5 medicamentos para la gota

Actualizado en marzo 2024

Para tratar la gota el médico puede prescribir medicamentos como antiinflamatorios, analgésicos y corticoides, que se utilizan en casos agudos y para prevenir las crisis. Además, algunos de estos medicamentos también se pueden utilizar en dosis más bajas para prevenir las crisis.

Existen otros medicamentos que ayudan a prevenir las complicaciones de la enfermedad que actúan reduciendo la producción de ácido úrico o promoviendo su eliminación.

De esta forma, el tratamiento para la gota debe individualizarse de acuerdo a la gravedad, duración de las crisis, articulaciones afectadas, contraindicaciones y antecedentes de tratamiento.

Imagem ilustrativa número 2

Medicamentos para la gota

Entre los principales medicamentos para tratar la gota se incluyen los siguientes:

1. Antiinflamatorios no esteroideos

Los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como el ibuprofeno, naproxeno, indometacina, acemetacina o celecoxib, por ejemplo, se utilizan mucho para aliviar los síntomas en crisis agudas de gota a dosis más altas y para prevenir futuras crisis a dosis más bajas. 

Lea también: 9 síntomas de la gota y cómo tratar tuasaude.com/es/sintomas-de-la-gota

Efectos secundarios: estos medicamentos pueden causar efectos colaterales a nivel gástrico, como dolor de estómago, sangrado y úlceras, principalmente en personas que toman estos medicamentos diario. Para reducir estos efectos, lo ideal es tomar estos medicamentos después de las comidas y el médico puede sugerir tomar un protector gástrico todos los días en ayunas para aliviar las molestias.

Su uso a largo plazo también puede ocasionar problemas renales, presión arterial alta o problemas cardíacos, retención de líquidos, erupciones u otras reacciones alérgicas.

Contraindicaciones: debe ser evitado por personas con hipersensibilidad a los AINES o a los salicilatos, así como por personas que han experimentado una reacción alérgica tras la ingesta de este tipo de medicamento. Tampoco deben ser usados por mujeres embarazadas o en período de lactancia sin orientación médica, ni por personas que se hayan sometido a una cirugía de injerto de derivación de arteria coronaria.

2. Colchicina

La colchicina es un medicamento muy utilizado para prevenir las crisis agudas de gota y tratar la gota crónica, ya que disminuye la deposición de cristales de urato y la consecuente respuesta inflamatoria, reduciendo así el dolor. Este medicamento puede usarse todos los días para prevenir las crisis y la dosis puede aumentarse durante una crisis aguda. 

Efectos secundarios: la colchicina puede ocasionar algunas efectos adversos como diarrea, náuseas y vómitos. En altas dosis puede causar erupciones cutáneas, hemorragia gastrointestinal y alteraciones en el hígado o en los riñones.

Contraindicaciones: este medicamento debe ser evitado por personas que posean alergia a este medicamento o a alguno de los componentes de su fórmula, que posean enfermedades renales, gastrointestinales o hepáticas graves, que sufran de úlcera de estómago, enfermedades cardíacas o de la sangre. La colchicina también debe evitarse durante el embarazo y la lactancia materna. Conozca más sobre la colchicina.

3. Corticoides

El médico puede indicar corticoides como la prednisona en comprimidos o inyectables para reducir el dolor y la inflamación causado por la gota. Por lo general, estos son prescritos en situaciones en las que las personas no pueden tomar otros antiinflamatorios como la indometacina, el celecoxib o la colchicina.

Efectos secundarios: el uso de la prednisona puede ocasionar algunos efectos adversos como cambios de humor, aumento de los niveles de azúcar en la sangre y aumento de la presión arterial. Conozca más sobre los efectos secundarios que pueden producir los corticoides.

Contraindicaciones: este medicamento no debe ser usado en personas con hipersensibilidad a la sustancia y otros componentes que estén presentes en la fórmula. Tampoco deben ser utilizados en personas con infecciones fúngicas sistémicas o infecciones no controladas.

Además, los corticoides deben utilizarse con precaución en personas con hipertensión, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, osteoporosis, epilepsia, úlcera gastroduodenal, diabetes, glaucoma, obesidad o psicosis, y sólo se deben utilizar bajo la orientación del médico en estos casos.

4. Alopurinol

El alopurinol (Zyloprim) es un bloqueador de la producción de ácido úrico que inhibe la xantina oxidasa, una enzima que convierte la xantina en ácido úrico, ayudando a disminuir sus niveles en  sangre y en orina, reduciendo el riesgo de que surja nuevamente una crisis de gota. 

Efectos secundarios: el alopurinol puede causar algunas reacciones adversas como: valores elevados de la hormona estimulante del tiroides en sangre y erupciones cutáneas, en caso este último ocurre deberá interrumpirse el tratamiento y consultar al médico tratante. Aunque poco frecuente también puede ocasionar vómitos, náuseas, diarrea, malestar general, dolor de cabeza, fiebre, escalofrío, sangre en la orina y fatiga.

Contraindicaciones: este medicamento no debe ser utilizado por embarazadas o en período de lactancia. Tampoco debe ser usado por personas alérgicas a este medicamento. 

5. Probenecid

El probenecid es un medicamento que puede utilizarse para eliminar el exceso de ácido úrico a través de la orina, disminuyendo así su concentración en el torrente sanguíneo. 

Efectos secundarios: algunos efectos adversos que puede ocasionar son erupciones cutáneas, dolor de estómago y piedras en los riñones.

Contraindicaciones: este medicamento no debe ser usado por niños con menos de 2 años de edad y por personas con enfermedad hepática o renal activa, discrasia sanguínea, litiasis úrica, úlcera péptica activa o si se ha padecido reacción alérgica a este medicamento. Tampoco debe ser usado en el embarazo y durante la lactancia materna sin orientación médica. 

Además, otros medicamentos como losartán, antagonistas de los canales de calcio, fenofibrato o las estatinas, también ayudan a reducir el ácido úrico, por lo que siempre que se justifique, deben ser considerados en el tratamiento, teniendo en cuenta su beneficio en esta enfermedad.