Dolor muscular: causas y qué tomar (pastillas y medicamentos)

Actualizado en enero 2022

El dolor muscular es un síntoma frecuente que puede tener varias causas que pueden estar relacionadas con el trabajo y/o actividades deportivas que causen contracturas y malestar muscular. Este síntoma puede presentarse durante el ejercicio o inmediatamente después, e incluso aparecer luego de 24 a 48 h posteriores a la actividad física, sin embargo, también puede estar asociado a enfermedades como la fibromialgia.

Algunas formas de tratar el dolor muscular incluyen el reposo, estiramientos y masajes. Pero, cuando se hace frecuente o aumenta de intensidad, puede ser necesario el uso de medicamentos prescritos por el médico, como Bencoprim.

La mejor forma de evitar el dolor muscular es mediante la prevención, para lo cual se recomienda realizar actividades físicas regularmente orientadas por un entrenador, así como estiramientos, además de mantener un estilo de vida saludable, evitar fumar, consumir bebidas alcohólicas y disminuir el consumo de azúcar, por ejemplo.

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1. Actividad física

La realización de actividad física ya sea debido al trabajo o a la práctica de un deporte, como ciclismo o yoga, por ejemplo es la principal causa de dolor muscular, estando directamente relacionado a la intensidad y tipo ejercicio, así como del tiempo que se realiza. Por lo que es importante tener la orientación de un entrenador profesional para que oriente el tipo de ejercicio de acuerdo a las características de cada persona.

Asimismo, es importante usar las protecciones necesarias en caso de realizar trabajos o ejercicios de alto riesgo o impacto, como el uso de cascos, fajas y protecciones para las articulaciones, ya que de esta forma se pueden evitar complicaciones como hernias abdominales, por ejemplo.

2. Estrés o ansiedad

El dolor muscular provocado por el exceso de estrés y ansiedad suele generar una tensión en los músculos de los hombros, cuello y espalda, causando una rigidez o espasmos que puede dificultar e incluso impedir la realización de las actividades diarias.

Otros síntomas que se pueden manifestar además de dolor en los músculos son dolor de cabeza, debilidad muscular y sensación de hormigueo en las extremidades, por ejemplo. Por lo que en caso de experimentar grandes períodos de estrés y ansiedad se recomienda acudir con el psicólogo y médico general para que orienten técnicas de relajación y, en caso necesario, medicamentos para disminuir los síntomas.

Conozca más sobre el tratamiento del estrés y ansiedad.

3. Fibromialgia

La fibromialgia es un trastorno de dolor crónico, bastante común, que causa el surgimiento de dolor en varias partes del cuerpo, el cual puede durar meses, llegando a incapacitar a la persona de realizar sus actividades diarias. Las áreas donde se experimenta el dolor con más frecuencia es la espalda baja, el cuello, cadera y rodillas.

Además, el dolor se hace más intenso al tacto, debido al aumento de la sensibilidad al dolor, por lo que el médico puede prescribir medicamentos analgésicos, relajantes musculares, por ejemplo; además de ejercicios para aliviar el dolor.

4. Osteomalacia

La osteomalacia es una enfermedad que se caracteriza por huesos frágiles y quebradizos, debido a una deficiencia de vitamina D, lo cual puede ocasionar deformidades en los huesos y problemas musculares, que también generan dolor en varias zonas del cuerpo. Por lo que el tratamiento de la osteomalacia se realiza con suplementos de calcio, fósforo y o vitamina D

5. Problemas circulatorios

Algunos problemas circulatorios como las várices ocasionan síntomas como mayor sensibilidad en la zona, hinchazón en la pierna y sensación de pesadez, además de dolor, lo cual puede ser percibido como dolor muscular al caminar o permanecer en reposo.

Estas pueden ser causadas por situaciones como obesidad, problemas en la circulación o en el embarazo, pudiendo ser indicados medicamentos para mejorar la circulación o el medias de compresión, por ejemplo.

6. Inflamación del nervio ciático

La compresión o inflamación del nervio ciático produce síntomas como sensación de puntadas, ardor dolor intenso en la espalda, glúteos o piernas, causando dificultad para mantener la columna recta y dolor al caminar.

Por ello, el médico puede indicar analgésicos y antiinflamatorios, además de ejercicios para ayudar a disminuir la inflamación de este nervio. Conozca más sobre el tratamiento del nervio ciático.

7. Hipotiroidismo

El hipotiroidismo, que es la disminución de la producción de las hormonas tiroideas que son necesarias para el funcionamiento correcto del organismo, pudiendo causar el surgimiento de síntomas como cansancio excesivo y dolor en las articulaciones y los músculos, especialmente en los hombros y caderas, llegando a dificultar el desarrollo de las actividades diarias, como trabajar o hacer ejercicio.

8. Hemodialisis

La hemodiálisis es un tipo de tratamiento que filtra la sangre cuando los riñones no funcionan correctamente. Algunos de los síntomas que produce son dolores de cabeza, además de calambres musculares que pueden generar dolor en el cuerpo debido a la rápida extracción de líquido durante el tratamiento, producto de un desequilibrio electrolítico.

Conozca más sobre cómo se realiza la hemodiálisis

9. Infecciones por bacterias, virus y parásitos

Las infecciones bacterianas, virales y parasitarias causada por Staphylococcus aureus, citomegalovirus o toxoplasma, por ejemplo, pueden originar la formación de un absceso en el músculo, debilitamiento del sistema musculoesquelético y alteraciones en los electrolitos que producen dolor en varias partes del cuerpo, siendo necesaria la evaluación y tratamiento médico adecuados.

10. Medicamentos

El uso de algunos medicamentos, drogas o sustancias como el alcohol, cocaína, colchicina, antipalúdicos, labetalol, salbutamol, ciclosporina y zidovudina, por ejemplo, pueden producir dolor muscular cuando se usan de forma crónica o debido a la interacción con otros medicamentos. Por lo que es importante entrar en contacto con el médico en caso de experimentar dolor muscular al tomar algún medicamento para que sea evaluado un posible cambio en la dosis o de medicamento.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para el dolor muscular debe orientarse de acuerdo al grado de dolor y de la posible causa, siendo recomendado acudir con el ortopedista, reumatólogo o médico general en caso de que el dolor sea frecuente y aumente de intensidad a lo largo del día, para que se realice el diagnóstico y se inicie el tratamiento adecuado.

Medicamentos

El tratamiento con medicamentos normalmente es prescrito por el ortopedista cuando el dolor es intenso y frecuente, pudiendo recomendar el uso de relajantes musculares, como Bencoprim, analgésicos, como paracetamol y Dipirona, o medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno, nimesulida y naproxeno.

Además, el médico también puede recomendar el uso de pomadas, que deben aplicarse sobre la zona adolorida. Las que más se indican son aquellas que contienen analgésicos y antiinflamatorios como Lonol, Voltaren o Cataflam.

El uso de pomadas debe estar orientado por el médico, las cuales normalmente se recomiendan aplicarse 2 a 3 veces al día mientra se hacen movimientos circulares en la zona. En caso de que el dolor no ceda con el uso de pomadas, se recomienda acudir de nuevo al médico para que se realicen nuevos exámenes y se identifique la causa del dolor para que se pueda iniciar otro tipo de tratamiento.

Remedios caseros

El tratamiento natural para el dolor muscular consiste en tomar un baño con agua caliente, que estimula la circulación y alivia el dolor, haciendo un masaje con aceites o vinagre, estirando el músculo adolorido y permaneciendo en reposo.

Es importante mover el músculo para evitar la formación de cicatrices en él y rigidez progresiva. La inmovilización debe realizarse cuando lo indique el médico, la cual se indica normalmente cuando la extensión de la lesión responsable del dolor es grande.

Alternar la aplicación de compresas frías y caliente en la zona adolorida puede ser otra buena opción para aliviar el dolor muscular, ya que mientras el hielo ayuda a disminuir el dolor y la inflamación local, la compresa caliente ayuda a relajar el músculo. Conozca más sobre cuándo utilizar las compresas frías y calientes.

Además, el alivio de dolor muscular puede lograre a través de un automasaje con un rodillo rígido de espuma, el cual puede adquirirlo en tiendas de productos deportivos, rehabilitación o por internet. Para realizar el automasaje, coloque el rodillo en la zona adolorida y deslícelo utilizando el pedo del propio cuerpo. Los efectos que este produce se perciben rápidamente.