Hernia discal: tipos, síntomas y tratamiento

Actualizado en febrero 2024

La hernia de disco es una condición que afecta a los discos entre las vértebras de la columna, los cuales, al ser presionados, cambian de forma, lo que puede comprimir las raíces de los nervios cercanos, causando síntomas como dolor en la espalda o el cuello, hormigueo o entumecimiento en los brazos o piernas.

La causa más común de la hernia de disco es la deshidratación y debilitamiento de los discos intervertebrales debido al envejecimiento natural del cuerpo, pero también puede surgir debido a lesiones o traumas en la columna, mala postura o esfuerzos repetitivos.

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La hernia de disco, también llamada hernia discal, puede afectar la columna lumbar, cervical o torácica, y el tratamiento es realizado por el ortopedista, quien puede recomendar el uso de medicamentos, fisioterapia o cirugía en casos más graves.

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Sintomas de hernia discal

Los principales síntomas de la hernia de disco son:

  • Dolor en el cuello, que puede irradiar hacia el hombro, brazo o manos;
  • Dolor en la parte media de la columna, pudiendo afectar también a las costillas;
  • Dolor en la parte baja de la espalda o a lo largo del trayecto del nervio ciático afectando las nalgas, muslos, piernas y talón;
  • Dificultad para mover el cuello o las piernas;
  • Sensación de hormigueo y/o pérdida de fuerza en el brazo, manos, piernas o pies;
  • Alteración en el funcionamiento de la vejiga o del intestino.

Los síntomas de la hernia de disco pueden variar según la vértebra de la columna afectada y, normalmente, el dolor empeora con los movimientos y puede agravarse al toser, reír, evacuar o orinar, pudiendo aparecer repentinamente o empeorar con el tiempo.

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Es importante consultar al ortopedista siempre que aparezcan síntomas de hernia de disco, para realizar exámenes, confirmar el diagnóstico y el tipo de hernia, y así recibir la recomendación del tratamiento más adecuado.

Tipos de hernia discal

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La hernia de disco puede ser clasificada por su ubicación o de acuerdo con la deformidad del disco vertebral.

1. Tipos por localización

La hernia discal puede clasificarse en algunos tipos de acuerdo a la zona de la columna que se produzca:

  • Hernia discal cervical: afecta la zona del cuello;
  • Hernia discal torácica: afecta la zona de en medio de las costillas;
  • Hernia discal lumbar: afecta la zona más baja de las costillas.

Es importante que la ubicación y el tipo de hernia de disco se identifiquen a través de exámenes de imagen, ya que de esta manera el ortopedista puede recomendar el tratamiento más adecuado para la situación.

2. Tipos por deformidad discal

Además, la hernia de disco también puede ser clasificada según la forma del disco intervertebral, siendo las principales:

  • Hernia discal protruida: es el tipo más común y es cuando el núcleo del disco permanece intacto, pero ya hay pérdida de la forma oval;
  • Extrusión discal: cuando el núcleo del disco se encuentra deformado, formando una 'gota ';
  • Hernia discal secuestrada: cuando el núcleo está muy dañado y puede incluso dividirse en dos partes.

La hernia de disco secuestrada es el tipo más grave de hernia de disco y causa síntomas más intensos.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la hernia de disco se realiza inicialmente por parte del ortopedista a través de la evaluación de los síntomas, el historial de salud y el examen físico.

Además, el médico debe solicitar una radiografía para verificar el alineamiento de la columna y la integridad o destrucción de las vértebras, además de una resonancia magnética o tomografía computarizada para evaluar el disco, su espesor, la ubicación exacta de la hernia y el tipo de hernia.

Principales causas

La hernia de disco es causada por la deformidad del disco intervertebral, que pierde su forma, resultando en la compresión de los nervios cercanos, lo que lleva a síntomas.

Algunos factores pueden contribuir al desarrollo de la hernia de disco, tales como:

  • Degeneración, deshidratación y debilitamiento del disco con el envejecimiento del cuerpo.
  • Mala postura.
  • Factores genéticos.
  • Obesidad o sobrepeso.
  • Sedentarismo.
  • Hábito de fumar.
  • Traumas o lesiones en la columna.

Otros factores que también pueden aumentar el riesgo de hernia de disco son cargar objetos muy pesados o trabajar con movimientos repetitivos, como ocurre en profesiones como dentista, enfermero, pintores o motociclistas, por ejemplo.

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Hernia discal en el embarazo

La hernia de disco que ya ha sido diagnosticada antes de quedar embarazada puede empeorar durante el embarazo, causando un dolor intenso en la espalda que puede presionar las raíces de los nervios, como el nervio ciático.

Cuando el nervio ciático se ve afectado, la mujer puede sentir dolor en la espalda, en la nalga o detrás del muslo.

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Esto ocurre porque durante el embarazo la progesterona lleva al aumento de la laxitud de todos los ligamentos del cuerpo, y como la columna vertebral también tiene ligamentos, estos se vuelven más elásticos y pueden permitir que la vértebra se desplace un poco, lo que puede empeorar o originar una hernia de disco.

Tratamiento para la hernia discal

El tratamiento de la hernia discal debe estar orientado por el ortopedista de acuerdo a los síntomas presentados, localización y gravedad de la hernia. De forma general, el tratamiento indicado es:

  • Analgésicos y antiinflamatorios como ibuprofeno, naproxeno o paracetamol;
  • Relajantes musculares como ciclobenzaprina;
  • Opioides como codeína o tramadol;
  • Medicamentos para el dolor neuropático como gabapentina, pregabalina o amitriptilina;
  • Corticoides, en forma de inyecciones directas en la columna, realizadas por el ortopedista;
  • Fisioterapia con equipos, estiramientos y ejercicios personalizados;
  • Ejercicios como RPG, hidroterapia o Pilates dirigidos por un fisioterapeuta;
  • La realización de una cirugía de hernia discal, principalmente en los casos donde la hernia es muy grave o en los que el uso de medicamentos o la realización de fisioterapia no ha sido suficiente.

Durante el tratamiento se recomienda que la persona deje de realizar las actividades que hayan provocado la hernia, no haga esfuerzos y no practique ningún tipo de actividad física. Vea más detalles sobre el tratamiento para la hernia discal.