Preeclampsia: síntomas, tratamiento y complicaciones

Actualizado en octubre 2022

La preeclampsia es una complicación grave del embarazo, y parece ocurrir debido a problemas en el desarrollo y fijación de los vasos de la placenta, causando espasmos en los vasos sanguíneos, alteraciones en la capacidad de coagulación de la sangre y disminución de la circulación sanguínea.

Los síntomas pueden manifestarse durante el embarazo, principalmente después de la semana 20 de gestación, en el parto o después del parto, e incluyen una presión elevada superior a 140 x 90 mmHg, presencia de proteínas en la orina e hinchazón del cuerpo debido a la retención de líquidos.

Algunas de las condiciones que aumentan el riesgo de preeclampsia durante el embarazo son: cuando les el primer embarazo de la mujer, cuando tiene más de 35 o menos de 17 años, es diabética, obesa, está embarazada de gemelos o tiene antecedentes de enfermedad renal, hipertensión o preeclampsia anterior.

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Principales síntomas

Los síntomas de la preeclampsia pueden variar de acuerdo al tipo:

1. Preeclampsia leve

En la preeclampsia leve los signos y síntomas generalmente incluyen:

  • Presión arterial igual a 140 x 90 mmHg;
  • Presencia de proteínas en la orina;
  • Hinchazón y ganancia repentina de peso, como 2 a 3 kg en 1 o 2 días.

Ante la presencia de al menos uno de los síntomas, la embarazada debe acudir al centro de salud o al hospital para que sea medida la presión arterial y sean realizados análisis de sangre y de orina, para diagnosticar si tiene o no preeclampsia.

2. Preeclampsia grave

En la preeclampsia grave, además de la hinchazón y la ganancia de peso, pueden surgir otros signos como:

  • Presión arterial superior a 160 x 110 mmHg;
  • Dolor de cabeza fuerte y constante;
  • Dolor en el lado derecho del abdomen;
  • Disminución de la cantidad de orina y de las ganas de orinar;
  • Alteraciones en la visión como vista borrosa u oscurecida;
  • Sensación de ardor en el estómago.

Si la embarazada presenta estos síntomas deberá acudir inmediatamente al hospital.

Posibles causas

La preeclampsia es causada por un problema en el desarrollo de los vasos sanguíneos de la placenta, los cuales son más estrechos, disminuyendo la capacidad de la sangre de fluir de forma adecuada y llevando a alteraciones en la coagulación de la sangre.

Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollo de preeclampsia son:

  • Antecedentes familiares de preeclampsia;
  • Preeclampsia en embarazos anteriores;
  • Restricción del crecimiento fetal;
  • Primer embarazo;
  • Embarazo múltiple;
  • Embarazo después de los 35 años;
  • Fertilización in vitro u otro tipo de reproducción asistida;
  • Antecedente de desprendimiento prematuro de placenta;
  • Diabetes mellitus;
  • Enfermedades renales;
  • Presión alta crónica;
  • Obesidad;
  • Lupus eritematoso;
  • Tendencia al desarrollo de trombosis.

Además, el tiempo entre las gestaciones, habiendo 10 años o más entre un embarazo y otro, puede aumentar el riesgo de desarrollar preeclampsia.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la preeclampsia busca garantizar la seguridad de la madre y del bebé, y tiende a variar de acuerdo a la gravedad de la enfermedad y el tiempo de gestación. En el caso de la preeclampsia leve, el obstetra generalmente recomienda que la mujer permanezca en casa y continúe con una dieta pobre en sal y con aumento de la ingesta de agua alrededor de 2 a 3 litros al día. Además, el reposo debe llevarse a cabo estrictamente y de preferencia del lado izquierdo, con el objetivo de aumentar la circulación sanguínea hacia los riñones y el útero.

Durante el tratamiento, es importante que la embarazada controle su presión arterial y realice exámenes de orina rutinarios para evitar que la preeclampsia empeore. En algunos casos, el obstetra solicita que la gestante lleve un diario con tres mediciones de la presión al día, y que lleve este historial a toda consulta prenatal.

En el caso de la preeclampsia grave, el tratamiento generalmente se realiza en el hospital mientras permanece internada. Durante su estancia en el hospital, la gestante debe recibir medicamentos antihipertensivos intravenosos y mantenerse bajo vigilancia estricta de su salud y la del bebé. En caso de que haya un pico hipertensivo, se pueden usar antihipertensivos intravenosos, además de la vigilancia estricta de la presión arterial, función renal y bienestar neurológico y fetal.

Posibles complicaciones de preeclampsia

Algunas de las complicaciones causadas por la preeclampsia son:

  • Eclampsia: es un cuadro más grave que la preeclampsia, en el que hay episodios repetidos de convulsiones seguidos de coma, lo cual puede ser fatal en caso de no recibir tratamiento inmediatamente;
  • Síndrome de HELLP: otra complicación caracterizada por la presencia de destrucción de las células sanguíneas, además de los síntomas de la eclampsia, son anemia, hemoglobina por debajo de 10,5% y descenso de las plaquetas por debajo de 100,000/mm3, además de la elevación de las enzimas hepáticas, con TGO por arriba de 70U/L. Conozca más sobre los síntomas del síndrome de HELLP y cómo se realiza el tratamiento.
  • Desprendimiento prematuro de placenta: se produce cuando la placenta se suelta de la pared del útero antes del nacimiento del bebé, causando sangrados. Esta es una emergencia obstétrica en la cual el bebé debe nacer antes de lo normal lo más rápido posible, por cesárea;
  • Hemorragias: se producen debido a la destrucción y disminución del número de plaquetas, y al compromiso de la capacidad de coagulación;
  • Edema agudo de pulmón: situación en la que hay una colección de líquido en los pulmones;
  • Insuficiencia del hígado y riñones: que pueden, incluso, volverse irreversibles;
  • Prematuridad del bebé: situación que, si se agrava y no se se desarrolla de forma adecuada sus órganos, puede dejar secuelas y comprometer sus funciones.

Estas complicaciones pueden evitarse en caso de que la gestante reciba un acompañamiento prenatal durante el embarazo, ya que la enfermedad puede diagnosticarse al comienzo y el tratamiento realizarse lo antes posible.

La mujer que tuvo preeclampsia puede embarazarse de nuevo, siendo importante que el seguimiento prenatal sea riguroso, de acuerdo a las orientaciones del obstetra.

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