Laparoscopia: qué es, para qué sirve y cómo se realiza

Actualizado en mayo 2023

La laparoscopia o videolaparoscopia es un procedimiento que permite al médico visualizar las estructuras presentes de la zona abdominal y pélvica, siendo indicada para el diagnóstico o tratamiento quirúrgico de condiciones de salud, como apendicitis, tumor abdominal, hernia inguinal o cáncer de próstata, por ejemplo.

Este procedimiento es realizado por un cirujano bajo anestesia general, y en mujeres recibe el nombre de videolaparoscopia ginecológica, la cual se realiza principalmente para el diagnóstico y tratamiento de la endometriosis, miomas, ligadura de trompas uterinas o embarazo ectópico, o para investigar la causa de infertilidad, por ejemplo.

La laparoscopia es un procedimiento mínimamente invasivo, que permite una recuperación más rápida que la cirugía convencional, y puede ser realizada en servicio de salud pública, de acuerdo al país de residencia, en hospitales que poseen el equipo para el procedimiento o en clínicas u hospitales particulares, siempre que esté indicado por el médico.

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Para qué sirve la laparoscopia

La laparoscopia puede utilizarse tanto como método diagnóstico, como opción de tratamiento. Cuando se usa para fines diagnósticos, la laparoscopia puede ser útil en la investigación y confirmación de:

  • Problemas en la vesícula y el apéndice;
  • Endometriosis;
  • Enfermedad peritoneal;
  • Tumor abdominal;
  • Enfermedades ginecológicas;
  • Síndrome adherencial;
  • Dolor abdominal crónico sin causa aparente;
  • Embarazo ectópico.
  • Malformaciones en el aparato reproducto femenino;
  • Obstrucción de las trompas uterinas

Principales indicaciones 

Cuando se indica para fines terapéuticos, la laparoscopia puede estar indicada para:

  • Extirpar la vesícula y el apéndice;
  • Corregir hernia inguinal;
  • Corrección de reflujo gastroesofágico;
  • Reducción de estómago;
  • Hidrosalpingitis;
  • Lesiones ováricas o quistes en el ovario;
  • Endometriosis;
  • Endometrioma;
  • Embarazo ectópico;
  • Remoción de adherencias;
  • Ligadura de trompas;
  • Histerectomía total;
  • Miomas uterinos;
  • Distopias genitales;
  • Cáncer de próstata;
  • Remoción de la vejiga;
  • Remoción del riñón, total o parcialmente.

Además de esto, la laparoscopia también puede indicarse para realizar una biopsia de ovario, que es un examen en que se evalúa microscópicamente la integridad del tejido del útero. Conozca qué es y cómo se realiza una biopsia.

Laparoscopia para endometriosis

La laparoscopia para la endometriosis puede utilizarse tanto para el diagnóstico, como tratamiento, permitiendo al médico quitar adherencias en las trompas, ovarios, intestino, vejiga y otras partes de la pelvis.

Sin embargo, este no es el primer examen que se realiza, ya que es posible llegar al diagnóstico a través de otros exámenes, como ultrasonido transvaginal y la resonancia magnética, por ejemplo, que son menos invasivos. Vea los principales examenes para endometriosis.

Cómo se realiza la laparoscopia

La laparoscopia es un examen simple, el cual debe ser realizado bajo anestesia general y consiste en la realización de un pequeño corte en la región cercana al ombligo por donde entrará un pequeño tubo que contiene gas carbónico y una microcámara en su interior.

Además del corte, por lo general se realizan otros pequeños cortes en la región abdominal por donde pasan otros instrumentos para explorar la región pélvica, abdominal o para realizar la cirugía. La microcámara es utilizada para monitorizar y evaluar el interior de la región abdominal, identificando la alteración y extrayéndola.

Cómo prepararse para la laparoscopia

Algunos cuidados son importantes para prepararse para la laparoscopia, como:

  • Realizar exámenes anteriores, como los preoperatorios y la evaluación del riesgo quirúrgico, indicados por el médico;
  • Aclarar con el cirujano todas la dudas sobre la laparoscopia y su recuperación;
  • Hacer comidas leves y beber bastante agua el día anterior a la laparoscopia;
  • Utilizar el laxante recomendado por el médico el día anterior al procedimiento;
  • Hacer ayuno absoluto de por lo menos 8 horas antes de la laparoscopia;
  • Tomar el antibiótico prescrito por el médico para prevenir infecciones;
  • Informar al médico sobre el uso de medicamentos anticoagulantes como warfarina, heparina, rivaroxabán o ácido acetilsalicílico, ya que el médico puede indicar la suspensión o uso de estos medicamentos algunos días antes de la laparoscopia para reducir el riesgo de sangrados;
  • Informar sobre todos los medicamentos, vitaminas y suplementos nutricionales que toma con frecuencia, ya que algunos pueden afectar la recuperación, interferir en la anestesia o aumentar el riesgo de formación de coágulos o de sangrado;
  • Informar al médico si presenta alergia a los anestésicos o a cualquier otro tipo de medicamento;
  • Tomar los medicamentos de uso habitual de forma normal, con poca agua, de acuerdo a la orientación médica;
  • Evitar tomar medicamentos que no fueron prescritos por el médico, incluso remedios caseros o tés.

Además, el día de la laparoscopia es importante llevar todos los exámenes realizados anteriormente, como análisis de sangre, radiografías, ultrasonidos, tomografía computarizada o resonancia magnética, por ejemplo.

Tipos de videolaparoscopia

Existen dos tipos de laparoscopia que incluyen:

  • Laparoscopia diagnóstica o exploradora: este tipo se realiza para ayudar a diagnosticar condiciones de salud, ya que permite al médico visualizar órganos abdominales y pélvicos, siendo generalmente indicado cuando otros exámenes, como ultrasonidos, resonancia magnética o tomografía computarizada no han sido suficientes para confirmar el diagnóstico, o para identificar la causa de determinado síntomas o alteración en exámenes de imagen;
  • Laparoscopia quirúrgica: este tipo se realiza para el tratamiento quirúrgico de condiciones de salud que ya fueron diagnosticadas. En algunos casos, durante la laparoscopia diagnóstica, el médico puede tratar quirúrgicamente el problema de salud.

El tipo de laparoscopia debe ser indicado por el médico después de la evaluación del estado de salud y resultados de exámenes.

Cómo es la recuperación de este procedimiento

La recuperación de la cirugía laparoscópica es mucho mejor que una cirugía convencional, ya que hay menos cortes y el sangrado durante la cirugía es mínimo. El tiempo de recuperación de esta intervención dura de 7 a 14 días, dependiendo del procedimiento. Después de ese período la persona puede volver poco a poco a sus actividades diarias de acuerdo con la recomendación del médico.

Posterior a la laparoscopia es normal sentir dolor en el abdomen, dolor en los hombros, estreñimiento, sentirse hinchado o con ganas de vomitar. Por eso, durante el período de recuperación, se debe descansar lo más posible y evitar tener relaciones sexuales, conducir, limpiar la casa, ir por las compras y hacer ejercicio en os primeros 15 días.

Contraindicaciones

La laparoscopia no debe realizarse en caso de embarazo avanzado, en personas con obesidad mórbida o cuando la persona se encuentra muy débil.

Además, no está indicada en caso de tuberculosis en el peritoneo, cáncer en la región abdominal, masa abdominal voluminosa, obstrucción intestinal, peritonitis, hernia abdominal o cuando no es posible aplicar anestesia general.

Posibles complicaciones

Aunque este examen sea lo mejor para definir el diagnóstico de algunas enfermedades y tener una mejor recuperación, cuando se ocupa como forma de tratamiento, así como otros procedimientos quirúrgicos, la laparoscopia presenta algunos riesgos para la salud, como hemorragia en órganos importantes como el hígado o bazo, perforación del intestino, vejiga o útero, hernia en el lugar de entrada de los instrumentos, infección del lugar y empeoramiento de la endometriosis, por ejemplo.

Además, cuando se realiza en el tórax, puede producirse neumotórax, embolia o enfisema. Por eso, la laparoscopia normalmente no se solicita como primera opción de diagnóstico de enfermedades, siendo más utilizada como medio de tratamiento.