Dismetría (pierna corta): qué es, cómo identificarla y tratamiento

Actualizado en julio 2020

El síndrome de la pierna corta, llamado científicamente dismetría de los miembros inferiores, es una situación en la que una pierna es más corta que la otra y la diferencia entre ellas puede variar entre menos de 1 cm o hasta varios centímetros. Mientras mayor sea la diferencia entre el largo de las piernas, mayor será el malestar de la persona, ya que terminará por dificultar bastante el movimiento.

La pierna corta puede clasificarse como verdadera o falsa. La pierna corta verdadera ocurre cuando los huesos de la pierna están realmente más cortos; por otra parte, se llama pierna corta falsa cuando las longitudes de los huesos de las piernas son iguales, pero existe un desnivel en la cadera. 

Es posible curar la pierna corta, dejando las dos del mismo tamaño, sin embargo, los tratamientos varían de acuerdo con su causa, razón por la cual, cada caso debe ser discutido personalmente con el ortopedista. 

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Cómo identificar que una pierna es más corta

Cuando la persona posee más de 2cm de diferencia de longitud entre las piernas, es posible observar su cuerpo desalineado, sin embargo, cuando la longitud es menor a 2 cm, se puede observar que una pierna es más larga que la otra cuando la persona se acuesta boca arriba y dobla las piernas. Cuando se observa que una rodilla queda a una altura más elevada que la otra, podría significar que una de las piernas es más corta. 

Otra forma de medir la longitud de las piernas es usando una cinta métrica u observando el nivel de la cadera al colocar a la persona sobre plataformas de madera que miden de 1 a 5 cm de altura. 

Cuando la diferencia de longitud es pequeña y no se notan alteraciones usando estas estrategias, sólo los exámenes de imagen como el rayos X panorámico y escanometría, el cual consiste en un rayos X con regla, podrán evidenciar la dismetría y la necesidad de tratamiento. 

Para confirmar el diagnóstico es muy importante la realización de rayos X, los cuales ayudarán también a identificar la causa y adecuar mejor el tratamiento.

Cómo se realiza el tratamiento

Cuanto más temprano sea diagnosticado el síndrome de pierna corta, más pronto se iniciará el tratamiento y mayores serán las posibilidades de curación, especialmente si el tratamiento es iniciado en la infancia.

Cuando la diferencia entre la longitud de las piernas es igual o inferior a 0,5 cm, no hay necesidad de tratamiento, siendo común que todas las personas tengan esta diferencia en la vida adulta. Cuando la diferencia es mayor, el tratamiento para la pierna corta puede realizarse con: 

  • Sesiones de fisioterapia para liberar la fascia, estirar los músculos acortados, corregir la escoliosis y disminuir el dolor y la debilidad muscular, por ejemplo;
  • Uso de una plantilla que es colocada por debajo del talón de la pierna más corta para igualar la altura de las dos. Esta plantilla debe colocarse por dentro de los zapatos cuando el acortamiento es de hasta 2 cm, pero en diferencias de altura mayores, se pueden usar zapatos hechos a la medida;
  • Sesiones de osteopatía y RPG, que son muy eficaces para el alineamiento de todo el cuerpo y logran curar la pierna corta falsa;
  • Cirugía para corrección de la pierna corta, siendo indicada especialmente en caso de pierna corta verdadera con más de 2 cm. El médico podrá sugerir incluso otra cirugía llamada epifisiodesis, que consiste en parar el crecimiento de la pierna saludable. 

El ortopedista puede indicar cuál será la diferencia de longitud entre las piernas en la vida adulta, incluso cuando evalúa niños, recurriendo a un cálculo que indica cuál será la diferencia de altura en el futuro. Saber este valor es importante porque siempre que la persona tenga más de 5 cm de longitud de diferencia en cualquier fase de la vida, incluyendo en la vida adulta, está indicada la cirugía. 

Posibles complicaciones

Tener una pierna más corta que la otra puede generar algunas complicaciones para la salud, como:

  • Dificultad para caminar;
  • Alteraciones en las rodillas, las cuales pueden girarse hacia adentro o hacia afuera;
  • Desarrollo de pequeñas fracturas, llamadas fracturas por estrés;
  • Desarrollo de escoliosis, puesto que la columna vertebral adopta una posición incorrecta;
  • Dolores de espalda, hombros y cuello.

Todas estas complicaciones pueden estar relacionadas entre sí, pues como una de las piernas es más corta, el cuerpo tendrá que adaptarse a esta realidad, adoptando posturas compensatorias incorrectas que con el pasar del tiempo pueden causar dolores e inflamaciones.