Luxación: qué es, síntomas y tratamiento

Actualizado en octubre 2023

Una luxación es una lesión en que la articulación de algún hueso del cuerpo se desplaza de su posición natural, perdiendo su ajuste natural, causando síntomas como dolor intenso, deformidad en la articulación, hinchazón o dificultad para mover el miembro afectado.

La luxación es más común que ocurra en las articulaciones de los tobillos, dedos, rodillas, hombros y muñecas, y generalmente surge debido a accidentes como caídas, golpes en deportes como básquetbol o voleibol, o por levantar un objeto pesado de manera incorrecta en el gimnasio, por ejemplo.

El tratamiento para la luxación debe realizarse lo más pronto posible por un ortopedista para evitar complicaciones, como rotura de los músculos o tendones, daños en los nervios o vasos sanguíneos de la articulación afectada. Vea cómo hacer los primeros auxilios para luxación.

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Síntomas de luxación

Los principales síntomas de luxación son:

  • Dolor intensa en la articulación afectada;
  • Deformidad en la articulación;
  • Prominencia ósea;
  • Hinchazón local;
  • Incapacidad para realizar movimientos;
  • Sensación de inestabilidad en la articulación;
  • Adormecimiento, debilidad u hormigueo cerca de la lesión;
  • Hematoma o enrojecimiento en la zona afectada;
  • Fractura ósea expuesta, en algunos casos.

La luxación puede surgir en cualquier articulación del cuerpo, siendo más común en el hombro, codo, tobillo, muñeca, pies, manos, dedos, cadera o rodilla y puede ocurrir en varias direcciones, hacia enfrente, atrás, abajo y de forma completa o parcial.

Además, también puede haber desplazamiento de la articulación temporomandibular, causando síntomas como dificultad para hablar e incapacidad para abrir o cerrar la boca, por ejemplo. Vea otros síntomas de la luxación temporomandibular.

Es importante consultar a un ortopedista lo antes posible o acudir al servicio de urgencias más cercano ante la presencia de síntomas de luxación, para que se realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento más adecuado de acuerdo al tipo de articulación afectada y la gravedad de los síntomas.

Cómo se confirma el diagnóstico

El diagnóstico de la luxación es realizado por el ortopedista a través del examen físico para evaluar la deformidad, además de la evaluación de los síntomas y del antecedente de salud o de traumas o caídas, por ejemplo.

Para confirmar el diagnóstico y confirmar si hay señales de algún daño más grave, el médico debe solicitar un examen de rayos x.

Además, el médico puede solicitar la realización de una resonancia magnética o tomografía computarizada, que generalmente es realizada después de que el médico coloca la articulación en su lugar, para evaluar los daños causados en los músculos, ligamentos y en cápsula articular.

Posibles causas

La luxación es causada por el desplazamiento de la articulación, siendo más común en personas que practican deportes o que realizan algún tipo de actividad en que se usa más cierta articulación.

Las principales causas de luxación son:

  • Deportes de contacto, como fútbol, voleibol o básquetbol;
  • Deportes que pueden causar caídas, como gimnasia olímpica o alpinismo;
  • Levantar peso de forma inadecuada en el gimnasio;
  • Trabajar en profesiones que exijan cargar peso o esfuerzo repetitivo, como trabajadores de construcción civil, mecánicos o enfermeros, por ejemplo;
  • Accidentes, como automovilísticos, de motocicleta o golpes;
  • Caídas, como de una escalera o al tropezar en un tapete;
  • Contracción muscular brusca;
  • Debilidad muscular;
  • Abertura excesiva de la boca o al bostezar o comer;
  • Enfermedades congénitas, como el síndrome de Ehlers-Danlos o displasia congénita de la cadera. Vea qué es la displasia de cadera en bebés.

Además, la luxación puede presentarse con más facilidad en personas que son altamente flexibles o con articulaciones frágiles.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la luxación es realizado mediante el uso de analgésicos para soportar el dolor, los cuales deben ser indicados por el médico. Además, dependiendo de la articulación afectada y el grado de la lesión el médico podrá indicar otras formas de tratamiento, que incluyen:

1. Reducción de la luxación

Este es el tratamiento más utilizado, en el cual el ortopedista coloca los huesos de la articulación en la posición correcta a través de la manipulación del miembro afectado. Esta técnica pude realizarse con anestesia local o general, dependiendo del dolor provocado por la lesión. Esto solo debe ser llevado a cabo por los médicos, pues es un procedimiento peligroso que requiere práctica clínica.

2. Inmovilización de la luxación

Los huesos de la articulación son inmovilizados cuando no están muy alejados o luego de realizar la reducción, a través de la colocación de una férula o cabestrillo para mantener la articulación inmóvil durante un período que puede variar entre 4 a 8 semanas, con el fin de facilitar la recuperación de la lesión y evitar luxaciones recurrentes. Posteriormente, el paciente podrá ser remitido para el servicio de fisioterapia, donde deberá permanecer durante algún tiempo hasta que pueda mover correctamente la articulación luxada.

3. Cirugía para luxación

Esta opción de tratamiento es utilizada en los casos más graves, realizándose bajo anestesia general, cuando el ortopedista no logra colocar los huesos en la zona correcta o cuando los nervios, ligamentos o vasos sanguíneos fueron afectados.

4. Fisioterapia

Después de estos tratamientos, el ortopedista podrá recomendar realizar algunas sesiones de fisioterapia para fortalecer los músculos, disminuir la inflamación, facilitar la cicatrización y promover la estabilidad de la articulación por medio de aparatos de fisioterapia y ejercicios.

Cómo acelerar la recuperación de la luxación

Para acelerar la recuperación de la luxación y evitar el agravamiento de la lesión es importante tener ciertos cuidados como:

  • No andar de coche durante las primeras 2 semanas para evitar que el balanceo del carro mueva la articulación;
  • Evitar realizar movimientos bruscos con el miembro afectado, incluso después de retirar la inmovilización, especialmente en los primeros 2 meses;
  • No realizar deportes durante 3 meses luego de haber iniciado el tratamiento o de acuerdo con la orientación del traumatólogo;
  • Tomar los antiinflamatorios prescritos por el médico en el horario estipulado, para así ayudar a reducir la inflamación de la articulación.

Estos cuidados deben ser adaptados de acuerdo a la articulación afectada. De esta forma, en caso de luxación de hombro, por ejemplo, es importante evitar sostener objetos pesados en los primeros 2 meses.

Cómo recuperar los movimientos después de retirar la inmovilización

Después de retirar la inmovilización es normal que los movimientos sean un poco más limitados y que haya una menor fuerza muscular. Normalmente, cuando la persona permanece inmovilizada durante 20 días, en sólo 1 semana ya es posible recuperar la movilidad normal, pero cuando la inmovilización es necesaria por más de 12 semanas, puede haber rigidez muscular, siendo indicada la fisioterapia.

Se recomienda colocar la articulación "en remojo" en agua caliente alrededor de 20 a 30 minutos para ayudar a recuperar la movilidad articular. Además, se puede intentar estirar paulatinamente el brazo o la pierna, sin embargo, no se debe insistir en caso de haber dolor.