Fisioterapia para la hernia discal

Actualizado en febrero 2020

La fisioterapia es excelente para el tratamiento de la hernia discal y puede ser hecha con ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, equipos electrónicos y uso de compresas calientes. Otras técnicas que pueden ser útiles son el Pilates, hidroterapia, RPG y la tracción en la columna, por ejemplo.

Las sesiones se pueden realizar todos los días con descanso los fines de semana, cuando la persona tenga mucho dolor, puede realizar sólo 1 o 2 veces los ejercicios por semana cuando el dolor surja sólo en determinadas situaciones como al bajar o levantar algún peso del suelo, por ejemplo.

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Beneficios de la fisioterapia en la hernia discal

El tratamiento fisioterapéutico para la hernia discal tiene como beneficios:

  • Alivio del dolor de espalda y el dolor irradiado hacia los brazos o las piernas;
  • Aumento de la amplitud de los movimientos;
  • Mayor resistencia física;
  • Evitar la cirugía en la columna;
  • Disminuir la ingesta de medicamentos para controlar el dolor.

La hernia de disco se produce cuando el disco que se encuentra entre las vértebras de la columna están dañados y pueden causar compresión de la raíz de un nervio, por ejemplo. Generalmente antes de diagnosticar la hernia, aproximadamente 10 años antes hubo algún dolor en la columna. Las zonas de la columna más afectadas son la cervical y la lumbar.

6 formas de tratar a hernia discal

Dentro de la fisioterapia se pueden utilizar diversos recursos para combatir el dolor y devolver el equilibrio y bienestar a la persona que tiene hernia de disco. Algunas opciones de tratamiento para las personas con dolor intenso son:

1. Uso de equipos electrónicos

Aparatos como el ultrasonido, corriente galvánica, TENS y láser se pueden usar como antiinflamatorios que ayudan a aliviar los síntomas, disminuyendo el dolor y las molestias en la columna. Se deben aplicar de acuerdo a la necesidad que la persona presenta, y su tiempo de acción varía entre 8 a 25 minutos, por cada área de tratamiento.

2. Calor

Es otra forma de aliviar el dolor en la espalda y preparar al cuerpo para un masaje, ya que aumenta la circulación sanguínea y la llegada de más nutrientes a los tejidos. El calor se puede utilizar con bolsas o toallas calentadas o luz infrarroja, por ejemplo, durante unos 20 minutos.

3. Estiramientos para la hernia discal

Los ejercicios de estiramiento están indicados desde el inicio de las sesiones de fisioterapia siendo importantes para aumentar la flexibilidad, normalizando el tono de los músculos y reorganizando las fibras musculares, siendo también excelentes para mejorar la postura corporal en el día a día.

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4. Ejercicios para la hernia de disco

Estos ejercicios se indican para cuando la persona no presenta dolor agudo, ya que ayudan a fortalecer grupos musculares que se encuentran débiles o desequilibrados. Hay varios tipos de ejercicios que se pueden realizar, como los de Reeducación postural global, Pilates Clínico e Hidroterapia, por ejemplo, siendo que estos 2 últimos también se pueden utilizar como actividad física.

Los ejercicios de RPG son monótonos, pero son de gran ayuda, siendo una de las mejores opciones para evitar tener que realizar una cirugía para hernia discal. Los ejercicios de Pilates están particularmente indicados porque fortalecen los pequeños músculos, y ayudan a mantener la espalda recta y la fuerza del abdomen, que también protege la columna. La hidroterapia se realiza dentro de la piscina, estando orientada por un fisioterapeuta y consiste en ejercicios que involucran correr dentro del agua e incluso nadar.

En el siguiente vídeo se muestran algunos ejercicios para el dolor en la ciática que están indicados en caso de hernia discal:

youtube image - EJERCICIOS PARA EL NERVIO CIÁTICO

5. Tracción cervical o lumbar

Este es un tipo de tratamiento que se puede realizar manualmente, en el que el fisioterapeuta sostiene firmemente el cuello de la persona que se encuentra acostada en una camilla, manteniendo la columna alineada y jalando la cabeza verticalmente, para promover una liberación de la tensión entre las vértebras, permitiendo una mayor hidratación del disco vertebral, y a veces, su retorno al lugar original.

La tracción de la columna también puede realizarse en equipos específicos que actúan de la misma forma, traccionando el cuello en una dirección y la lumbar en la dirección en otra, manteniendo la tracción durante 20 a 30 segundos, durante alrededor de 5 a 10 repeticiones, por ejemplo.

6. Técnicas de manipulación 

Las técnicas de manipulación se pueden realizar en la columna y sirven para disminuir la presión sobre esta, realínea todas las estructuras del cuerpo y a menudo producen sensación de mayor ligereza y facilidad para realizar movimientos. Esta técnica se indica especialmente cuando la persona presenta dificultad para realizar determinados movimientos refiriendo sentirse 'preso'.

Cada sesión de fisioterapia debe ser individualizada y dura alrededor de 1 hora, pero además, ciertos ejercicios también deben realizarse en casa, indicados por el fisioterapeuta.

Vea otras opciones de tratamiento para la hernia discal.

Qué cuidados se debe tener en el día a día

La persona que tiene una hernia cervical o lumbar necesita tener algunos cuidados que pueden ayudar al alivio del dolor, como:

  • Evitar quedarse más de 2 horas sentado o acostado, siempre que no sea durante el sueño;
  • Dormir en una posición correcta para la columna;
  • Al agacharse para recoger algo del suelo, siempre doble las piernas en lugar de doblar el cuerpo hacia adelante;
  • Mantenerse en movimiento para disminuir la rigidez de la columna, puede ser caminando o andar en bicicleta, por ejemplo;
  • Elegir un colchón firme que tenga buen apoyo para la columna, evite también sentarse en sofás y sillas muy suaves y bajas;
  • Alimentos antiinflamatorios, como el jengibre y el salmón, son los más indicados siempre que tenga una crisis de dolor en la columna. Vea cuáles son estos alimentos.

Ejercicios como saltar la cuerda o las clases de jump en el gimnasio no se aconsejan porque pueden favorecer la compresión del disco, iniciando un nuevo cuadro de dolor. Los ejercicios en el agua, como la hidrogimnasia, son más indicados porque dentro del agua el cuerpo se hace más ligero, sin tener tanto impacto en las articulaciones y en la columna.

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