Endoscopia: qué es, para qué sirve y cómo se realiza

Actualizado en febrero 2023

La endoscopia es un examen en el que se introduce un tubo fino flexible que tiene una cámara y una luz, llamado endoscopio, a través de la boca para evaluar la salud del esófago, estómago y duodeno, que es la porción inicial del intestino.

Este examen es indicado por el gastroenterólogo cuando la persona presenta síntomas como dolor en el estómago, acidez, ardor, reflujo, dificultad para tragar o la presencia de sangrado gastrointestinal, por ejemplo, sirviendo para diagnosticar condiciones de salud como gastritis, úlceras o incluso cáncer.

De acuerdo al país de residencia, la endoscopia se puede realizar en el servicio de salud pública de forma gratuita o en hospitales y clínicas particulares, siendo que los resultados deben ser analizados por el médico que solicitó el examen.

Imagem ilustrativa número 1

Para qué sirve

La endoscopia digestiva alta sirve para diagnosticar algunas enfermedades del sistema digestivo, que incluyen:

  • Gastritis;
  • Úlcera gástrica o duodenal;
  • Várices esofágicas;
  • Pólipos;
  • Hernia hiatal;
  • Reflujo gastroesofágico;
  • Enfermedad celíaca;
  • Esofagitis;
  • Estrechamiento del esófago;
  • Tumor o cáncer de esófago, estómago o duodeno.

Además, la endoscopia digestiva alta también puede ser indicada para identificar la bacteria Helicobacter pylori, que puede causar úlceras en el estómago.

Cómo prepararse para la endoscopia

Para la realización de una endoscopia digestiva alta deben tomarse en cuenta algunos cuidados, como:

  • Hacer ayuno absoluto, alrededor de 8 a 12 horas antes del examen;
  • No utilizar medicamentos antiácidos, como cimetidina u omeprazol, ya que pueden interferir en el examen;
  • Informar al médico sobre el uso de medicamentos anticoagulantes, como warfarina, heparina, rivaroxabán o ácido acetilsalicílico, ya que el médico puede indicar la suspensión de estos medicamentos algunos días antes del examen.

Puede tomarse agua hasta 4 horas antes del examen, y en caso de que sea necesario tomar otros medicamentos, se deben tomar pequeños tragos de agua, evitando que el estómago se llene de líquido.

Cómo se realiza el examen

Durante el examen, la persona normalmente se mantiene acostado de lado y se le coloca anestesia en la garganta, para disminuir la sensibilidad de la región y facilitar el paso del endoscopio. Debido al uso de anestesia el examen no duele y, en algunos casos, es posible que se utilicen sedativos para que la persona se relaje y se duerma.

A continuación, se coloca un pequeño objeto de plástico en la boca, para que se mantenga abierta durante todo el procedimiento y para facilitar el paso del endoscopio, mejorando la visualización de las estructuras digestivas. Durante el procedimiento el médico libera aire a través del dispositivo y, al cabo de unos minutos, es posible tener la sensación de que se tiene el estómago lleno. 

Las imágenes obtenidas durante el examen pueden gravarse y, durante el mismo procedimiento, el médico puede extraer los pólipos, recoger una muestra del tejido para realizar una biopsia o aplicar medicamentos en la región. 

La biopsia sirve para ayudar a diagnostica problemas más graves, como infección por H. pylori o cáncer. Vea los principales síntomas de cáncer de estómago.

¿Cuánto dura la endoscopia?

El examen normalmente dura alrededor de 15 a 30 minutos, sin embargo, una vez terminado, se recomienda permanecer en la clínica durante 30 a 60 minutos en observación, esperando a que los efectos de la anestesia pasen. 

Es común que la garganta se sienta adormecida o un poco dolorida, por el paso del endoscopio, además de tener sensación de estómago lleno, debido al aire que fue liberado en el estómago durante el examen. 

En caso hayan sido utilizados sedantes, se aconseja no manejar u operar maquinaria pesada durante el resto del día, debido a que el medicamento disminuye los reflejos corporales. 

Posibles riesgos de la endoscopia

Las complicaciones que están asociadas con este examen son raras y ocurren principalmente en procedimientos más largos, como cuando se extraen pólipos.

Generalmente, las complicaciones que ocurren suelen ser debido a alergias a los medicamentos utilizados y a la presencia de problemas en los pulmones o en el corazón, además de que puede ocurrir perforación de algún órgano interno y hemorragia. 

Si después del procedimiento surgen síntomas de fiebre, dificultad para tragar, dolor abdominal, vómitos o heces oscuras o con sangre de color rojo vivo, se debe acudir a la emergencia hospitalaria para evaluar si hubo alguna complicación debido a la endoscopia.