no se debe tomar medicamentos para detener la diarrea o los vómitos sin orientación médica;
- Realizar una alimentación de fácil digestión, de manera que se evite estimular el tracto gastrointestinal. Algunos alimentos recomendados son las sopas, frutas y vegetales sin cáscara y de preferencia cocidos, pan blanco, arroz blanco, pasta blanca y pescados o carnes blancas, como pollo o pavo sin piel. Vea qué puede comer en caso de una intoxicación alimentaria.
Si los síntomas persisten o son graves se debe acudir al gastroenterólogo o médico general, de manera que evalúe los síntomas que la persona presenta y, si es necesario, indique la realización de exámenes de diagnóstico que permitan identificar el microorganismo causante de la infección, de manera que indique el tratamiento más adecuado.
Lea también: Probióticos: para qué sirven, qué son y cómo tomar tuasaude.com/es/que-son-los-probioticosCómo evitar las enfermedades transmitidas por alimentos
Para prevenir las enfermedades transmitidas por alimentos es fundamental seguir prácticas adecuadas de manipulación y preparación de los mismos. Esto incluye lavarse las manos correctamente antes y después de manipular alimentos, así como mantener una buena higiene personal.
Además, también es importante consumir agua potable, almacenar los alimentos adecuadamente en refrigeradores y congeladores, utilizar tablas de cortar separadas para alimentos crudos y cocidos (para evitar la contaminación cruzada), así como cocinar los alimentos a temperaturas seguras para eliminar los patógenos, evitando el consumo de alimentos crudos de riesgo, como carnes y huevos crudos, por ejemplo.