Síntomas de deshidratación (leve, moderada y severa)

Actualizado en julio 2023

La deshidratación puede causar síntomas como dolor de cabeza intenso, cansancio, sed intensa, boca seca, poca orina, calambres, mareos, ojos hundidos y llanto sin lágrimas, por ejemplo. Los síntomas surgen cuando hay poca agua disponible para que el cuerpo funcione correctamente y pueden ser más intensos si no se tratan.

Para que se presente una situación de deshidratación, es necesario que se esté perdiendo más agua de la que se ingiere y, esto puede suceder por varias causas, como estar mucho tiempo en un ambiente con una temperatura elevada, realización de ejercicio físico intenso o sufrir de vómitos y diarrea constantes. 

La deshidratación es más frecuente en niños y ancianos, pero generalmente sucede porque es común que no sientan sed tan frecuentemente, acabando por no ingerir el agua suficiente a lo largo del día. Por ese motivo, es muy importante estar atento a los signos de deshidratación en esta población.

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Principales síntomas

Dependiendo del grado de deshidratación, lo síntomas pueden variar, como se indican a continuación:

1. Deshidratación leve

Los primeros síntomas de deshidratación generalmente son:

  • Sensación de sed constante;
  • Disminución de la cantidad de orina;
  • Orina amarillo oscuro.

Estos síntomas pueden fácilmente pasar desapercibidos, especialmente en los ancianos, los cuales tienen mayor dificultad par sentir sed, incluso aunque necesiten de agua. Por eso, es muy importante beber siempre agua varias veces al día, especialmente en caso de que se encuentre enfermo o durante el verano.

Normalmente, este tipo de deshidratación es fácil de tratar, siendo recomendado aumentar la ingestión de agua durante el día. 

2. Deshidratación moderada

Cuando la deshidratación continúa agravándose y no se ha recibido ningún tipo de tratamiento, comienzan a surgir otros síntomas, que normalmente están relacionados a un cuadro de deshidratación moderada como dolor muscular, calambres, pérdida del equilibrio, empeoramiento del dolor de cabeza y náuseas.

En la deshidratación moderada, además de ofrecer más agua, también se recomienda tomar suero casero o una solución de rehidratación oral, vendida en las farmacias, que además de agua también ayuda a reponer los niveles de minerales.

3. Deshidratación severa

En los casos más graves en que exista pérdida de más de 10 al 15% de agua corporal, los síntomas se agravan y puede haber:

  • Ausencia de sudor;
  • Piel y labios secos;
  • Disminución del latido cardíaco;
  • Presencia de ojeras;
  • Fiebre baja y constante.

En personas más sensibles, como niños y ancianos, puede haber períodos de delirio, así como desmayos.

En estos casos, generalmente el tratamiento necesita realizarse en el hospital con la administración de suero directamente en la vena y debe iniciarse lo más rápido posible, para evitar complicaciones graves.

Síntomas de deshidratación en bebés y niños

En el bebé y en niños puede ser más complicado identificar una situación de deshidratación, por lo que los padres debe estar atentos a signos como:

  • Llanto sin lágrimas;
  • Fácil irritabilidad;
  • Somnolencia excesiva;
  • Poca orina en el pañal, orinando menos de 5 veces al día y con un olor muy fuerte;
  • Mollera más suave de lo habitual cuando se palpa.

En niños un poco más grandes, puede haber dificultad para la concentración y el aprendizaje en la escuela y pocas ganas de jugar. Conozca cómo rehidratar al bebé y sepa cuándo debe acudir al pediatra.

Cómo confirmar si existe deshidratación

El diagnóstico de deshidratación lo realiza el médico y puede hacerse observando los síntomas que el individuo presenta.

Además, se puede corroborar de que se trata de deshidratación cuando se pellizca levemente un pliegue de la piel del dorso de la mano y esta regresa lentamente a su estado original y para verificar la gravedad de la deshidratación el médico podrá solicitar un análisis de sangre y de orina.

Tratamiento para la deshidratación

El tratamiento de la deshidratación depende de la edad del paciente, sin embargo en los adultos y niños es fundamental ingerir alrededor de 2 L de líquidos por día y la rehidratación debe realizarse a través de la ingestión de agua, tés, jugos de frutas, leche y sopa. También es importante ingerir vegetales frescos, como tomate, fruta como sandía, queso fresco y yogur, por ejemplo. En caso de que el paciente tenga dificultad para deglutir, se debe hidratar ofreciéndole gelatina, por ejemplo.

La hidratación también puede lograrse a través de la ingestión de suero casero o en un medio hospitalario con el uso de suero administrado directamente en la vena.